Ayúdame

Capitulo 8: "Si aun me aceptas".

Dios no puedo negarles nada jajaajaja y sobretodo espero que esta sea una buena forma de empezar este 2018.
Voten y comenten por favor, mañana es mi cumpleaños y me agradaría mucho ver que este fic llega a los primeros 100 votos.
Los quiero y disfruten mucho.

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Capitulo 8: "Si aun me aceptas".

POV Katniss

La expresión en el rostro de Gale no me gustaba para nada, sobretodo porque no podía identificar muy bien lo que podría estar pensando o sintiendo. Quizá lo había decepcionado al solo limitarme a salir a la sala de televisión y platicar con algunos enfermeros en lugar de ir a los jardines con Rue. O tal vez algo realmente serio había ocurrido en casa y no encontraba la forma adecuada para decírmelo. Fuera como fuese comenzaba a alarmarme y la ansiedad crecía a pasos agigantados, amenazando con afectar mi respiración y pulso cardiaco.

—¿Vas a hablar o no?— por fin me armé de valor para romper el silencio. Gale pareció salir de un trance y apartó la mirada del sobre amarillo que descansaba entre sus manos.

—Si, tranquila, voy a hacerlo— sonrió de medio lado y reacomodó sus gafas de montura negra sobre el puente de su nariz. Si no lo conociera bien casi podría jurar que se encontraba algo nervioso—. Solo necesito que respondas algo.

Hizo una pausa innecesaria, casi para hacer un efecto de suspenso. Impaciente, asentí esperando que  por fin hablara.

—Lo que sea— luché por permanecer tranquila y al final lo conseguí.

—¿Cómo reaccionarias si Peeta por fin hubiera escrito?— mi fachada de seguridad se vio amenazada con caer ante esa simple pregunta. Respiré profundamente varias veces, esperando que Gale tomara eso como una pausa para meditar, en lugar de un intento por calmar mi pulso.

—Supongo que le daría una oportunidad— mi voz apenas si tembló, para cualquiera no había nada fuera de lo normal—. No voy a negar que me sorprendería y hasta me entusiasmaría.

—Creo que nunca hemos hablado adecuadamente acerca de lo que pasó con él— mi psiquiatra abandonó su sito al otro lado del escritorio. Con el tiempo aprendí que ese gesto lo hacía a fin de darme confianza para hablar. Extrañamente funcionaba— ¿Podrías hacerlo ahora?

Suspiré resignada, a estas alturas había muy pocas cosas que le negaría a Gale. Una vez que entendí que el buscaba realmente ayudarme, era mas fácil confiar en él. Ya no era el medico malvado que Prim y Clove se esforzaban por mantener alejado. Así, que teniendo eso en cuenta no me quedó mas remedio que hablarle de Peeta Mellark.