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Besos.Capítulo 18: “Estamos construyendo algo"
POV Katniss.
Quise moverme un poco en la cama, pero unos brazos alrededor de mi cintura me lo impidieron, traté de nuevo y esta vez solo logré que el agarre se apretara un poco más. Suspiré lentamente y abrí los ojos, tardé un poco en orientarme y darme cuenta que me encontraba en mi habitación del centro de reposo del distrito once. Mi vista viajo por el lugar que apenas si se encontraba iluminado por la bobilla en el techo que proyectaba una luz muy tenue. La noche anterior había olvidado por completo apagarla. Vi en dirección a la ventana, parecía que el exterior aun se encontraba en penumbra y asumí que era demasiado temprano.
Me moví unos pocos centímetros, pero de nuevo Peeta me acercó a su cuerpo, recargando mi espalda contra su pecho, una risa casi se escapó de mis labios por su forma de actuar. A pesar de que se encontraba completamente dormido, parecía decidido a mantenerse cerca de mí. No lo voy a negar, me gustó mucho la sensación de calidez que se formó en mi pecho.
Anoche le había pedido que se quedara conmigo, simplemente no toleraba la idea de verlo partir después de nuestro beso. Quería sentirlo a mi lado, por si comenzaba a dudar de que todo aquello fuera real. En el fondo me aterrorizaba que solo se tratara de uno de mis muchos sueños, ya que por la forma en la que sus labios se movían suavemente sobre los míos, casi como si temiera romperme, pero al mismo tiempo con su forma de sujetarme firmemente y acariciarme casi con veneración, en verdad parecía un sueño. Uno muy lindo, debo aceptar. Sin embargo, no lo era y con el solo recuerdo de nuestro beso, mis labios hormiguearon con añoranza.
La noche anterior tenía demasiadas dudas, todas ellas relacionadas con un beso que compartí con Peeta antes de que me internaran en el once y no había tocado el tema por miedo a descubrir que era falso, pero todo quedó atrás al verlo aceptarme.
Me giré delicadamente aun entre sus brazos, evitando despertarlo. Para mí fue una buena noche, casi libre de pesadillas, solo unas pocas se atrevieron a aparecer y cuando comenzaba a inquietarme solo bastaba con que Peeta me abrazara más cerca, acariciara mi cabello y susurrara en mi oído varias veces “aquí estoy” para que me tranquilizara. El chico Mellark seguía transmitiéndome paz con su sola presencia. Y me gustaba pensar que yo significaba lo mismo para él ya que en el transcurso de la noche sentí que sus brazos me abandonaban y un tanto adormilada me levanté para comprobar que todo estuviera bien, me asusté demasiado al verlo recostado en la orilla de la cama, completamente inmóvil, su respiración agitada era mi única forma de saber que seguramente tenía una pesadilla. Ahí donde yo lanzaba golpes y gritaba en sueños, Peeta simplemente se mantenía rígido, paralizado por el temor. La solución que pareció funcionar fue entrelazar mi mano con la suya y recostar mi cabeza en su pecho, minutos después vi que funcionó al sentirlo de nuevo abrazándome.
Cuando por fin estuve de frente a Peeta, él, aun en sueños, se recostó hacia arriba y me acercó hasta su pecho, no me quejé porque aparentemente ese era el lugar donde me necesitaba. Jugué con el botón de su camisa, la cual seguramente a estas alturas ya debía estar realmente arrugada por haber dormido con ella. Cerré los ojos con fuerza por mis pensamientos, era realmente ridículo que me preocupara por si su ropa se arrugaba en lugar de preocuparme de que nos llegaran a descubrir.
Apoyé mis manos sobre el pecho del chico Mellark y descansé mi barbilla en ellas, pronto me encontré fascinada por sus facciones completamente relajadas, sus largas pestañas proyectaban una ligera sombra sobre sus pómulos, eran tan largas y delgadas que parecía que en cualquier momento se enredarían. Una arruga apareció en la frente de Peeta y me atreví a pasar mi pulgar por ella, no quería que su estado de paz se viera afectado.
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Ayúdame
Hayran KurguFingir, eso fue todo lo que le pidieron y no pudo lograrlo. Ellas fueron más fuertes y Katniss Everdeen tendrá que lidiar con las consecuencias. Lejos de su familia y amigos tendrá que salir adelante, olvidada en una casa de reposo en el distrito on...