One Shot McDanno

Destino o Casulidad

La primera ves que Danny lo vio fue apenas cuando tenia diez años, estaban en el aeropuerto esperando su vuelo con su familia para volver a Nueva Jersey, el moreno de impresionantes ojos castaños, iba caminando detras de dos adultos que Danny creyo serian sus padres, a su lado una pequeña niña rubia mas pequeña.
El moreno giro su rostro hacia donde se encontraba Danny y por una fraccion de segundos sus miradas se conectaron, ninguno de los dos pudo evitar la sonrisa que se regalaron, ni pudieron evitar que su corazones se acelerarán.

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Steve caminaba por las calles de nueva York, tenia diecisiete años y estaba de excursión con su Instituto, realmente estaba aburrido de recorrer esas calles llenas de rascacielos, y calles abarrotadas de personas demaciado apuradas como para ver a sus costados.
Danny caminaba en direccion contraria, escuchando música por unos audifonos, concentrado en la letra de la canción no vio al chico con el que choco, ambos jovenes terminaron desparramados en la calles.
-Oye por que no... steve se quedo callado al posar sus ojos en los azules que lo miraban sorprendido.
-Disculpa... no te vi. Se escuso Danny. Admirando al moreno frente a el. De algun lado lo conocia.

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Danny llevo a su pequeña Gracie a la escula, ese dia irian de excursion, para ver a un barco de la marina, y alli conocerian a los marins el rubio detective fue seleccionado para ser uno de los padres responsables.
La fragata era impresionante, y Gracie estaba emocionada al ver el barco y mas aun a ver a las Marins, Danny casi sufre un ataque de nervios cuando su hija le comento que le gustaria ser marin cuando creciera.
La charla fue impartida por un teniente, junto con el Seal Steve J. Mcgarret. Danny se quedo sin respiración, sus ojos se conectaron Steve no pudo evitar sonreirle. Sus corazones saltaron al reconocerse y Danny no pudo evitar pensar que el marin se veia muy sexi en su traje de gala.

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Steve estaba realmente mal por la muerte de su padre, habia pasado a la reserva de la marina, para poder investigar tranquilamente la muerte de su padre, por que estaba convencido que Hasse pagaria por la muerte de su padre.
Llegar a su casa fue un golpe a su corazón, todos los recuerdos vividos, lo momentos en los que pasaba nadando junto a mary, cuando arreglaba el marquiz junto a su padre. Llego al garage totalmente destruido, se sentia culpable, se sentia arrepentido por haber perdido tiempo lejos de su padre.
Un ruido lo trajo a la realidad, detras del Marquis aparecio un hombre de baja estatura empuñando un arma.
-¿Quien eres? Exclamo Steve con su arma en mano.
-¿Tu quien eres? Hablo el rubio.
-Soy el teniente comandante Steve Mcgarret.
-Soy el detective Danny Williams.
Cuando ambos hombres bajaron sus armas y pudieron observarse las imagenes de los encuentros pasados les golpeo. Se sonrieron tiernamnete y Danny acorto la distancia entre ellos envolviendo al mas alto en un abrazo reconfortante.
-Lamento lo de tu padre. Exclamo el rubio detective.
-Gracias. ¿Eres el Haole que se encarga de la muerte de mi padre? Pregunto Steve.
-Danny, no Haole, y si soy el detective asignado.
-¿Me ayudarias? Pregunto Steve mirando al rubio con ojos de cachorro abandonado.
-Claro. Respondio Danny. -Aunque algo me dice que me arrepentire.
-Eso jamas. Afirmo convensido el marin.

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Ninguno de los dos sabia si era el destino o casualidad, pero ambos estaban convencidos que estaba escrito el que se allan encontrado.
Danny y Steve estaban parados uno a lado del otro tomados de la mano sonriendose y mirando al juez que los convertiria en esposos. Por que ellos simplemente se amaban.