Subí las escaleras de dos en dos hasta encerrarme en las cuatro paredes que conformaban mi cuarto, mi refugio en estos momentos de caos de mi vida, y, dejando de mala manera la mochila sobre el suelo, tomé mi celular y llamé a la casa de los Echizen. Podría haber ido directamente al haber salido antes que Ryoma-san, pero en ese momento no sabía lo que mi abuela había hecho sin mi consentimiento.
Los colores se me subían a las mejillas de tan solo ponerme a pensar que Ryoma estará leyendo el reportaje que me hicieron dos meses antes del accidente.
La vergüenza no podía ser mayor.
Él sabría los motivos por los que dejé de jugar a tan temprana edad siendo una de las mejore.
No podía dejar que viera esa noticia, era demasiado personal algunas de las cosas que había en ese reportaje. No mencionaba nada relacionado con mi vida privada, cierto, pero había otras cosas que sí mencionaba sobre mi vida cotidiana. Mis padres no habían muerto en ese momento, pero mencioné que si llegaba a ocurrir algo chocante para mí dejaría de jugar.
Dos meses después mis padres murieron y dejé de jugar para siempre.
No me siento a gusto al saber que Echizen tiene la entrevista en sus manos.
Iba a matar a mi abuela por meterme en este problema.
Ella me dejó en claro que nunca mostraría algo mía nadie que no fuera de confianza para mí, Echizen no es nada mío y nunca lo será.
—Vamos, vamos, contesta —Los nervios me comían entera al no recibir respuesta al tercer tono.
Colgué y volví a llamar esperando que esta vez alguien conteste.
Una voz masculina me contesto con un "diga". Por el tono y las pocas ganas supuse que sería Ryoga, el hermano mayor de Ryoma-san.
—Buenas, soy Sakuno Ryuzaki, una de las compañeras de tú hermano, me lo podrías pasar unos minutos, necesito hablar con él.
A este punto ya me estaba arrepintiendo de haber llamado. No tenía ni la menor idea de que decirle si me lo pasaba.
—Me parece que se acaba de ir —contesta—. Pero si quieres le digo que valla a tu casa y habláis ahí.
El doble sentido de la frase se vio con claridad.
—Adiós —cortante colgué y me tiré en la cama.
Me llevé las mano a la cara y pataleé hasta levantarme de nuevo. Lamentarme no me servirá de nada, debo enfrentar a lo que me he estado ocultando todos estos años, debo dejar de temer a la realidad y dar un paso a delante sin miedo de poder caerme de nuevo.
Esta no es la Sakuno que mis padres educaron para ser la mejor jugadora de tenis femenino. No, esta Sakuno es una niña de cinco años que teme enfrentarse a lo que la vida le da.
Todo son golpes, y muchos serán tan dolorosos que si no los superas te harás una marca enorme. Eso no a sido muy buena referencia al caso, pero bueno, yo me enciendo.
—Sakuno Ryuzaki es la mejor jugadora de tenis femenino del país; Sakuno Ryuzaki no le teme a nada salvo a la muerte; Sakuno Ryuzaki tiene miedo de enfrentarse a lo que ha estado escondiendo durante este tiempo entre sonrisas y agradecimientos falsos...
La que he estado mostrando todo este tiempo no he sido yo, ha sido la cara destruida de la Sakuno pasada.
—Qué va a hacer ahora.
El timbre de la casa me alarma, no esperaba visita de nadie hoy, la abuela se quedaba hasta tarde en la prepa por algunos del club, qué raro es esto.
Bajo las escaleras con cuidado de no caerme de cara contra el suelo, más de una vez me ha pasado, y miro por la mirilla para ver quién es la persona que llama a estas horas; eran las cinco de la tarde, pero bueno, para mí era tarde.
Ryoma, con un semblante serio, se encuentra detrás de la puerta,esperando a que le habrá.
Help, people, I need help in this moment.
Olé, yo y mi inglés en estos momentos, genial.
Continuará...
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Desafíos del destino (ryosaku)
FanficSakuno era una de las mejores jugadoras femeninas de tenis hasta que un trágico accidente hace que se retire. Años después, una persona oye hablar de ella y decide que sea su oponente.¿Qué pasara cuando estos dos se junten?¿Soy capaz de cambiar su d...