Capítulo 26.

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Sentada en el restaurante en que trabaja Fran espero a que se cumpla su horario. Hoy me invitó a dar una vuelta por el centro comercial, ya que el tiene que volver a su puesto en una hora. No me quejo, eso es mejor que no poder compartir ningún momento con él. Realmente quiero conocerlo, se ve que es buen chico.

Mi teléfono zumba indicando que tengo un mensaje, uno de Gaston para ser específicos.

Ma petite fleur, ¿donde estás? Sophie me dijo que saliste hace un rato. Vine para invitarte a ir al cine.

¿Al cine? ¿Gaston Bonnet me esta invitando al cine? Vale, curiosamente no estoy hiperventilando, pero eso no significa que mi venita de enamorada de mi amor platónico no palpite. Rápidamente escribo una respuesta para él.

Si, estoy afuera desde hace un buen rato. Estoy en el restaurante donde trabaja Fran, me invito a salir.

No pasan más de dos minutos cuando me contesta.

¿Fran? ¿El mesero que conociste en el aeropuerto?

Si, estaremos un rato en el centro comercial.

Pasan dos, cinco... diez minutos y Gaston ya no responde. Me encojo de hombros para luego devolver mi teléfono en el bolsillo del pantalón. No pasa mucho tiempo cuando Fran se acerca a mí con una sonrisa y me dice que ya podemos irnos. Caminamos en silencio hasta llegar a una heladería, él hace nuestra ordena, ron con pasas para mí y menta para él y, luego nos sentamos en una de las mesitas que se ubicaban en el lugar.

—Yo... Uhm... Estoy feliz de que tu aceptar mi invitacion—su forma de hablar inglés me da mucha ternura, les juro que tengo ganas de apretar sus mejillas.

—Hemos hablado muy seguido, en cualquier momento teníamos que vernos en persona.

—Y cuéntame, ¿de qué parte de América vienes?

—Soy de Canadá.

—¿Y no hablas francés?—cuestiona sorprendido. Lo entiendo, ¿cómo demonios una chica canadiense no sabe hablar ni siquiera un mínimo de francés?

—No me hagas sentir mas tonta, Fran—contesto sonrojada.

—No, no, yo no... Uhm... ¿querer? Uhm... Que tu te sientas... ¿cuál era la palabra?... Uhm... ¿incómoda?

—No estoy incómoda—lo tranquilizo con una sonrisa después de tomar un poco de mi helado—. Pero si quieres saber nunca asistía a mis clases de francés, nunca cruce al lado francófono del país y por supuesto, nunca quise aprender el idioma.

—¿Pir qué?

Dudo en responder pero sus ojos me inspiran confianza asi que lo hago.

—Mi madre era parisina, murió cuando era una niña. Supongo que quise cortar mis raíces francesas e inicie con el idioma—me encojo de hombros mientras evito su mirada—. Volver aquí fue todo un reto, saber que mi mamá estuvo en cada uno de estos lugares... Que vivió su infancia y adolescencia en este lugar... Odio no poder haber compartido el tiempo suficiente con ella, pero lo que mas odio es no querer saber más sobre su cultura, su vida, su pasado. Me siento como una mala hija.

Me detengo cuando veo sus ojos fijos en mi, me sonrojo. No debí desahogarme de esa manera con él, me disculpo con Fran antes de seguir disfrutando mi helado.

—No te preocupes, soy bueno escuchando. Pero tu hablar muy rápido—suelta una risita.

—Lo siento, en serio.

No se porqué pero no me siento cómoda, tal vez porque dije aquello de mi madre, temas de los cuales no me gusta hablar. El resto de la velada traté de hablar con Fran y el tarzaneo que antes me parecía tierno ahora es completamente irritante. Quizás no es lo mismo hablar con una persona detrás de una pantalla que cara a cara.

Cuando es momento de que él vuelva a su trabajo, nos despedimos en la puerta del restaurante con un abrazo y con la promesa de que volveremos a salir y nos mantendremos en contacto. Vale, no era la mejor cita que haya tenido —Y no es que haya estado en muchas—. Antes de dirigirme a la salida mi teléfono suena con otro mensaje, es nuevamente Gaston.

Ese niño no sabe lo que es llevar a una chica a una cita. ¿En serio se despidieron en la puerta de su trabajo?

Frunzo el ceño, ¿cómo sabe eso? ¿Él está aquí? Empiezo a mirar a todas partes cuando lo veo sentado en un cafetín al otro lado de donde me encuentro. Con una pequeña sonrisa de incredulidad me acerco.

—Hola.

—Hola, petite fleur—sonríe—. ¿Qué tal tu cita?

—Pudo ser mejor... pero no me quejo.

Toma el último sorbo de su taza de café y luego se levanta.

—Entonces vamos, Hanna. Vamos a llevarte a tener la mejor cita de tu vida.

Momento de fangirleo porque se viene la primera cita de #Haston

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Momento de fangirleo porque se viene la primera cita de #Haston

¿Les gustó el capítulo? ¿opiniones? ¿criticas constructivas o destructivas? ¿mensajes de muerte? xD

Ahora, he estado haciendo una lista de las personas que les dedicaré los anteriores y próximos capítulos, asi que necesito que escriban aquí un YO si aun NO te he dedicado un capítulo. Los leeré y veré quienes han sido los que han comentado en los últimos capítulos para verificar si mi lista está buena.

Este capítulo es para natiedlp :)

Sin más que decir, nos leemos, intocables ❤

Entre campanas de boda| Los Intocables #8Donde viven las historias. Descúbrelo ahora