Capitulo 7: "Eres esperanza".

196 25 11
                                    

Capitulo 7: "Eres esperanza".

POV Peeta.

—No. creo que... yo voy a responderle por mi parte— la cara de Finnick era toda confusión. Sus cejas se elevaron por la sorpresa y parecía no encontrar la forma adecuada de responder. Por fin hacía lo que esperaba de mí y no lo veía dando brincos de felicidad. Odair asintió con la cabeza en repetidas ocasiones antes de suspirar, casi en forma resignada. Todo lo contrario a lo que esperaba de su parte.

—Bien, puedes hacerlo— parecía como si me diera su autorización. Estuve a punto de mencionárselo, pero quise evitar una confrontación innecesaria—. Ella pregunta sobre tu reacción después de que fue llevada al once y si te gustó su regalo de navidad. Solo, por si quieres algunas ideas sobre que responder.

—Gracias— no iba a decirlo en voz alta, pero en verdad era de ayuda.

— ¿Abriste el regalo? — Tomé la cadena para mostrarle el sinsajo y una media sonrisa se dibujó en su rostro, bajó la mirada y de nuevo asintió—. Vale, me alegra que hayas cambiado de opinión. Katniss necesita apoyo y... bueno, cuando termines puedes avisarme para entregar la carta por ti a Gale, si gustas.

Annie regresó acompañada por dos amigas. La chica Cresta se despidió de su primo y de mí antes de alejarse. Finnick la siguió con la mirada durante un largo tiempo, vigilando su camino. No podía culpar a Johanna por sacar deducciones equivocadas. Si no sabías acerca del parentesco entre Finnick y Annie, también podrías creer que tenían una relación. Odair parecía ser muy protector con su prima.

—Tengo que irme— revisé la hora en mi celular. A estas alturas dudaba que Jo me siguiera esperando para comer. La llamaría para saber si ya había abandonado el campus.

—Mellark— levanté una ceja por el cambio de actitud de Finnick, pero lo dejé pasar—. Tú y Johanna...— dejó la frase incompleta esperando que la entendiera sin la necesidad de mencionarlo—. Ya sabes, ¿tienen algo?

—Sí, tenemos algo— el rostro del Odair se puso pálido por mis palabras. Mi elección de palabras obtuvo la reacción esperada, sonreí de medio lado y aclaré—. Tenemos una amistad. Solo somos amigos— el suspiro de alivio fue casi imperceptible, pero Finnick poco a poco recobró el color.

El chico de cabello cobrizo puso los ojos en blanco ante mi broma y se encogió de hombros, palmeó amistosamente mi hombro derecho y se fue con la cabeza baja. Aparentemente esos dos se encontraban en medio de una guerra fría de "te ignoro— me ignoras", pero en el fondo seguían a la espera de que alguien cediera al final. Sin duda lo que necesitaban era hablar. Finnick debía ser más empático y Johanna dejar de una vez por todas, el orgullo a un lado. Pero ninguno daría el primer paso de forma voluntaria.

Jo no respondió a mis llamadas, la conocía y debía estar indignada por mi interacción con Odair. En esta ocasión no cedería a su actitud. Regresaría a casa, compraría algo de comer y pasaría el resto de la tarde tratando de encontrar las palabras adecuadas para escribirle a Katniss.

...

Arrojé una hoja al bote de basura en mi habitación, disculpándome silenciosamente por desperdiciar de esa forma el papel. Pobres árboles.

Tallé mis ojos y me recosté en la silla frente al escritorio. Había tratado de resumir cada una de mis cartas en una sola, pero no podía lograrlo sin terminar escribiendo un maldito libros completo. Incluso consideré que sería más sencillo si simplemente iba al once para hablar con ella frente a frente con Katniss, pero eso, obviamente, no era viable.

Decidí despejarme un momento, tomé la cajita del regalo de navidad y fui a la sala de la casa. Quise encender el televisor, pero estaba seguro que todos seguirían hablando de Delly y su compromiso. No necesitaba eso. Simplemente abrí la caja para contemplar la cadena de plata con un sinsajo idéntico al que llevaba alrededor del cuello. Lo he visto suficientes veces para saber que al reverso estaba grabado el nombre de Katniss. Ella compró ese regalo para ambos, su plan inicial era lleváramos juntos. Desdoblé la hoja que también venía en la caja del regalo y leí nuevamente las líneas que la chica Everdeen se empeñó tanto en escribir para mí. Como en veces anteriores la imaginé haciéndola con la emoción inundando su rostro y un nudo se hizo en la boca de mi estómago.

AyúdameDonde viven las historias. Descúbrelo ahora