Capítulo 10

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Me desperte de nuevo sobre la cama, cuando abrí los ojos solo vi a mi abuelo, en la mirada se veía que estaba aterrado, pero no entendía porque, yo me sentía bien de nuevo, con un poco de frío pero bien, Daisuke se acercó a mi, ne preguntó si me podía levantar, yo le dije que si y lo intenté, al levantarme entendí sus rostros aterrados, cuando saque mis brazos de debajo de la manta de la cama vi que estaban llenos de dibujos, líneas y lineas por todos los brazos que se entrecruzaban unas con otras, eran de un color hermoso, azul agua, pero no entendía porque me había salido en los brazos algo así, podría acusar a Daisuke de habermelo pintado mientras dormía pero a juzgar por su rostro igual o más aterrado que mi abuelo no podía creer que fuera él. Tenía curiosidad por ver si esos dibujos estaban por todo el cuerpo pero me levanté la camisa y me mires las piernas y vi que solo estaban en los brazos. Ellos estaban asustados pero a mi me parecía hermoso, me di cuenta que en el brazo donde tenía la marca, todas las líneas que formaban dibujos salían de ella. Cuando me di cuenta del tiempo que había estado revisando mi cuerpo, miré a Daisuke, me dio la impresión de que ya se había calmado un poco, le sonreí, la verdad es que me sentía mejor que el día anterior. Los médicos también estaban preocupados, pasaron días y días hasta que por fin pude irme de ese maldito hospital, Daisuke venía a verme siempre, después de clases por las tardes, venía a ver como seguía, los doctores no sabían explicar el porqué tenía esas marcas en los brazos, pero si me explicaron que no era el primero, que aunque no lo creyera, había más gente con esa característica. Mi abuelo también venía todos los días, se quedaba desde la mañana hasta la tarde, pero se notaba que desde la muerte de mi abuela no era el mismo, aunque no era para menos, llevaban 25 años juntos, habían compartido demasiados momentos juntos como para que fuese algo fácil de olvidar. Ojalá yo también pudiera encontrar algo así, un amor tan fuerte, que aunque se te ponga el mundo en contra luches contra todo solo por esa persona, que no quieras escuchar hablar a nadie más que a ella porque sólo te importa lo que piense esa persona de ti, sería algo muy bonito, y lo que tenían mis abuelos era muy especial, aunque yo no tuviera la mejor de las relaciones con ellos he de admitir que se querian muchísimo. En ese momento miré a Daisuke, estaba parado enfrente de la ventana, con la mirada perdida, me encantaba ver como el viento le agitaba el pelo, me vino algo a la mente... algo que prefería no recordar.
-¿Quedan dos semanas verdad?-pregunté, aún sabiendo que no quería saber la respuesta...
-¿Dos semanas? ¿A que te refieres? ¿ para que.... me vaya?- le costó decir la última frase, él sabía igual de bien que yo que me refería a eso, noté como mis ojos luchaban por no dejar salir mis lágrimas, no quería que se fuera, no quería perderlo, no aguantaría ni una semana sin él, si le pierdo....ya nada será lo mismo.
-Ken, no vas a perderme.- le miré con mis ojos llorosos, parecía que me había leído la mente, se acercó a mi y me abrazó.- eres una persona demasiado especial para mi, y pase lo que pasé voy a volver, no te preocupes.-me dio un beso en la mejilla al terminar la frase, lo que me hizo sonrojar mucho, él al verlo se rió....como iba a extrañar esa sonrisa. 《Daisuke no te vayas, por favor, te necesito》.Ojalá hubiera tenido el valor para decirle eso, pero no lo hice.

Me duele quererteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora