•El clima era frío, y solo se escuchó el sonido del disparo.
Algo que marcaría la historia.
Habían 5 personas presentes en la muerte de una de ellas, él cual levantó su arma al cielo en modo de rendición.
Él no sería capaz de matarlo.
Alexander estaba indefenso.
Siempre lo supo, desde la primera vez que se hablaron, supo que él moreno sería el único para él.
¿Cómo llegaron allí? Política.
O tal vez algo más fuerte.
Burr estaba cegado por la ira, el odio del momento, estaba humillado por todos sus esfuerzos en vano de ser presidente.
Todo por la maldita declaración de Alexander...
"Jefferson tiene mi voto." Y con eso, selló su destino.
Alexander sintió el impacto de la bala entre sus costillas, inmediatamente, cayó al suelo tomando su vientre con dolor, las lágrimas cayeron inevitablemente, y gritó.
Gritó de dolor.
Gritó por saber que no sobreviviría.
Aaron estaba temblando en el lugar, corrió como pudo hacia Alexander, pero el médico llegó primero con apuros, gritaron algo hacía el segundo de Alexander, él cual solo asintió con miedo.
Él no iba a sobrevivir.
Al igual que pasó con su hijo mayor.
Alexander tenía la visión borrosa, lleno de dolor, de los recuerdos, de arrepentimiento.
Miró a Burr como pudo, y le sonrió.
Por primera vez hizo caso.
Habló menos y sonrió más.
Aaron empujó al doctor, él cual se quejó, se arrodilló al lado de Alexander, aguantando unas ganas terribles de gritar.
-Mierda, habla, habla.- Exigió con un vacío en su pecho.
Alexander sonrió de nuevo, su boca estaba llena de sangre, tal vez con unas gotas de sangre en su mentón con barba mal depilada.
-Aaron Burr, señor.- Dijo sonriendo antes de cerrar los ojos al descanso eterno.
Burr sostuvo su mano, impactado, no.
Nada debería ser así.
Nunca debió ser así.
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One-Shots de Hamilton
Short StoryRelatos cortos por separado de Hamilton. De cualquier pareja.