Flower Boy

Angelique

Llegamos a las fiestas de Halloween y yo estaba cordialmente invitado a la reunión de los Collin, no tanto para disfrutar de la fiesta sino para pasar un rato con Kuroo y ayudar en lo que se pudiera pues sabían no era mi tipo de ambiente.

- ¿De qué te disfrazaras para la fiesta, Kenma? - Hinata también iba a ir, aunque definitivamente él iba para tomar revancha con Charlotte en monopoly.

- No me siento particularmente emocionado por disfrazarme.

- Pero si es muy divertido, yo iré de fantasma.

- Mm... no sé de qué podría disfrazarme, no me siento muy motivado.

- Puede ser de lo que sea, de algo que te guste por ejemplo - Kuroo regreso de la cocina con un plato de papas y frituras para que comiéramos mientras empezaba la película.

- Quizá puedas disfrazarte de caperucita roja y yo seré tu lobo feroz - Seguido de eso hizo un ademán como si tuviera garras con las manos -, pero ya enserio, sería bueno que encontraras algo con lo que te sientas cómodo.

- Bro~ de gatito, ponle unas orejas de gato y una colita y ¡Bam! disfraz perfecto.

Había descubierto que Bokuto era un chico agradable y de mente bastante simple, me caía bien, las clases se habían hecho ligeramente más entretenidas con él a mi lado, aunque era un constante recuerdo de que estaba ahí solo para cuidarme de quien sabe quién. Igual y se había terminado uniendo a la bolita de gente que se reunía en mi casa los fines de semana a ver películas (Elizabeth me había regalado una televisión, al principio la rechace pero literalmente un día llegué y el aparato estaba ya acomodado e instalado en la sala de mi apartamento) y acabar con lo que fuera había en mi alacena.

Un día antes de la fiesta de Halloween, en una de mis compras express para reponer los suministros en mi casa me encontré con uno de los chicos que me aventaban bolas de papel en los pasillos y se reían cada vez que abría el casillero y algo vivo (o muerto) salía de ahí, platicando con Sajani. Él estaba muy cerca de ella y digamos que la morena no parecía precisamente cómoda con su presencia.

- ¿Por qué no me dejas molestarlo incluso en la calle? ¿Acaso te gusta o algo?

- No, John, por favor, solo déjenlo ya en paz, Angelique se va a molestar mucho cuando se enteré de esto.

- Te recuerdo que ella fue la primera que llegó a decirnos a todos que Tetsuro se andaba acostando con uno de los Intangibles, y se veía muy dolida - "Así que sí fue ella" pensé.

- Estaba ebria, no la puedes culpar, además...

- Ebria y drogada hasta el culo - El chico se rio satíricamente - Bueno, aunque tú ya debes estar acostumbrada a eso ¿No? Siempre es lo mismo con ese angelito.

- John, te suplico que dejes en paz al pobre chico, él no te ha hecho nada y estoy segura que a Angelique tampoco, simplemente se le soltó la lengua y ya, no creo que ella haya querido decir lo que dijo, y en caso de que sí, no te lo hubiera dicho a ti. - El muchacho de brazos grandes y piel bronceada golpeó el estante donde se encontraba apoyada la espalda de la muchacha, Sajani solo se encogió de hombros y cerró los ojos.

- No me importa si Angelique es la hija de quien sea que tenga que ser o si es tu amiga, me da igual, vi una oportunidad de oro para molestar de nuevo a alguien tan patético como ese chico y no la iba a desaprovechar.

- Sabes que si Angelique se entera de esto estas acabado en la escuela.

- No me empieces a amenazar, Sajani, sabes que no me molestaría ser expulsado por darle unos cuantos golpes a ese enclenque. Me molesta.