Capítulo 11

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Ryoma


Nos encotrábamos todos en la estación esperando a que ambas Ryuzaki's llegaran para irse después de unos días locos para ellas. Nadie diría que yo he podido ayudar después de todo lo sucedido con la nieta de la entrenadora. Sakuno (ahora puedo llamarla con más confianza) a ido tomando un cambio conmigo. No dejó de lado su lado seco con respecto al tenis, eso seguía igual, pero si cambió su forma de verme y hablarme.

Ya no jugabamos al tira y afloja.

Nuestras conversaciones eran más normales. Hablabamos de todo un poco, sin meter el tema de su viaje o sus padres en ningún momento. En las noches, revisaba la entrevista que sale en esa revista. Papá me las esconde para que no me coma la cabeza más de lo normal, mientras que mi madre me habla de todo lo relacionado con ello.

Ella quiere que la saque de ese bucle en el que se encuentra.

Hasta la misma Sakuno quiere salir de allí.

-Por ahí vienen -gritó Inui ajustando sus gafas.

Todos nos volvimos hacía donde veía nuestro amigo. Quedé de asombrado por el cambio de vestuario que llevaba la castaña.

Ella era de llevar cosas sueltas, nada de apretado por ese recuerdo a su pasado, pero, llevaba casi algo parecido a un traje de tenis femenino.

-Wuau, pequeña, estas -Eiji-senpai alagó el cambio de la castaña.

-Un gran cambio, pequeña Sakuno -salió Fuji también en lluvia de cumplidos para ella.

Me quedé viendo desde atrás como las rodeaban y las ayudaban con las bolsas. Todos las acompañamos hasta donde pudimos, los guardias no dejaban pasar más de lo permitido si no tenías billete. Quedan como una media hora para que su viaje empezara, pero sabiendo como eran ambas, decidieron venir antes así no perderían el tren.

-Gracias por la ayuda, muchachos -Ryuzaki mayor nos juntó a todos en un abrazo grupal-. Tener cuidado, sobre todo los que estáis al mando de todos.

Nos miró a Momo y a mí en especial. Ambos miramos a otra parte menos a la entrenadora. Desde lo lejos, pude ver como dos figuras femeninas corrían hacia nosotros. Eran Tachibana y Osakada. Como olvidar a las dos amigas de Sakuno.

-¡¡Sakuno-chan!! -los gritos agudos de Osakada hicieron que la mayor parte de los que pasaban por nuestro alrededor se taparan los oídos y nos vieran-. ¡Te vamos a echar de menos!

-Tomoka, tranquila, solo me voy unos días, no es para siempre -justifico la castaña relajando a si amiga.

-Ya, pero... -la cara de cachorro de Osakada hizo que Sakuno la abrazara de nuevo.

Tachibana estaba con Momo. Él solo podía ver al suelo disimulando las manos unidas de ambos. Nadie en el equipo sabía que entre estos dos había algo de verdad, no solo rumores que corrían por los demás. Al comienzo sí, eran solo eso: rumores, pero ahora las cosas cambiaron para ambos.

Guardé mis manos en mis bolsillos de la chaqueta y reí un poco al ver lo feliz que se veía mi amigo.

-¿Qué le hace reír al serio Echizen? -La entrenadora aparece a mi lado.

-Ah, nada, solo recordaba un chiste de Momo. Nada más.

Se paró a mi lado manteniendo la postura viendo a su nieta. La vi a ella también. Sakuno reía con todos. Se divertía.

-Se a olvidado de ello -dije de la nada-. No del todo, pero de algo a podido escapar, ¿verdad?

Un suspiro y una risita por parte de la entrenadora me a ver que no estoy equivocado.

-Sakuno es fuerte, pero aún no se puede enfrentar a ello directamente...

-El tenis le quitó a sus padres. Es normal que no... vuelva a jugar en mucho tiempo por ello, pero no debe...

-¿Quedarse viendo como ese miedo sigue creciendo?

Asentí.

-Ay, Ryoma, si tan solo supieras cuantas veces se ha dicho eso Sakuno desde que perdió a sus padres. Le duele verme jugar y pensar que me podría pasar lo mismo. Ella es así. En vez de ver por ella ve por los demás. Sakuno quiere jugar, quiere volver a sentirse como en aquel entonces, pero tiene miedo de que...

Calló. Sabía lo siguiente que iba a decir. Sakuno tenía perderse a ella esta vez, o peor, de nuevo a alguien cercano.

Entendía los miedos se la castaña mejor que nadie. Por el tenis yo también había perdido a alguien importante, pero, sabía que por ello estaría más unido a él. Más que cualquier otra cosa. Sakuno era algo parecido. El tenis la unía con sus padres y con cada uno de sus recuerdos con ellos, algo así no podía perderse por miedo.

Ya comenzaron a llamar para subir, así que ambas mujeres se prepararon para entrar de una vez.

Me acerqué a Sakuno y la tome la mano. Todos nos veían esperando algo por mi parte, pero ni yo mismo sabía qué iba a hacer.

-¿Pasa algo, Ryoma-kun?

Su perfume pasó por todo mi cuerpo impulsándome hacía delante. Sin que ella ni yo los esperásemos, besé su mejilla despacio. La suave sensación de su piel contra mis labios aliviaba el no volver a verla en está semana, Nunca me había sentido así con alguien. La castaña se sonrojó y siguió a su abuela corriendo, avergonzada por la escena que acababa de protagonizar delante de todo el equipo.

Todos nos quedamos viendo como subían hasta que el tren se fue perdiéndose a lo lejos.

En una semana volverían, eso no era mucho tiempo, nada interesante pasaría.


Continuará...

Uy, Ryoma, si tan solo supieras qué va a pasar esa semana en la que las mujeres no están JAJAJA.

YA CASI LLEGAMOS A LOS 2K EN LECTURAS!!!!!! OMG!! MUCHAS GRACIAS POR TODO!!


Desafíos del destino (ryosaku)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora