Capítulo III

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Entraron al salón y se quedaron inmóviles, el lugar estaba lleno de cambiantes desconocidos, pero eso no era lo más desconcertante, era la mezcla de decenas de aromas diferentes que les irritaba la nariz, eso, y la idea de que estaban rodeados por...

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Entraron al salón y se quedaron inmóviles, el lugar estaba lleno de cambiantes desconocidos, pero eso no era lo más desconcertante, era la mezcla de decenas de aromas diferentes que les irritaba la nariz, eso, y la idea de que estaban rodeados por dominantes.

—Quédate a mi lado Riley.

—No tengo ningún deseo de irme a explorar.

Con el corazón agitado, Aiden avanzó detrás de los demás con Riley muy junta a su lado, el lugar era un amplio anfiteatro con cientos de sillas negras y un estrado en el fondo.

—Ahí están los White Claws — dijo Liam señalando a Sean, Luke y otros tres pumas desconocidos.

—Y ahí están los Moon Fighters —añadió Alexei con su mirada fija en Derek Miller al otro lado del lugar.

—Los Blue Moon también han venido —siguió Liam.

—¿Quienes?

—Son un clan puma de Argentina, aliados desde hace mucho tiempo de los White Claws.

Aiden siguió la mirada de Liam hasta un hombre de tez morena y cabello negro azulado, rodeado por cinco mujeres de aspecto similar.

—Casi todos los tipos cambiantes están aquí —siguió Liam—. Todos excepto los traicioneros guepardos.

—¿Olvidaste que un guepardo forma parte de nuestro clan? — Alexei lo miró con indignación.

Aiden notó la molestia de su amigo, Alexei se había hecho amigo de Tarah, la compañera guepardo de Hunter. Entendió muy bien su reacción, pero Liam era... Liam, una persona difícil y poco sociable, propensa a dejarse llevar por prejuicios.

—Hola —los saludó una mujer alta, rubia y de sonrisa deslumbrante—. Todos los sumisos deben asistir a una pequeña reunión antes de empezar. —Señaló una puerta a la derecha—. Los dominantes deberán quedarse al lado de sus líderes en los asientos mientras que los sumisos deberán permanecer en los laterales ¿Han entendido?

Liam la miró con expresión fría.

—No somos perros como para que una humana venga a darnos órdenes.

La sonrisa desapareció y en su lugar apareció una mueca de espanto, Liam no tenía buenos modales.

—Hemos entendido bien, disculpe a nuestro amigo señorita, gracias.

La mujer asintió y se fue a hablar con otros cambiantes.

—¿Señorita? —se burló Alexei— ¿Desde cuando sabes hablar con humanos?

—Oye —saltó Riley—. No es su culpa querer ser amable —eso fue un reproche directo para Liam.

—No vine aquí para ampliar mi círculo social.

Pasiones Ocultas [Serie Ice Daggers 4]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora