Capítulo 37

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"Un nuevo comienzo estaba llegando".

3 meses más tarde...

Cannes, Francia 2014.

–Yo no voy al desfile, eso es para gente famosa. Solo voy a acompañar a Neels a la fiesta de después.

–¿Dónde y de quién es? – la curiosidad de mi madre al otro lado del teléfono me estaba haciendo imposible no reír.

–En un yate y... Creo que es de... ¿Roberto Cavalli? – pregunté mirando a Neels mientras se arreglaba el cuello de la camisa –Ese hombre.

–Ten cuidado, no bebas y vuelve de una pieza a casa.

–Lo haré... Cuídate hasta que vuelva. Luego te mando foto de mi vestido, te quiero – la mandé un beso a lo que ella me respondió de la misma forma.

Lo que la quería...

–¿Nos vemos más tarde? – asentí alisando mi cabello rojo con la plancha. Neels se acercó a mí mirándome a través del espejo varias veces –Eres muy sexy.

–Deja de hacerme sentir bien – cerré los ojos cuando sus labios tocaron mi frente –Ven a por mí más tarde.

–No lo dudes – sonrió guiñándome un ojo y dejó una pequeña caricia en mi cadera antes de desaparecer de la habitación.

Me senté en la cama después de haberme probado varios vestidos sin que ninguno consiguiera convencerme del todo.

Me senté en la cama después de haberme probado varios vestidos sin que ninguno consiguiera convencerme del todo

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AprilStone They just said: Pose normally. And this is the result #Cannes (Ellos solo dijeron: Posa con normalidad. Y este es el resultado).

Sonreí al ver el comentario de Jess entre algunos de los cientos que iba teniendo la foto mientras me cambiaba de vestido al no convencerme. Estos meses había cogido algo de peso, eso, y la ansiedad que últimamente estaba teniendo. No era un buen aliado tener ansiedad y tener un plato de tarta a tu lado, ya que mi problema últimamente era que todo, lo pagaba con la comida.

Una vez salí del baño lista, me calcé unos tacones que llevaban unas tiras negras alrededor de mi pie. Mi vestido gris, largo hasta tapar mis pies no les daba protagonismo a los zapatos así que decidí no complicarme mucho más. Agarré mi bolso de mano justo cuando la llamada de Neels me avisaba de que estaba abajo esperándome.

Listos para la fiesta.

–No conozco a nadie por aquí – miré a mi alrededor con mis zapatos en la mano. Todo el mundo iba descalzo por el yate y esos tacones me estaban matando así que aproveché la ocasión.

–Si los conoces, en cuanto te los presente – toqué su hombro cariñosamente mientras su brazo en mi cintura me acercaba más a él.

–Muy caballeroso por tu parte... – miré fijamente sus ojos azules sin poder apartar la mirada de ellos –Estás genial esta noche.

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