Síndrome del Amor || DAY6

Capítulo 10

Las campanas resonaban en todo el lugar gracias al chico bajito que ayudaba al tal SiWon. Las personas se iban reuniendo de poco a poco en el centro de la cafetería y yo no podía estar más nervioso.

SungJin a mi lado secaba sus manos en los costosos trajes que rentamos el día de ayer, JaeBum y sus amigos charlaban en la plataforma improvisada donde darían su show de caridad.

Brian iba caminando de un lado a otro impaciente, Jae se había retrasado media hora.

Miré de nuevo el par de anillos que reposaban en el cojín de terciopelo blanco que tanto miedo me daba dejar caer. SungJin tenía las cosas que pondríamos alrededor de ellos después de que acepten ser marido y... Jae.

Si, Brian y Jae se casarían hoy en la cafetería del manicomio. ¿Y les digo lo más emocionante?

¡SungJin y yo seríamos los padrinos!

JongUp entró a la cafetería corriendo apresuradamente con su traje desordenado y miraba impaciente hacia nosotros.

—¡WonPil, SungJin! —Gritó en cuanto llegó a nosotros— Jae está llorando en el baño.

Lo que me faltaba, el típico drama antes de la boda. Le tendí los anillos al chico y me acerqué al pálido SungJin a mi lado. —Yo lo arreglo. Tu tranquiliza a Brian.

SungJin asintió a lo que le dije y me deseó suerte.

Busqué por todos los pasillos a Jae, todos los pacientes estaban en la cafetería en espera del festín. No de la boda.

Según lo que me dijo SungJin unas noches despues de haber llegado sanos y salvos al manicomio, Jae y Brian se habían casado treinta y nueve veces ya. Se casaban cada mes.

No saben la cara que puse al saber aquello, ahora sé porque no se veían tan tristes al saber que venderíamos el anillo de Jae por los boletos, de seguro tenía treinta y nueve en su cajón.

Y si los tiene, Jae me los enseñó ayer.

Razón por la que creo, los invitados estaban un pocos aburridos de tener una larga y cursi ceremonia mensual, pero no tenían opción. No cuando Brian los miraba con esa mirada amenazadora.

Cuando escuché sus sollozos me arrodille en el baño, me dolía escuchar aquellos lloriqueos y de solo imaginarlo hecho un ovillo me terminaba de partir el corazón. —Jae...

—¡Lárgate! —Me gritó roncamente. Me levanté un poco asustado, ¿A dónde había ido su voz infantil?

—Pero Jae, Brian te está esperando. Está preocupado.

—No quiero, lo voy a decepcionar...

—¿Por qué? —Pregunté confundido. Desde lejos se veía que Brian estaba loco por el rubio— Brian te ama.

—Yo quería usar un vestido de novia... —Susurró Jae saliendo del cubículo. Como me temía sus ojos estaban hinchados y sus mejillas sonrojadas. Sostenía sus anteojos en una de sus manos— JongUp me dijo que no podía porque me vería ridículo.

¿Quería usar un vestido?

No era del todo extraño, estamos hablando de Jae.

Me pregunté de dónde iba a sacar un vestido...

(...)

—No creo que sean muy necesarias, —Dijo Baekhyun recortando las cortinas de las habitaciones continuas a la de él. Dijo algo sobre una venganza al poste orejón— de todas formas es para una buena causa.

Jae estaba sonriendo como idiota sentado en la cama de Baek. El chico también le había regalado una tiara con flores alrededor.

—Adelante, Jae. Necesito tus medidas.