Observo a Liana, después al reloj, luego miro al profesor Vites y repito los pasos anteriores, una y otra vez. Tan solo faltan cinco minutos para que se haga realidad lo que he trabajado todos estos años, mi graduación del instituto. Ya tenía un par de ofertas universitarias en Canadá, como también en los Estados Unidos, España y Francia. Me había esforzado para eso, me lo gané con trabajo y esfuerzo.
Repaso los puntos a observar: Liana, reloj y profesor Vites. Mi mejor amiga me mira con ansiedad, el reloj marca las dos y cincuenta y nueve, Vites ya nos dice sus últimas palabras como nuestro profesor. La alegría bulle en mi interior, mi corazón late rápidamente y mis manos sudan. Cuando el profesor Vites se queda en silencio la campana suena y nosotros aventamos las hojas que teníamos en nuestro pupitre al aire mientras gritamos en vítores. Liana se acerca a mí envolviéndome en un fuerte abrazo.
—¡Ya estamos fuera de este recinto carcelario!—me río por como llamó al instituto—. ¡Estoy tan feliz!
—¡Yo también estoy feliz! No soportaba más las clases.
Tomamos nuestras cosas, Liana enreda su brazo con el mío y juntas salimos entre la multitud de estudiantes que se están abrazando y felicitando por este nuevo éxito.
—Ahora solo queda el baile y la graduación—masculla ella como si nada.
—Para mí solo la graduación.
Liana nos detiene, me mira con el ceño fruncido.
Hace unos días le advertí que no iría al baile. Por simples razones: odio maquillarme, colocarme tacones y los vestidos, ¡ah! Y no tengo una cita. Liana al contrario amaba toda esas cosas y por supuesto tenía una pareja para mañana en la noche. Según muchos chicos yo era una empollona que no salía de una biblioteca, tal vez era cierto, pero no tenía la autoestima tan baja para sentirme mal por aquellos comentarios, realmente me daban igual.
—Vas a ir, te necesito ahí.
—No, Lia, no voy a ir y nadie podrá convencerme de ello—y con eso zanjo la conversación. O eso pensaba porque Liana sigue insistiendo.
—¡Es tu último baile, Hanna!—protesta ella—. Además escuché que Liam West tiene el ojo puesto en ti.
—Pues escuchaste mal, Liam West irá con Tiffanny Henderson al baile.
Retomo mi camino escuchando los pasos y los resoplidos de Liana, al estar fuera del instituto veo como muchos están reunidos en pequeños grupos supongo yo haciendo planes para esta noche o ultimando los detalles para el baile. Al no sentir más los pasos de Liana tras de mi me doy la vuelta encontrándome que está hablando con su cita de mañana por la noche, Richard. Ellos dos se ven muy bien juntos. Liana posa sus ojos en mí y hace un gesto de disculpa, sonrío y sacudo mi mano despidiéndome de ella.
Empiezo a caminar hacia mi casa, en el trayecto solo podía pensar en lo que me deparaba el futuro, quería estudiar administración de empresas, me encanta esa carrera. Sé que llegaré a ser una mujer con mucho poder.
Cuando traspaso la puerta de casa una multitud de personas me recibe, papá y Patty, mis hermanos y los intocables, al menos parte de ellos porque no están todos.
—¡Felicidades!—gritan al unísono.
Me acerco para abrazarlos uno a uno, con mi rostro bajo por la vergüenza. Hasta que siento el pequeño cuerpo de una mujer que tiene un perfume que reconocería en cualquier lugar, levanto la mirada encontrándome con ella.
—¡Sophie!
¡FELIZ AÑO NUEVO A TODOS!
Primer capítulo del año, estoy emocionada. Tengo altas expectativas con este libro <3
No voy a tener días establecidos de actualizaciones, lo haré cuando pueda y cuando Hanna me hable al oído exigiéndome atención. Aunque no creo que tarde mucho en hacerlo. Las dedicaciones esta vez las haré completamente al azar por ser este el último libro de la saga.
Creo que ya muchos vieron la publicación en el grupo de facebook y en el instagram, es algo en lo que estoy trabajando fuertemente y en el que estoy ansiosa de que lean. Estoy segura de que mi bebé Blake las enamorara :)
Ahora, este capítulo va dedicado a Tiara, otra de las personas con las que más he hablado y a la que le tengo mucho cariño :)
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Entre campanas de boda| Los Intocables #8
Short StoryNo es necesario haber leído los libros anteriores para entender #ECDB, pero lo recomiendo para que disfrutes más de la lectura y conozcas a nuestros chicos. Tenía diez años cuando lo conocí, él era mucho mayor, en su corta estadía en mi casa pude ap...