Quinto Capitulo

193 12 0
                                    

Damon respira profundo, y de un abrir y cerrar de ojos, su mirada se vuelve negra como su camisa. Frunce el ceño y piensa un momento. Un silencio incomodo se apodero del lugar, y ninguno de los dos quería articular alguna palabra. ¿Como podría saber Damon sobre lo de mi madre?, se suponía que nadie en Portland sabia lo de mi madre, excepto Elloy y yo.

—En la noticias, lo he visto en las noticias.

Su voz es fría y me da un escalofrió al oírla. Si mentía, lo hacia muy bien, si no fuera porque desconfiara de Damon, diría que su respuesta es cierta.

—La noticia de mi madre, solo se dio en Dallas. — Dije de la misma manera.

—Estaba en Dallas cuando pasaron la noticia.

—¿Como supisteis que fue mi madre?.

Pregunto nuevamente. Damon pasa la mano por su cabello, llevándolo hasta arriba y cierra los ojos. Estaba cansado de tantas preguntas pero mi curiosidad valía mas que cualquiera de sus pretextos.

—Saliste en las noticias Mia, te he visto, y he pensado que era tu madre, te pareces mucho a ella. Tus labios, tu rostro angelical, tu cabello, la forma en que te ríes y cierta parte del cuerpo. Todo lo has heredado de ella.

¿Damon me ha dicho cara de ángel? ¿Esto es cierto? ¿De verdad no estoy soñando?. Me pellizco mentalmente y no, no pasa nada, sigo aquí delante de el con mis brazos cruzados y admirando cada facción de su rostro. Trato de mirar hacia otro lado cuando el nota que lo estoy mirando desconcentradamente, bajo la mirada para ocultar lo ruborizada que estoy, y paso mi mano por el cabello para llevarlo hacia atrás, y quitarlo de mi cara.

—No bajes el rostro Mia, me gusta verte a la cara.

Levanto lentamente la cara y lo miro. Tiene una leve sonrisa en sus labios y sus ojos un poco achinados por causa de esta. Pero entonces caigo en cuenta de que estamos los dos solos, en el baño de mujeres, y con la puerta completamente cerrada.

—¿Que haces en el baño de mujeres? y ¿Como has entrado?.

—Trabajo aquí Mia, buscaba algo, y te he encontrado llorando. Y he entrado por la puerta, es muy fácil, te lo recomiendo.

Noto el pequeño sarcasmo en sus ultimas palabras. Lo miro con el ceño levantado, y me sonríe haciendo que yo también lo haga, dejando mi orgullo a un lado. ¿Por que tiene que causar esas sensaciones en mi? <<Calma tus hormonas Mia>> me regaño mentalmente. 

—Bueno, tengo que volver. Un amigo me espera.

Paso por su lado y trato de no mirar hacia atrás. Steven se encuentra sentado y mirando hacia la calle. Cuando me siento al frente de el, enseguida su mirada se dirige hasta mi.

—¿Que ha pasado? te has tardado mucho. Me preocupabas, tenia ganas de irte a buscar.

Pregunta con cierta preocupación en su voz. Sonrió tiernamente y acomodo mi cabello hacia el lado izquierdo.

—Me he quedado a hablar con una chica en el baño, es agradable. — Mentí. — y aquí estoy, así que no tienes porque preocuparte.

Volteo mi mirada hacia el pasillo y veo a Damon salir de este. Me sonríe y bajo la mirada con incomodidad. Necesitaba salir de aquí, tener tan cerca a Damon, me hacia sentir insegura y en peligro, su cuerpo eléctrico me daba escalofríos y eso me hacia temer mas de lo que podría llegar a estar.

—¿Podriamos salir de aquí?. 

Pregunto a Steven. El asiente y se levanta de la silla, yo hago lo mismo, y tomo mi café ya frió para tirarlo en la basura.  Steven en el transcurso hacia mi casa, estuvo contándome mas sobre su vida, mientras que yo mantenía mi boca cerrada, para no hablar nada sobre la mia.

—No me has contado nada de ti Mia.

Mi subconsciente se ríe de mi y me llama idiota por pensar que no diría nada. Me tomo de valor y lo miro, el también lo hace, y después posa su mirada en mi brazo izquierdo.

—¿Que te ha pasado allí?. — Pregunta señalando mi brazo. Lo miro y hay un rasguño fresco y profundo con sangre saliendo de este. Lo miro confundida y lo toco, esta fresco todavía, pero ¿con que me lo abre hecho? no he tropezado con nada, no he peleado con nadie, he estado caminando tranquilamente con Steven.

—No lo se.

Respondo con cierta confusión. Acto seguido siento un rasguño en mi estomago, alzo mi camisa y hay otro igual que el de mi brazo, ¿Que me esta pasando? ¿Que se supone que es esto?, necesito llegar a casa lo antes posible, necesito saber que me pasa.

—Te veo luego Steven, la he pasado muy bien contigo, de verdad, necesito irme.

—Esta bien, adiós Mia, espero que sepas de que se trata todo esto.

Al recibir su adiós, corro lo mas rápido posible hasta mi casa, quedaba a dos calles de donde me encontraba, por lo tanto no correría mucho. Al llegar Elloy estaba sentado en la sala leyendo un libro y Carmen estaba en la cocina haciendo sus deberes. Trato de no hacer ruido cuando estoy subiendo las escaleras, pero una de los escalones me delata y Elloy voltea hacia mi viéndome a través de sus anteojos.

—Buenas tardes Mia. — dice amablemente. Sorprendriendome por tal afecto. — ¿Quieres ir a una cena conmigo? quiero presentarles a mis socios, mi hija.

Lo miro extraña al ver tal comportamiento, ¿Esta bien?, miro su cuerpo, su rostro, y todo esta bien. Este no es Elloy dominante McQueen, definitivamente no lo es. El me mira esperando una respuesta, dirige su mirada a mi hombro, y su cara se nota preocupada al ver mi rasguño.

—¿Que te paso?, ¿Quien te ha hecho daño?.

Pregunta exaltado caminando hacia mi. Subo dos escalones mas y trato de alejarme.

—Estoy bien. Y si, iré contigo, ya que lo pides.

y sin mas pretextos corro hasta mi habitación. Al estar dentro de este, me quito la camisa rápidamente, miro mi abdomen y hay muchas mas cortadas, todo mi abdomen me dolía <<¡Calmate, piensa en otra cosa Mia, por favor!>> me grita mi subconsciente. Le obedezco y pienso en mi madre, es la única persona que me hace sentir mejor, recuerdo su aroma, su manera de llamarme "Mia", y todas las demás cosas que extraño, trato de estar lo mas concentrada en mis pensamientos,  y menos en mis cortadas, lo cual consigo.

Miro mi abdomen y las heridas ya no están, han desaparecido, no hay cicatrices, no hay marcas, no hay sangre, no hay nada. Miro mi brazo y esta totalmente curado, al igual que mi abdomen. <<Oh dios mio>> me digo mentalmente.

—¿Que es esto?.

King of DarknessDonde viven las historias. Descúbrelo ahora