Capítulo 5

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Un año después DoWoon vino a media noche a mi casa, tuve miedo de que sus goles en la puerta despertaran a mis padres así que me apresure a abrirle. Estaba llorando y gritaba que los odiaba.

—Murió, WonPil. ¡Mi papá se murió!

Lo acompañé a su funeral, lo acompañé a todas partes una semana después. Conocí a su madre y ella no desperdició ni un segundo para lanzarme una mirada de desprecio. También conocí al padre de DoWoon.

Si, Dowoon tenía dos "padres".

Papá era el padre biológico de Woonie, vivía al otro lado de la ciudad con su otra familia. Según DoWoon su papá era el mejor hombre que había conocido en su vida, siempre amable y sonriente. DoWoon había nacido de un "descuido" de él con su mamá. Su papá siempre le decía que aunque no lo esperaba, había sido una bella sorpresa.

Padre, en cambio era el padrastro de DoWoon, el sujeto que lo golpeaba por las noches y le amenazaba por las mañanas.

—Hubiera preferido que muriera él, en vez de mi papá. —Nunca había aprendido a consolar ni dar palabras de aliento, así que solo hice lo que los chicos hacían en las películas para consolar a sus novias. Le sobé la espalda para tranquilizarlo, le limpie las lágrimas y lo abrasé hasta que dejé de escuchar sus sollozos—. Gracias, hyung.

Sonreí por la forma en que me llamó, parecía un niño y sus mejillas sonrojadas por haber llorado lo hacían ver frágil. Lo tomé por sus empapadas mejillas y me acerque a él.

¡Lo iba a besar, en serio que sí! Pero me detuve, no era el momento.

DoWoon estaba pasando por un mal momento, estaba frágil. En ese momento era Wonnie, no DoWoon. Woonie puede que me haya correspondido, pero DoWoon me hubiera golpeado.

En cambio WonPil hubiera rugido de felicidad, pero DoWoon me había llamado hyung, y como un buen hyung tenía que cuidarlo.



(...)



Se acerca el final de esta hermosa historia, o al menos donde los protagonistas sufren. Por primera vez en mi vida odio ser el principal.

DoWoon no volvió a ser el mismo de antes, aún seguía caminando de un lado para otro con su cara llena de moretones. Y yo, a veces extrañaba tener a un JaeBum o a un HanBin que al menos me hicieran sentir algo más que melancolía.

— ¿Kim HanBin? —Preguntó el sujeto que parecía ser el guardia del lugar. Asentí despacio, sin muchas ganas. El guardia gruñó y se marchó.

Después volvió con HanBin.

— ¿Tu? —HanBin parecía asombrado y molesto a la vez—. ¿Qué quieres?

—Quiero... quiero que me digas cómo hacer desaparecer a alguien.

HanBin me miró por un largo momento, miró a los dos lados antes de echarse a reír escandalosamente.

—Debes estar bromeando. Ya, enserio. ¿Qué quieres?

— ¡Estoy hablando en serio! Un amigo tiene muchos problemas y quiero ayudarlo.

—Amigo, claro.

Les dije que no sabía guardar secretos, le conté todo a HanBin. De principio a fin.

—Debí suponer que además de gallina eras gay. De haberlo sabido no te hubieran puesto un dedo en sima. JunHoe odia aquel que golpea a los de su tipo. Se va a poner pálido cuando se lo diga. —Después de reírse un rato más, me sonrió—, No puedes luchar siquiera con JinHwan. Debes huir como las gallinas. Llévate a DoWoon lejos. En mi gente, así es como se hace.

Síndrome del Amor || DAY6 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora