CAPÍTULO 10 | ABRAHAM

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Entro a la sala y de inmediato visualizo a Maya. 

Ahora mismo podría ir con ella y abrazarla. Pero no.

Cuando me doy cuenta de la situación, Samuel Morrison y Ethen Morgan están desafiándose con la mirada.

—Si te atreves a tocar a mi hija... —el líder de los Morrison se calla.

— ¿Qué? —pregunta Ethen, vacilando.

—Nicole Morgan no va a disfrutar de los simples placeres de la vida —amenaza—. ¿Le has hecho una fiesta ya? Porque podría ser la última.

—Antes de hablar de mi hija, te lo piensas dos veces —advierte el rubio, antes de sacar su arma y apuntarle.

Samuel y sus hombres hacen lo mismo. Así que, casi por inercia, los del tratado nos ponemos a la defensiva.
Estamos todos apuntándole a los Morrison.

El tratado era así: si uno ataca, todos respondemos. Nos ayudamos mutuamente. Si alguien tiene problemas, debemos apoyar a quien sea.

—Sofía, saca a Nicole de aquí —pide Hannah, y se llevan a la niña sin replicar.

—Tenemos a tu hija, Samuel. Será mejor que lo dejes estar —interfiere Ana.

Samuel le apunta y Maya se pone delante de su líder.

—Ten cuidado —dice mi ex-novia.

—Ustedes dañaron a mi hija. Mi nieto murió en esta maldita casa, y Alejandra también. Ella dejó de existir el día que le quitaron la dicha de ser madre.

—Fue Kalin el que atacó, ¡Y Alejandra lo apoya! —masculla Ethen.

— ¡Tú tenías que protegerla, por una maldita mierda! Yo te confié a mi única hija...

Entonces todo queda en un incómodo silencio, y Tate entra junto a Josh.

—No van a matar a mi hermana —afirma Tate.

Maya baja el arma y se para a su lado, ante la mirada de asombro de todos los del Búnker Rosa.

—Sé que estuvieron de acuerdo con las reglas del tratado, pero ella no se encuentra estable. Perdió a su bebé —dice Maya.

—Firmaron sabiendo las consecuencias. Ella tiene que pagar su traición —contraataca Renzo.

—Quiero que me den a mi hija, y me la llevaré lejos de aquí. No volverán a oír de ella.

—Eso no es posible —habla el líder de otra mafia.

—Alejandra Morrison es un peligro para el tratado. Puede llamar la atención y eso no nos conviene —sisea Hannah.


— ¿Eres capaz de hacer todo por Nicole, verdad? Pues yo haría exactamente lo mismo por Alejandra —espeta Samuel.

—Ethen —habla Josh—. Siempre has ayudado a mi familia económicamente, y sabes que te lo agradezco. Pero esta vez quiero pedirte algo que no tiene nada que ver con eso...

—Josh, sabes que no puedo hacerlo...

—Deja que me vaya con ella —finaliza su petición con un tono de súplica.

—A menos pensemos esto —digo al fin.

—Salgan todos. Esto es decisión de los que firmamos el tratado —masculla otro de los hombres aquí.

Todos bajan sus armas, y las cabecillas de cada mafia se quedan pensando la respuesta que darán.

Las personas aquí afuera hacen alboroto comentando qué era lo que podía llegar a suceder.

—Abraham... —me llama Josh.

—Oye, te prometo que ayudaré a Alejandra todo lo que pueda. Ahora será mejor que vayas con Sofía y Nicole.

—Pero...

—Están solas, Josh. Las cosas aquí se pueden poner mal, así que procura llevarte a Hannah también.

Él, sin más que hacer, termina por aceptar. Hannah tampoco se niega, pues seguro que lo único que quiere ahora es la seguridad de su hija. Ahora sólo me quedaría sacar a Maya de aquí, lo cual de por sí es casi imposible. Y no solamente porque no quiero hablarle, sino porque es terca del culo y no me hará caso. Como siempre.

Decido ahorrarme el disgusto de tener una discusión más con ella, y me quedo esperando -al igual que todos- la respuesta de los que están en la reunión.

(...)

El primero en salir de la habitación es Ethen.

—Tenemos que estar alertas —es lo primero que me dice—. Samuel ha dejado el tratado.

Mierda. Mierda.

Los chicos no esperan más e ingresan a ver qué es lo que sucede, y entonces aprovecho para hablar más claro con mi líder.

—Alejandra no va a morir, Ethen. Me la suda lo que han quedado, no lo voy a permitir.

—Escucha, yo tampoco quiero muera. Sé que Josh la ama, pero no puedo hacer más.

—Si quisieras sí que lo harías —ataco.

—Abraham...

—Es por Josh, maldición. Él nunca te ha fallado.

Se lo piensa unos instantes.

—Bien, pero hablaremos de esto con Josh. Debe hacer que ella desparezca como sea. No importa en qué lugar, pero debe estar lo más lejos del tratado.

—Vale, vale. Yo me encargo de eso.

—Por ahora sólo puedes saber que ella está bien, y que hemos acordado allí dentro lo más lógico: matarla. Si ustedes no la llevan lejos, no me haré cargo de lo que le pase. Los del tratado no saben que yo la tengo, pues le he dicho que se escapó. Iniciarán la búsqueda mañana.

— ¿Qué ha dicho Samuel?

—Ya te imaginas, amenazó con vengarse. Mañana también haré que Hannah se regrese a Northpot.

—Hablaré con él.

— ¿Te has vuelto loco? —me dice de inmediato.

—Si es por Josh haría lo que fuese necesario. Es mi hermano.

—Bueno. Yo debo irme a ordenar todo. Encárgate de que todos se marchen.

**

Holii, GRACIAS POR SEGUIR AQUÍ.

Este capítulo no es intenso, but quería que se plantearan qué pasará con Alejandra ahora.

#SeIráConJosh

#LaMatarán

Y qué tal con Abraham y Maya, eh... ¡YA VERÁN LO QUE PASA EN EL SIGUIENTE CAPÍTULO!

¿Maya debería rendirse ante su venganza?

#Sí

#No

Hasta pronto grillaaaaas.

—Evelyn.

Trust me (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora