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Capítulo 24: Tiempo

En el capítulo anterior

-Bueno... no lo hago porque me gustes o porque esté enamorado de ti ni nada por el estilo, cl-claro q-que s-si no siente lo mi-mismo por mi podemos olvidar todo esto y pretenderé que no me gustas ni nada

-T-tú también me gu-gustas... de hecho, he estado enamorado de ti desde hace ya bastante tiempo, Naruto.

-Entonces, tengo un motivo para quedarme en Konohagakure

-Deberías ir además yo también me voy de la aldea, pero no sé por cuánto tiempo.

-Hinata: juro que te esperaré-ttebayo, así como tú lo hiciste conmigo. Estoy dispuesto a esperarte toda una vida si es necesario porque tú eres y siempre serás mi primer gran amor.

Y con esas últimas palabras, Naruto Uzumaki se despidió de Hinata Hyuga para ambos partir a sus respectivos destinos. Solo un poco de tiempo, y ambos podrán vivir la historia de amor que todo humano anhela y merece.

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¿Qué es el tiempo? ¿Una especia de medida? ¿Una pregunta filosófica? Cada persona podría dar una respuesta diferente según sea su forma de ser, sus estudios, sus preferencias o creencias. Una pregunta con una infinidad de respuestas.

¿Qué es el tiempo?

Para Uzumaki Naruto había sido un simple pestañear: hace unos segundos se había despedido de su primer amor Hyuga Hinata, emprendiendo así un viaje a Tokio; y dos años después, al término del posgrado que su madre había tomado en dicha ciudad, finalmente estaba de vuelta en su amada Konohagakure.

Nada más que un simple pestañear para estar de vuelta en aquella aldea e iniciar primer año de preparatoria.

-¡Uzumaki regresó! –Aulló Inuzuka Kiba en el receso- ¿Qué tal Tokio? ¿Qué dicen las chicas?

El rubio soltó una carcajada. Sabía que ya no eran jóvenes, ahora la calentura se apoderaba poco a poco de la mente de sus amigos –Te mandan saludos, perro

Sentía bien estar de regreso, ver a sus viejos amigos: Uchiha Sasuke, Haruno Sakura, Nara Shikamaru, Akimichi Chouji, Yamanaka Ino, los hermanos Sabaku; incluyendo a los viejos amigos de Hinata, Inuzuka Kiba y Aburame Shino quienes, con la partida de su amiga de ojos violeta, se habían integrado oficialmente a aquél gran grupo.

Nada fuera de lo normal había pasado en aquél pestañeo de dos años, los cambios físicos se habían hecho presente en sus compañeros, poco a poco dejaban de ser aquellos jóvenes de 13 – 12 años, la edad les estaba favoreciendo y estaban en el punto exacto de su juventud, rondando quince años para alocarse como los jóvenes que eran.

-Hombre, se siente bien que estés de vuelta, Naruto –exclamó Kankuro- ¡hay que celebrarlo!

Sí, se sentía bien estar de vuelta. Quería celebrarlo, pero una parte pedía a gritos ver a Hinata, sabía que iba a ser imposible por el momento; por lo que tendría que esperar un par de pestañeos más para volver a encontrarse con su primer gran amor.

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La ciudad y el pueblo eran completamente diferentes, y Naruto bien lo sabía. En primero estaba Tokio, lugar donde todo ocurría de una forma en la que, si no pones atención te puedes perder momentos importantes que la ciudad tenía para ofrecer. Por otra parte, estaba Konohagakure, lugar donde casi nada nunca pasaba y no hacía falta estar atento para vivir cada una de las nuevas experiencias.

Sus tres años de preparatoria habían sido ¿buenos? ¿Malos? Normales, era la respuesta. Viejas personas habían aparecido en su vida como su prima Uzumaki Karin y Nakahara Shion. Nuevos personajes se unieron a su grupo de amigos, como lo hizo Hozuki Suigetsu en algún momento; mientras otros más partían de aquella Aldea como lo hizo Temari al terminar la preparatoria y mudarse a Tokio para continuar con sus estudios.