Capítulo 39

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"¿Estás dispuesta...?"

-Estoy bien, no te preocupes más... - apoyé mi pierna en la muleta viendo como mi padre entraba en la oficina del gimnasio.

-Estás haciendo sobreesfuerzo que no van bien para tu rotura, April.

-Solo hago movimientos, me ha dicho el doctor que intente moverlo.

-Que te hayan quitado la férula del pie no significa que ya puedas hacer lo que quieras jovencita - rodé mis ojos cruzándome de brazos y apoyando mi espalda en la pared -Díselo tú Justin - abrí los ojos mirando detrás de mí viendo a Justin entrar en la oficina con una mochila en sus hombros.

-¿El qué? - mi padre me señaló provocando que la atención de los dos recayera sobre mí -Haz reposo.

-¿Os parece poco el reposo de dos meses que he tenido? - les miré incrédula -He hecho todo lo que los médicos me han dicho y ahora que puedo mover mi pie por fin sin una masa dura ocupándome media pierna quiero intentarlo, no hago nada malo.

-No te lo pienso repetir más veces, si quieres seguir así durante más tiempo, depende de tí - dicho eso, mi padre se fue fuera dejándonos solos.

-April... - Justin se puso enfrente mía acaparando toda mi atención -Necesitas descansar, necesitas recuperarte. Por mucho que te hayan quitado eso del pie no puedes hacer esfuerzos - ladeé mi cabeza escuchándole -Esto es un consejo, tómalo o déjalo.

-Gracias - asentí lentamente antes de que se fuera, dejándome sola.

La sensación de agobio que estaba experimentando estos últimos meses era abrumadora, me sentía inútil por no poder hacer nada por mí misma, de no poder moverme o hacer algunos movimientos me provocaban unas ganas terribles de gritar. Estaba siendo cuidadosa en mi recuperación, pero todas las personas que estaban a mi alrededor estaban pendientes de mí las veinticuatro horas no dejándome respirar tranquila, diciéndome todo lo que hacía mal.

Ya no podía más.

Miré alrededor de mí viendo a mi padre ayudando a dos hombres con unas máquinas, otros muchos estaban haciendo pesas. A través del espejo pude ver a Justin a un lado en una máquina para bíceps.

Decidí acercarme a él apoyando mi pie suavemente en el suelo mientras me ayudaba con las muletas.

Me senté en la máquina de al lado viendo cómo hacía flexiones con su brazo.

-¿Te gusta? - preguntó con una sonrisa de lado.

Su cuerpo había cogido peso y forma, estaba más fuerte que antes, estaba mucho más sexy... Lo que ya era difícil.

-Estás más saludable, eso es lo que me gusta.

-¿Quieres decirme gordo? - negué soltando una carcajada -No estoy gordo, sólo es el ángulo en algunas fotos - dejó de hacer flexiones con el brazo para mirarme y levantar un poco su camiseta.

-No estoy diciendo que estés gordo Justin. Ahora estás mucho mejor - sonrió de lado apoyando sus brazos en la máquina -¿Por qué te has preocupado por mí estos meses?

-¿Por qué? - asentí queriendo saber el motivo -Tienes el pie roto en gran parte por mi culpa, tenía que preocuparme por mucho que no quieras.

-No digo estos meses, los anteriores a que pasara esto.

Alzó sus cejas abriendo su boca para después cerrarla y apartar su mirada de mí.

-¿Por qué no has querido venir a mi cumpleaños, April? - preguntó seriamente sin mirarme evitando mi pregunta.

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