En el capítulo anterior
-¿No quieres ir por ramen, Hinata?
-Me encantaría pero debo limpiar la casa y... no crees que es raro comer ramen a las diez y media de la mañana
-Ey, siempre es buena hora para comer ramen
-Tienes razón, pero ahorita no puedo, ¿t-te parece si va-vamos a comer ramen otro día?
-Claro Hinata, te mandaré un mensaje para ponernos de acuerdo
Y ahí estaba ella, ¿una persona se podía ver así de bien solo con sacar la basura? "es que ella es... única" pensó inmediatamente Naruto; él estaba a punto de acercarse a ella para saludarla ¿qué podría salir mal?
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"Finalmente terminé" Era medio día cuando Hinata finalizó sus deberes, ahora finalmente se dedicaría a descansar como se debe, tal vez ir hablar con Naruto para adelantar esa salida a Ichiraku Ramen; lo único que importaba en ese momento es que eran vacaciones y podría hablar todo el día con Naruto. En serio ¿qué podría salir mal?
Sus sentidos explotaron
Un cuerpo la atraía mientras le tapaba gran parte de su rostro con un paño bañado y chorreado en una extraña sustancia, un fuerte olor penetraba sus fosas nasales; Hinata forzaba para salir de ese agarren pero era inútil, ese cuerpo era mucho más fuerte que ella, no podía hacer nada porque todo en ella se esfumaba, ella pronto caía, pronto se sentía desaparecer
"Naruto, sálvame"
-¡HINATA!
Fue lo último que escuchó o imaginó lapelinegra, antes de sucumbirse en aquél sueño o pesadilla que marcaría el resto de su vida.
Pero ella no había imaginado a alguien exclamar su nombre, fue real. Era el el grito desesperado de Naruto mientras corría a salvar a su amigade ese extraño hombre- ¡Deja en paz a Hinata!
Aquél hombre encapuchado había metido a la chica en la parte trasera del auto y en un rápido movimiento se acomodó en el asiento del conductor poniendo en marcha la máquina
-¡Hinata! ¡Ayuda, secuestran a mi amiga! –Pero nadie lo escuchaba corriendo tras ese auto- ¡Hinata! –Gritó con todas su fuerzas, y el auto paró, claro que se acercó a él; tenía que hacer lo posible para sacar a Hinata de ese carro
-¡Hinata! –Golpeaba fuertemente el auto intentando abrir la cajuela para sacar a su ahora inconsciente amiga -¡Tú! Suelta a mí amiga –fue lo último que dijo antes de recibir un fuerte golpe por parte del extraño hombre al cual no había podido ser capaz de verle a la cara.
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¿Qué es esa brillante y calurosa luz que veía Hinata a lo lejos? ¿Es acaso aquella luz que aparece justo en el momento que vas a morir? No, no estaba muerta, nadie ha muerto aún ¿Entonces qué es? Oh claro: fuego ¡Cómo no se le ocurrió! Aún no ha muerto, pero ¿por qué su cabeza da vueltas y vueltas? ¿Algún golpe? No, no fue un golpe... era... era... ¡Claro ya lo recordaba! Estaba sacando tranquilamente la basura cuando alguien la acorraló y la obligó a oler aquél trapo, fue cuando se sintió desvanecer pero ahora lo más importante es: ¿dónde estaba?
-Hi...na...ta –se pudo escuchar débilmente el sonido de aquella dulce voz- no
-¿Na-Naruto-kun? –fue ahí cuando lo vio tirado en el suelo a tan solo unos metros de ella, él estaba amarrado de los pies y de las manos, se notaba sucio y fue cuando ella se percató que estaba en la misma situación de su amado, ambos estaban secuestrados, tirados a su merced en aquel lugar donde solo podán distinguir nada más que a ellos mismos
-Naruto-kun, despierta –le ordenó, él poco a poco empezó abrir sus ojos
-Hinata –exclamó aliviado- ¿Estás bien? –ella no respondió, unas lágrimas caían de su rostro y el chico como pudo se acercó a ella, la chica hizo lo mismo, no era mucha la distancia que los separaba. Él quería limpiar sus lágrimas, abrazarla y salir de esa horrible situación –Hinata -exclamó aliviado cuando sus cuerpos quedaron ya juntos
-Naruto-kun ¿qué haces aquí?
-Vi cómo ese hombre te metía en la camioneta, no podía dejar que te hicieran daño
-Pero por qué viniste... ¡Es peligroso, Naruto-kun!
-Hinata... me moriría de saber si algo malo te pasara-ttebayo –más lágrimas brotaban de sus ojos, era increíble que su amado le dijera tales cosas- Viste... ¿viste quién era Hinata?
Ella negó con la cabeza –Naruto-kun, tengo miedo –el lugar era para morirse, no se veía nada más que lo que parecía ser una fogata, era parecido a un almacén mediano y solo estaban ellos dos... por el momento
-Yo te salvaré Hinata, dattebayo
Unos pasos se oían distantes, ambos se miraron con horror "es nuestro fin" pensaron. Naruto se acercó más a Hinata que lloraba silenciosamente, él estaba a dispuesto a protegerla a como dé lugar, ella lo imitó, necesitaba estar más cerca de él para sentirse segura; ambos lloraban silenciosamente cerrando fuertemente sus ojos, no querían ver al hombre detrás de todo esto. Los pasos pararon, justo en frente de ellos
-Vaya, parece que quisieron hacerte compañía Hinata
Esa voz. Hinata no volteaba, se sentía paralizada, en cambio Naruto veía de frente aquél hombre... ese rostro ¿acaso era?
-¿Hiashi-sama? –no podía ser ¿el padre de Hinata?
-Oh por favor, no me compares con mi hermano –no, no era Hiashi, es Hizashi, papá de Neji, gemelo del papá de Hinata- Mira Uzumaki, no me interesas ¿de acuerdo? Pero si prometes ser un buen chico y no ir corriendo con la policía a contarles sobre esto... te dejaré ir
-¡No! –El hombre miró perplejo al chico- No dejaré a Hinata ¿Qué quiere de ella? ¿Por qué le hace esto? ¡Es su sobrina!
-Lo que quiera o haga a mi bella sobrina no es de tu incumbencia, mocoso
-Tío... ¿por qué? –por fin habló la aterrada Hinata
-¿Por qué? ¡Por qué! Después de todo lo que me has hecho pasar me preguntas "POR QUÉ" Tú no has hecho nada más que dar pena al apellido Hyuga, eres la deshonra Hinata, nadie te quiere ¿Acaso no recuerdas los golpes de tu padre? ¿El desprecio de Neji, de Hanabi? Tu padre te odia–había pegado en un punto sensible de Hinata, después de un mes desde que su vida se había vuelto normal le recordaba esos momentos de humillación-
-¡Ellos me quieren! –Gritó fuertemente la chica, dejando asombrado a Naruto- Mi padre me ama
-¿Y por qué te golpeaba eh? Mi hermano nunca confió en ti y en tus capacidades para las artes marciales; siempre existió en él esa duda sobre tu futuro como heredera de la Academia y yo solo le abrí los ojos
-¿Qué? –Murmuró, todo y a la vez nada cuadraba en la mente de Hinata -¿Co-cómo que le abriste los ojos?
-Eres una inútil sobrina mía, siempre lo has sido. Tú eres la culpable de que yo no pueda vivir tranquilo
-¡Deja en paz a Hinata! –Naruto estaba furioso, pensar en Hinata siendo maltratada por su padre era algo que no aceptaba y a este señor despreciándola menos- Ella no tiene la culpa de nada
Después de un minuto de silencio, después de que Naruto observara con ojos amenazadores Hizashi se dignó a hablar –Sabes niño, me caes bien... solo por eso te contaré una historia, la historia de cómo mi odioso hermano y tu querida amiga Hinata me arruinaron la vida:
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Save You
FanfictionNo es necesario buscar por todo el mundo para encontrar "el amor de tu vida", lo que a veces sí es necesario es un trágico accidente que te hará cometer errores para percatarte de que "el amor de tu vida" siempre estuvo a tu lado. Hyuga Hinata no pu...