Primer libro de la trilogía "Amores Diversos"
❝...El amor puede ser el cielo y el infierno, la dicha y la infelicidad.❞
Portada hecha por la talentosa: Megan Herzart
[Trilogía Amores Diversos No°1]
...
— ¿Cree que debamos suministrarle más sedantes? —inquiere la enfermera que ve por la pequeña ventana de la puerta hacia la habitación.
—No, deje que vuelva a estar lucida —dice el hombre que yace a su lado.
Ambos se quedan observando por la pequeña ventana a la joven que está adentro, su mirada está perdida en un punto fijo de la pared que está enfrente de ella, su cuerpo se mece hacia delante y hacia atrás, mientras que con sus brazos abraza con fuerza sus piernas.
Su cabello castaño cae a los lados laterales de su rostro, debajo de sus ojos hay unos inmensos círculos negros, sus labios; los cuales en algún momento fueron rosados y suaves, ahora están partidos y pálidos. Sus uñas se encuentran partidas y la bata blanca que cubre su delgado y frágil cuerpo está llena de mugre y polvo.
—No, no, no —repite la joven en voz alta mientras menea la cabeza hacia los lados.
¿Dónde estoy?
¿Qué ocurre?
Se pregunta. No lo sabe, ya no sabe quién es.
A veces dice llamarse Anne, otras veces Emily y otras veces Layla. Su cabeza en un nido de pensamientos desordenados, un nido de ideas que no logra comprender por completo, todo está revuelto y desordenado.
Las personas que la observan por la pequeña ventana de la puerta, la miran con compasión y dolor, pobre mujer, solo es una niña, ella no merecía acabar así. Layla Duval acabo loca, encerrada en un psiquiátrico debido a su esquizofrenia y personalidad múltiple.
Derek
Arthur
Marcus
Jazmine
Sus padres
Nadie de ellos existe, nunca lo hicieron. Solo fueron productos de su imaginación, solo fueron productos de su locura. La mujer que yace dentro de esa habitación fue abandonada por sus verdaderos padres cuando tenía ocho, fue criada en un orfanato donde nadie la adoptó, nadie quería a una niña llena de problemas mentales, nadie quería salvarla.
—Es hora de irnos —le dice el hombre a la mujer.
Ella asiente con la cabeza y ambos se alejan de la habitación, escuchando como de pronto la mujer que yace dentro de ella se empieza a reír de una manera espeluznante, de una manera que coloca de puntas los vellos de sus brazos y nuca.
Cada noche, Layla se imagina una nueva historia, interpreta un nuevo personaje, adentrándose al mundo de la locura para poder salir del infierno en el que esta. Pobre mujer, loca esta y loca por siempre se quedara.
FIN.
¡FELIZ DÍA DE LOS INOCENTES!
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Ay, me imagino sus cara de khe verga D:
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Sorry not sorry, no me aguante las ganas de hacer esto y JAJAJJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA. Mañana subo el epílogo original, así que no entren en pánico, pequeños pulluelos.
