One Shot McDanno

Sarin

Steve Jhon McGarret había estado en situaciones extremas en muchas misiones, había perdido a más compañero de batalla de lo que le gustaría reconocer, y vio a la muerte a la cara tantas beses que ya perdió la cuenta. Pero nunca en todos sus años como navy Seal y comandante de fragata, se paralizó y o dejo que el miedo lo dominará, como en eso instantes.
Todo parecía pasar en cámara lenta, Danny sosteniendose de la pared, tratando de respirar. Al verlo caer Steve creyó sentir como su propio corazon se detenía por un instante.
Y todo empeoró cuando Jena le informó que era Sarin el alma se le escapó del cuerpo. No podía perder a su amigo, no de esa manera, el rubio tenía mucho por lo que vivir, tenía una hija que criar.
No entendía como en tan poco tiempo Danny se metió en su corazon, bajo su piel, en su sangre misma no imaginaba una vida sin el.
Ver a Grace poner su cara de preocupación y miedo por perder a su Danno no ayudó a sentirse mejor.
Cuando Danny vio pasar a Grace y a Steve atráves de la puerta de su cuarto de hospital, sintió que estaba en paz, apesar de que no le gustaba estar en cama sabía que Steve haría lo que sea por poner al
Responsable tras las rejas.
-¿Nesecitas algo más? Pregunto Steve mirando preocupado a su rubio favorito.
-No nada. Tengo todo lo que necesito, justo aquí. Contestó Danny regalandole una sonrisa soñadora que a Steve le izo temblar las piernas.
Cuando fue esa misma noche a ver a Danny lo encontró junto a Grace quien Dormía plácidamente.
Danny le sonrio y Steve tomó asiento junto a el.
-¿Cómo fue? Pregunto el detective susurrando.
-Bien ya no hay peligro. Comentó Steve pasando un brazo por el cuello de Danny atrapandolo en un abrazo junto a Grace.
-Gracias. Dijo Danny acomodandose en los brazos del Marín y cerrando sus ojos.
No podía estar más seguro en ningún otro lado. Que no sean los brazos de Steve.