Capítulo 43.

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Me despierto gracias a una terrible punzada en mi cabeza. Suelto un quejido mientras trato de moverme en la cómoda cama, pero un brazo me sujeta de la cintura impidiendo que pueda hacerlo. Miro hacia mis espaldas encontrándome con un dormido Gaston y es en ese momento en que me asusto.

¿Qué hace Gaston en mi cama?

Levanto la suave sábana blanca que nos cubre y me tranquiliza ver como tengo mi ropa puesta, pero nuevamente me alarmó al ver que mi vieja pijama es la que me cubre. Otra pregunta se formula en mi mente.

¿Gaston me cambió de ropa?

No me da tiempo de siquiera pensar en otra cosa cuando un líquido amargo se acumula en la parte trasera de mi garganta pidiendo salir. Con todas mis fuerzas me aparto de mi novio y corro rápidamente hacia el baño poniéndome de rodillas y dejando salir todo en el inodoro.

Arcada tras arcada, más líquido que seguramente en el pasado fue vodka, ron, un poco de cerveza y tal vez los tres chupitos que recuerdo haber bebido. Unas manos toman mi cabello evitando que éste se llene del líquido asqueroso.

—Tranquila, Hanna. Déjalo salir todo.

Y como si sus palabras fueran una orden, mi estómago vuelve a regurgitar más de lo que había tomado ayer. Se que esto lo dicen todas las personas pero: Más nunca volveré a tomar.

—Me duele la cabeza—puedo decir con mi rasposa voz.

—Te traeré una aspirina y algo para que llenes tu estómago.

Gaston sale del baño y yo me encargó de descargar el inodoro y cepillar mis dientes. Me acuesto nuevamente en la cama sin importarme que es la del cuarto de Gaston. Es cierto, ya había dormido en otra ocasión aquí pero yo estaba de acuerdo con eso. Esta vez yo estaba muy borracha para decidir.

Una nueva pregunta se forma en mi cabeza, ¿como llegue aquí?

Los recuerdos de la noche anterior llegan a mi como flechazos, las palabras de mi hermana mayor diciéndo que me soltara la melena, yo probando trago tras trago, Gaston vestido de bibliotecario sexy y... yo vomitando en los pies de Daisy.

Gaston entra nuevamente a la habitación con un vaso de agua en una mano y una banana en la otra.

—Tómate la aspirina y luego come la banana, tiene potasio y te ayudará a recuperarte

—Gracias... Señor stripper.

Petite fleur, si me amas, nunca me recordarás lo que pasó anoche.

—Aún tengo lagunas.

—Pues espero que sigas teniendo lagunas—se recuesta a mi lado—. ¿Con que un restaurante tranquilo?

—¿Con que una noche tranquila en tu apartamento?—contrataco sentándome de golpe para tomarme la pastilla.

—¡Todo fue culpa de Bart!

Eso es un detonador para que yo explote en carcajadas.

—¡Hanna, no te rías!

—Es que... Es que... ¡Nunca olvidaré como saliste vestido de esa manera en un club de strippers!

—Si, no fue uno de mis mejores momentos.

—Pues yo creo que fue caliente... deberías renunciar a la editorial y dedicarte al... Arte de desnudarte.

—Puedo dedicarme al arte de desnudarme—ronronea él en mi cuello—, pero me gustaría más que fuera en privado. Solo tú, yo y una cama.

Vale, ¿es normal sentir esas cosquillas en mi vientre?

Ay Dios mío, 1369, tenemos un 1369. Si señores, ese es el código de unas inminentes bragas mojadas.

***
Ya saben, ahora cuando tengan un código de bragas mojadas solo deben decir 1369 xD ¿O es muy obvio?

Espero mas tarde poder subir el otro capítulo, así que preparanse 7-7

Capítulo dedicado a LudmilaYeri, espero que te haya gustado :)

Nos leemos en un rato.

Simy x

Entre campanas de boda| Los Intocables #8Donde viven las historias. Descúbrelo ahora