Capítulo 2

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A la mañana siguiente desperté temprano por la alarma.La apagué de un golpe y me levante dirigiendo me al baño.

Me bañe y salí vestida y ya lista.Mi vuelo saldría en unas horas.La verdad no tenia muchas ganas de ir y volver a Japón,me trae muchos recuerdos que quiero olvidar.

Coloque la ultima cosa en la maleta y me dispuse a salir.No me iría para siempre,esperaba.Así que dejaría algunas cosas para cuando volviera.

Ya en aeropuerto espere a que llamaran y me subí.El camino fue algo largo y aburrido,pero bueno ya estaba en Japón.

Recogí mi maleta y me dirigí a la salida donde supuestamente estaría mi abuela.Pero no solo había un hombre con un cartel que ponía mi nombre.

Me dirigí hacia él.Me salido y me abrió la puerta del coche.Insegura entre,seguramente es amigo de mi abuela.

Estábamos pasando por caminos que no conocía de nada.Esto seguro es el barrio rico de Japón.Por eso nunca estuve ni no conozco.

Me centre en las calles decoradas con hermosas flores y preciosos jardines bien cuidados.Vi como una niña corría por el patio siendo graba por sus padres.

Aparte la mirada rápidamente al recordar el accidente con mis padres,no quería recordar esos momentos tristes otra vez.Después de un rato llegamos a un enorme templo con una campana.

Baje y el hombre me entrego mis maletas para luego irse.Me resultaba extraño todo esto.¡¡Y si me había secuestrado!! Tendría que haberlo pensado antes de subirme al coche.

Suspire y me revolví la cabeza,porque tenía que ser tan idiota.De repente la puerta de la entrada se abrió y vi a mi abuela esperando me.

Suspire aliviada al no estar secuestrada,hubiera sido un problema.Tome mi maleta y me dirigí a mi abuela que estaba de pie con los brazos cruzados sobre le pecho.

Me paro delante suya y me quedo mirando la.¿En que estará pensando? Se la ve muy concentrada.

—¿Abuela?—la llamo interrogante.

No contesto así que decidí llamarla dando le un golpe pequeño en el hombro.Abrió los ojos y al verme me abrazo fuerte.

—Abuela me haces daño—me queje y cuando me soltó respire nueva mente.

—Cariño estoy tan contenta de volver a verte —sonríe de oreja a oreja— te he echado tanto de menos.

—Yo también abuela—le devuelvo la sonrisa,no muy sincera ya que no me gusta volver a mi antigua casa,Japón.

—Bueno entra te están esperando.

—¿Quienes?-me pare en seco.

—Ah jaja —ríe nerviosa — se me olvido comentarte este pequeño detalle.

—Abuela habla.

—El hijo de un amigo mío te vio en un periódico antiguo y pues quería retar te.

—¡¡Me has traído por un capricho de un niñato!! —dije alterada,no me podía creer que me haya echo esto.

—Solo quería ayudarte a que olvidaras todo lo malo que pasarte.

—Volver a lo que hizo el dolor no me ayudara.

—Con él seguro cambias de opinión — suspiro — intenta lo,si en un año sigues odiando lo no insistiré más-

—Un año no más.

Dicho eso entramos a la enorme casa.La abuela tenia amigos rico y no me había enterado.Mira a todo lados asombrada por la cantidad de trofeos de tenis y diplomas.

No sabía que uno de los mayores tenistas de la antigüedad hubiera sido amigo de mi abuela.

Mi abuela entro en un enorme salón.Yo seguía detrás sin emitir ninguna palabra.Paro en seco y una voz masculina adulta la saludo.

Me moví a un lado y vi a una pareja con dos chicos a sus lados.La mujer me sonrío al verme.Se levanto y me saludo con un fuerte abrazo.

—Tanto tiempo sin verte pequeña Sakuno—dijo al separase de mi.

Yo la mira extrañada ¿De que me conocía,no recordaba a verla visto antes?

—Oh perdón no me debes de recordar — ríe— eras muy pequeña cuando nos conocimos.Soy Rinko Echizen.

—Encantada— susurre avergonzada.

—No debes ponerte tímida—río junto con mi abuela— me recuerdas tanto a tu madre.

Mi pecho se oprimió al nombrar a mi madre.Agache la cabeza triste.
Nadie se dio cuenta.
Excepto dos personas.

Respire hondo y levante la cabeza con una pequeña sonrisa.Mi abuela me miraba preocupada.Ella sabía como me afectaba el  tema de mis padres.

—Bueno te presento a los chicos —intenta cambiar de tema al ver que no puse buena cara al nombrar a mi madre —El es Ryoga el mayor.

Señaló y uno de ellos,el alto claro,se levanto y se acerco a mi.
Tomo.mi mano y deposito un beso es ella.

—Estoy encantado de conocer a la chica que es un prodigio en el tenis.

Un escalofrío recorre mi cuerpo al oír tenis.
Trago nerviosa y le devuelvo el saludo con una pequeña sonrisa.
Parece que hoy va a a ser un día muy largo e incomodo para mi.

—Y el pequeño Ryoma

El tal Ryoma se levanta y se acerca a mi con su mirada fija y las manos en los bolsillos.
Al estar frente a frente dice:

—Tengamos un partido.

Me quedo helada ante sus palabras.¿Un partido?¿Ahora? Ni loca estaba retirada y todo el mundo lo sabía.

—No —respondo sin mas.

—Muy bien

Suspira sacando las manos de sus bolsillos.
Para mi sorpresa y para la de todos me toma como un saco y me saca a la parte trasera

Pataleo y grito para que me suelte pero no funciona,solo hace que me agarre con mas fuerza.
Este chico es insistente.
Me deja en el suelo al estar ya en la cancha.

La miro enojada pero a el no le importa solo de es la vuelta y toma dos raquetas.
Me da una y la otra se la queda.
Camina hacia el otro lado.

—Te he dicho que no voy a jugar que parte no entiendes —grito ya enojada a más no poder.

—No acepto un no por respuesta y menos de ti —responde señalando me con su raqueta — que quede claro no te iras a tu casa hasta no haber jugado un partido contra mi















Desafíos del destino (ryosaku)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora