HACE TRES MESES ATRÁS.
Mama estaba justo al frente de mi tratando de entender el porque me había cortado mi cara. Tenia rasguños en mi rostro y sangraban. Era tan extraño, me desperté con esto, podría culpar a mi perro pero no tengo, o tal vez a mi gato pero tampoco tengo.
—¿Estas segura que no te peleaste con nadie? — Pregunto mama tocando mis heridas. Di un quejido y moví la cabeza expresando un "No" con ella.
—Acabo de despertar mama, no he salido mientras estabas afuera, lo prometo.
Mi mama era de esas personas que no le gustaba que saliera sin su permiso, solo si era urgente. Solo tenia 15 años de edad y no tenia la suficiente edad para decidir lo que hago o no. Aunque respetaba algunas de mis decisiones.
Mama agarro el botiquín de la cruz roja que estaba en la cocina y empezó a curar mis cortadas. Me miro por unos segundos y después toco mi rostro.
—Las cortadas ya no están.
Toque mi rostro y era cierto. Busque el espejo mas cercano y mire mi rostro, estaba tal y como era. ¿Que había pasado con las cortadas? hace unos segundos estaban allí, no podríamos estar locas e imaginárnosla.
—¿Que ha pasado? — Pregunte.
—No lo se.
—¿Y si es un muerto? — Pregunte en forma de broma. Mi mama rió.
—Estas totalmente loca, los muertos no pueden tocarte.
—Nadie a comprobado que no.
Me encogí de hombros y me levante de la silla en donde estaba sentada. Abrí la nevera y saque un vaso lleno de jugo de naranja. No había comido nada y mi mama no había traído algo de comer, en mi casa casi no había comida frecuentemente, a mama no le gustaba cocinar por lo tanto comíamos todos los días en un restaurante.
—Saldre esta tarde.
Le avise a mama. Fui a mi habitación y me cambie de atuendo. No me gustaba estar mal arreglada, odiaba los desordenes. Me puse unos jeans ajustados, una camisa y una chaqueta tejida encima de esta. Era sábado por lo tanto iría a jugar al billar con mis amigos en Capital's Ground, tenia muchos amigos pero en pocos en que confiar, no tenia amigas mujeres, todas eran hipócritas y se la pasaban burlándose del atuendo de los demás, cosa que odio.
Esa tarde mi mama llamo para avisar que estaba en peligro y que pidiera ayuda. Salí corriendo del bar en donde me encontraba y busque ayuda. El sheriff me acompaño hasta mi casa, fuimos lo mas rápido que pudimos pero cuando llegamos ya era tarde, mi mama estaba tirada en el suelo con sangre saliendo de su cabeza, quede en Shock al verla de esa manera, estuve así durante una semana, no lloraba, no comía, no dormía, no iba al instituto, nada. Hasta que volvi a la realidad y descargue todo el dolor que sentía por dentro. Nadie sabia que le había pasado a mi mama, no sabían como fue el accidente. Todos dieron por declaración que fue un suicidio pero yo solo sabia que era mentira, mama había llamado que estaba en peligro, no pudo haberse suicidado y pedir ayuda antes de hacerlo, es algo ilógico. Escribía en mi diario cada cosa que sentía, o pensaba, no tenia a quien mas decirle, los amigos que tenia o lo que solía llamarle amigos se alejaron de mi y no quisieron juntarse conmigo porque era "la huérfana", tenia padre pero el nunca me reconoció.
Durante semanas estuve recibiendo llamadas del Sheriff, rechazaba cada cosa que me decía. No quería saber nada de nadie, la injusticia corría por las venas de cada persona. El sheriff no quiso abrir caso sobre la muerte de mi madre solo porque no tenia la partida de nacimiento. Era una escusa absurda pero solo lo hacia para no tener tanto trabajo, mintió a la prensa diciéndole que fue un suicidio y cerro el caso.
ESTÁS LEYENDO
King of Darkness
Teen Fiction"Son dos polos opuestos pero todos dicen que los polos opuestos se atraen".