Damon agarra un taco y se une al equipo contrario al mio. El me mira y sonríe, no parece molesto como debería de estarlo. Miro hacia otro lado y trato de ocultar el rubor de mis mejillas. ¿Por que causa eso en mi?. El partido comenzó de lo mas tranquilo, mi equipo iba perdiendo por desgracia, la verdad yo no sabia jugar y eso hacia que perdiéramos. El equipo de Damon sabia tanto que era imposible ganarles, incluso Damon, el sabia mucho de esto
—Bien ganamos. — Dice el rubio con superioridad en sus palabras. — Supongo que ya saben que viene después.
La sonrisa de Damon vino enseguida, junto con los demás chicos. El rostro de Emely se veía cansado y el de mi otro compañero, supuse que se llamaba Ryan, era un poco decepcionado. En estos momentos me sentía inútil y asustada, por el simple motivo de que habíamos perdido por mi culpa.
Damon dejo el taco en la mesa y se fue acercando lentamente hacia mi. Y entonces sentí como si mis piernas se pusieran de acuerdo con el para no empezar a caminar hacia otro lado. Damon paso justo detrás de mi y se poso a mi lado.
—Tenemos una conversación que terminar Cielo, y espero que esta vez no me grites, no tengo paciencia para controlarme. — susurra cerca de mi oído. Y allí viene, ese estúpido escalofrió que solamente me hace tener el. Le miro y este me guiña un ojo mientras sonríe. — No pareces de estos lugares Cielo, pensé que eras mas de restaurantes lujosos o discotecas costosas.
—Emely me ha traído hasta aquí, no fui yo quien lo quiso. — mi voz suena tan cortante en estos momentos, que me siento mal al hacerlo. Pero es Damon, así que no me importa.
—No deberías estar aqui Cielo, no es un lugar para ti. — Dice. y entonces noto que no me lo dice, si no que me lo ordena. ¿Quien se cree?. Miro hacia Emely y esta se encuentra hablando coquetamente con el chico rubio de hace un rato.
—Queria irme, pero ahora que me lo has dicho tu, prefiero quedarme.
—Es mi ultima orden Cielo, vete ahora antes de que sea demasiado tarde, este no es tu lugar. — murmura y entonces noto que esta molesto. ¡Dios no por favor no!. «Mia deja de ser tan infantil y hazle caso a lo que te dice» mi subconsciente por segunda vez me defrauda y va hacia el equipo de Damon. Estúpida traidora.
—No. — me niego y cruzo mis brazos pareciendo realmente infantil.
Damon suspira y se retira dejándome allí sola. Emely sigue hablando con el chico rubio y esta se le ve realmente concentrada. Prefiero dejarla sola y me voy hasta donde hace unos minutos estábamos sentadas. Miro a mi alrededor y todos hablaban tranquilamente; Vez Damon puedo acostumbrarme a este tipo de cosas, y tal vez este si sea mi sitio, y no como tu dices.
Despues de unos minutos, se empezaron a escuchar gritos abajo, me asuste enseguida y trate de no moverme. Los gritos seguían y cada vez se hacia mas cerca. Un chico como unos veinticinco años entro con dos chicos mas a sus lados, estos llevaban armas y cuchillos, mi corazón se detuvo enseguida al verlos allí armados. Las personas empezaron a gritar también de la misma manera en que lo hacian abajo.
—¡¡¡REBEKAH ¿DONDE COÑO TE HAS METIDO?!!! — Grita el chico de veinticinco años. Este mira hacia mi y siento como mi corazón se encoge de una manera tan pequeña que no puedo sentirlo. Mi respiración se corta enseguida dejándome sin aliento. — ¡Tu!.
Se acerca hacia mi y me toma de la camisa haciendo que quede de puntas. El me mira por unos segundos y su ojos se ven tan oscuros como el cielo en estos momentos. Dios no puedo respirar.
—Amigo bájala. — La voz de Damon hace que el chico me deje en el suelo y voltee hacia el.
—Mira a quien tenemos aquí, el autentico Damon Hodd, siendo superheroe de una ramera. — El chico ríe con ironía mientras se acerca a Damon. Me ha llamado ramera, oh.
—Chris por favor ve a buscar problemas a otro lugar.
—¿Miedo Hodd? — Pregunta haciendo pucheros. Los chicos que van junto a el se ríen, y veo como Damon aprieta su mandíbula.
El chico deja de mirar hacia Damon para mirar hacia otro lado. Supongo que es a la chica pelirroja que esta junto a un muchacho de cabello rubio. Este camina amenazadora hacia ella, y esta se asusta enseguida.
—¡Rebekah! — grita desesperado. — Te dije que te quedaras en casa maldición. ¿Quien es este?. — Señala al muchacho rubio que esta a su lado.
—Un..un amigo. — la chica susurra tartamudeando. El chico toma al rubio de la camisa al igual que lo hizo conmigo, y le pone el arma en la cien. El rubio tiembla del temor mientras trata de zafarse.
—Chris amigo, no busques problemas ahora, el chico solo la cuidaba. — Damon interviene. Chris mira hacia el y gruñe.
—¡MALDITA SEA HODD CÁLLATE YA! — Grita. Y enseguida quita su arma de la cabeza del rubio para disparar hacia Damon. Damon esquiva la bala de una manera profesional, pero entonces siento un gran dolor en el lado izquierdo de mi abdomen. Miro hacia abajo y veo como sangre sale de mi estomago. Dios duele tanto que no puedo mantenerme en pie, Damon me mira y corre hasta mi, colocando una mano en mi estomago y la otra en mi espalda.
Damon gruñe y mira hacia Chris pero el esta apuntando nuevamente al muchacho.
—Ven Cielo, vamos ha un hospital. — Dice en un susurro. Casi no puedo caminar, no puedo moverme, duele tanto. Trato de caminar lo mas rápido que puedo pero no lo consigo. Damon me ayuda a caminar cogiendo mi herida para que deje de sangrar.
Estábamos casi llegando a la puerta de entrada cuando recuerdo que he dejado a Emely adentro y Chris esta empezando a disparar nuevamente. Dios el dolor y el temor no son para nada amigos.
—Damon por favor ve a buscar a Emely. — Mi voz es un susurro casi inaudible. Damon niega con la cabeza al escucharme.
—No Cielo, vamos tenemos que ir a un hospital antes de que te desangres completamente.
—No Damon ve, estoy bien no me ha entrado la bala. — Mentí. Sabia que la bala había entrado en mi pero prefería decir lo contrario para salvar a Emely. Seria una mala amiga si no lo hiciera.
—¿Estas segura? — Pregunta. Asiento y este me posa sobre una pared para mantener equilibrio — Mantente quieta allí, no te muevas y trata de no desmayarte.
Damon sale corriendo por las escaleras y después de unos segundos no lo veo. Siento como en mi estomago sale la sangre de una manera tan rápida que no puedo controlarla, la gente a mi alrededor solo me mira pero no hace nada para ayudarme. Poco a poco siento como todo da vueltas, y mi cuerpo se duerme dejándome tirada en el suelo, mis ojos me pesan y no puedo mantenerlos abiertos. La herida cada vez duele mas y me va dejando sin conocimiento. ¡MIA NO TE DUERMAS! me grito mentalmente. Pero es tan imposible para mi no hacerlo, cierro los ojos por un momentos y después los abro. Damon viene hacia mi corriendo con Emely a su lado. Gracias a dios no le ha pasado nada.
—¡Mia no te duermas! — Grita Damon corriendo hacia mi de manera desesperada.
Y eso fue lo ulitmo me escucho antes de caer en una profunda oscuridad.
ESTÁS LEYENDO
King of Darkness
Jugendliteratur"Son dos polos opuestos pero todos dicen que los polos opuestos se atraen".