Capitulo 12: "Dejar atrás el orgullo"

244 28 54
                                    

Sentía que este capítulo debía ser escrito en cualquier punto de la historia, así que aquí está :D  espero que con esto se aclaren varias cuestiones que a mas de uno pudieron confundir. Sin mas los dejo con el capitulo de nuestra querida Johanna, una vez más les recuerdo que cualquier opinión debe ser dada con respeto <3

Besos :*

-----------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Capitulo 12: "Dejar atrás el orgullo"

POV Johanna.

— ¡Por favor, Oliver! Baja de ahí— mamá me despertó en medio de la noche con su grito aterrorizado. Quise hacer muchas cosas, pero como si fuera solo una chiquilla de doce años, me quedo recostada en mi cama con la sabana cubriéndome casi por completo—. Oliver, piensa en Jo.

Me congelo al instante después de escuchar la risa aguda de mi hermano. El golpeteo en el techo es constante, como si alguien caminara desesperadamente de un lado a otro. Estoy a punto de levantarme para ver por la ventana y ayudar en la forma que pueda hacerlo, sin embargo apenas he puesto los pies sobre el piso frío cuando un fuerte ruido se escucha, seguido del grito de mis padres y algo que golpea en seco sobre mi cabeza.

...

Despierto paralizada en la cama y me esfuerzo por liberarme del abrazo de mi acompañante, pero su agarre es fuerte, no molesto, sino de una forma casi protectora. Una calidez me invade y casi estoy deseando acurrucarme de nuevo junto a él para retomar mi descanso, pero soy Johanna Mason y yo no me acurruco después del sexo.

Alcanzo mi celular para ver la hora y toparme con la sorpresa de que apenas si son las dos y media de la madrugada. Pongo los ojos en blanco ante la frustración de no poder abandonar el lugar hasta las cinco de la mañana, todo por esa estúpida promesa que le hice antes de caer rendidos.

— ¿Johanna? — brinco por la sorpresa de escucharlo hablar, aun no me he recuperado por completo de esa pesadilla y tengo los nervios a flor de piel.

Giro mi cuerpo hacia él y aun en la penumbra de la noche soy capaz de ver su cabello rubio ir en todas direcciones. Podría apostar lo que fuera a que sus ojos azules están rojos por el sueño y que lucha por mantenerse más o menos despierto, todo con tal de asegurarse de mi bienestar. Muerdo el interior de mi labio inferior conmovida por ese último pensamiento, gracias a eso odio despertar en medio de la noche después de una pesadilla. Soy tan vulnerable y eso no me gusta.

—Vuelve a dormir— logro darle esa orden, odiándome a mi misma por ser tan perra con él.

— ¿Estás bien?— detesto su caballerosidad, pero sobretodo odio lo reconfortante que se siente su mano en mi rodilla como señal de apoyo. El se aparta lo necesario para intentar encender la luz. Necesita asegurarse que todo va bien.

—Te juro, Mellark que si prendes el foco voy a golpearte tan fuerte que vas a caminar extraño por toda una semana— es impresionante la facilidad con la que puedo hacer que mi voz se escuche amenazadora sin esforzarme demasiado, pero creo que en ese momento el miedo fue de mucha ayuda.

Peeta suspiró, rindiéndose al fin, solo se levantó para ver la hora en su celular e iluminar parcialmente su rostro, dejó escapar algo parecido a un gruñido y regresó a la cama, hizo algunos movimientos en la oscuridad para acomodar su ropa antes de tomar su almohada y salir de la habitación.

Cubrí mi cuerpo desnudo con la sábana de la cama sintiéndome el ser más repugnante de la tierra por mi actitud de mierda. Cualquiera diría que llegas a acostumbrarte a ser tan perra, pero no es tan fácil. Mucho menos si constantemente te recriminas por serlo. Y de eso culpo a Peeta Mellark.

AyúdameDonde viven las historias. Descúbrelo ahora