Cambio

6.5K 276 127
                                    


"Tranquila, Flor, respirá".

"Estoy bien", dijo, mientras su mano derecha golpeaba con fuerza contra su pecho. Sus palabras parecían algo contradictorias a la realidad, era verdad, pero Flor sabía que, comparado a como su cuerpo venía reaccionando en los últimos días, su situación actual no era tan terrible como parecía.

"Me alegra mucho que me hayas llamado", le dijo mientras tomaba su mano con suavidad, evitando que se golpee otra vez. "¿Cuánto pasó? ¿Siete, ocho años?"

"Seis hmm. Seis años", respondió mientras observaba sus alrededores. Había elegido una plaza porque le gustaba estar al aire libre. Y le gustaba saber que, si la ocasión lo ameritara, tendría la oportunidad de escaparse con mayor facilidad.

Era algo en lo que estaba trabajando últimamente, escaparse. O no escaparse, en realidad. Todavía había mucho camino por recorrer.

"Seis años", dijo, con un tono contemplador, "toda una vida. ¿Me querés contar por qué me llamaste?" le preguntó con su dulzura característica, mientras le acomodaba el pelo de manera maternal.

"Si", dijo decidida. "¿Por dónde empiezo?"

"Por el principio, claro", le respondió, como si le hablara a una niña, pero no de manera condescendiente. "No hay mejor lugar en donde empezar".

"Bueno hmm hace un año se murió mi papá. No, no pongas esa cara hmm, no hace falta, ya vas a saber porqué. Me junté con mis hermanas hmm en la escribanía porque mi papá nos había dejado una herencia momia mentirosa. Ahí la conocimos a Miranda. Es mi hermana Miranda hmm nosotras no sabíamos. Mi papá pelotudo infiel tuvo algo con Coqui, que era su secretaria. Una relación. De ahí nació Miranda. Hmm para cobrar la herencia las cinco teníamos que aceptar manejar un hotel que nos había dejado mi papá por un año. Hmm nos costó decidirnos, pero aceptamos. Nos costó también entendernos entre las cinco hmm, pero con el tiempo supimos formar una familia. En el hotel conocí a Jazmín raba roja. Ella era la cocinera y nos hicimos amigas. Hace casi ocho meses me casé. Daniel. No estaba muy segura hmm pero me casé porque soy media cagona", hizo una pausa para tomar aire. "Eso vos ya lo sabes, no hace falta que te lo aclare. Me casé y creo que no fui feliz ni un día hmm. Jazmín me dijo que gustaba de mí. Antes de que me case. No para parar el casamiento o nada, eh. Ella no es así. Yo me casé y ella se fue a Córdoba". Paró otra vez, haciendo foco en unos chicos que jugaban en la hamaca. Que fácil se veía, ser un niño. No que para ella hubiera sido fácil, claro estaba. Se tomó el tiempo para respirar. Hablar le estaba haciendo bien, extrañamente, aunque lo estuviera contando todo mezclado.

"Hace un par de días hmm nos volvimos a juntar en la escribanía para ver que hacíamos con el hotel. Esta es la parte divertida, eh, preparate. Estábamos casi decididas y apareció papá. Ya sé lo que pensas, que perdí la cabeza y estoy alucinando. Ojalá. Resulta que papá pensó que fingir su muerte era la mejor manera de juntarnos. Es loco porque de alguna manera funcionó. Hmm. Pero también fue una hijaputez total, ¿no?" no esperó una respuesta para continuar. "No nos lo tomamos muy bien, ninguna. A mí me agarró un ataque terrible. Vir me ayudó, ¿te acordás de Vir? Bueno, no importa. Cuando me puse mejor, decidí que no estaba lista para hablar con mi papá y decidí que quería estar sola. Pero en realidad no quería estar sola, y me tomé un avión a Córdoba. No es algo que pensé hmm. Lo hice".

"Quería estar con Jazmín. Esto no te lo conté", empezó, dubitativa. Después de todo, jamás se lo había contado a nadie. "Pero yo, hmm, me pasan cosas con ella. Desde hace mucho. Pero primero no lo sabía. Después no quise aceptarlo. Y al final pensé que ya la había perdido. Pero no. Ya sé que hmm estoy casada. Pero bueno, eso tampoco te conté. Esta mañana le dije a Dani que quería separarme. No me creyó. Pensó que era por lo de mi papá. Pero no es por eso. Yo no me tendría que haber casado. Por eso la valija", dijo, indicando con su mano la pequeña valija que estaba a sus pies. "Me agarré algunas cosas y le dije que me iba. Él cree que es temporal boludazo. Tengo que volver a hablarlo pero bueno hmm. Ya veré". La mirada atónita que recibía era lo que estaba esperando. Era mucha información en muy pocos minutos. Pero tenía miedo de parar y que se le escape algo.

SeráDonde viven las historias. Descúbrelo ahora