Al abandonar el edificio, toda su frustración y angustia abandonaron su ser, pues en plena calle se congregaban cientos de humanos divididos por una brecha del ancho de la misma entrada.
-¿Qué demonios sucede aquí? -exclamó confundida.
Aiden estaba a unos pasos por delante, mirando a los ruidosos humanos protestar. Pronto se dio cuenta que eran dos manifestaciones opuestas, ya que, en los carteles y pancartas que elevaban al cielo como banderas se veían mensajes tanto de apoyo como en contra de los cambiantes, del Congreso y de las leyes.
Algunos escritos eran tan ofensivos que ella sentía ganas de destrozarlos con sus garras.
Y antes de seguir leyendo cosas que oprimían su corazón como puños de hierro, Riley buscó entre todos los que salían a Joey.
Al parecer, el puma era un maestro del camuflaje, pues en toda la sesión no hizo nada más que quedarse en su posición y hablar sólo durante la sesión. Al final no encontraron nada, era realmente frustrante, pero ella no quería rendirse, porque reconocía con cada parte de su cerebro el juego al que estaba jugando aquel siniestro puma, Joey acechaba desde las sombras, fingía hacer su trabajo, mantenía un perfil bajo.
Riley sabía que tarde o temprano haría su jugada. Sólo quedaba una sesión en donde se aprobaría o no la ley cambiante.
"¿Qué clase de cambiante en su sano juicio querría oponerse a algo que podría ser tan beneficioso"
No entendía.
-Quédate cerca -le dijo Alexei detrás de ella-. Los humanos son algo sensibles e inestables cuando protestan.
-No son una amenaza - respondió dándose vuelta y poniendo distancia, su nuevo aroma le resultaba algo incómodo.
Aunque adoraba a su compañera, Ashley, la presencia de su aroma le causaba cierta repulsión, como consecuencia su leopardo replegaba las orejas y mostraba sus dientes. Era algo estúpido de su parte, Alexei era el hombre más leal y amable que conocía, pero el instinto muchas veces era más fuerte que la razón.
Riley tarde o temprano se acostumbraría.
-Ten cuidado, cuando forman grupos así pueden ser peligrosos.
Ella lo miró un fugaz momento a los ojos, el azul pálido brillaba a la luz del día, estaban repletos de comprensión, Alexei nunca la presionaba, ni le exigía nada más allá de lo que quería y podía hacer, nunca intentaba usar su dominio sobre ella. Él era el unico que comprendía su necesidad de hacer las cosas por su cuenta, pero jamás dejaba de hablarle con cariño y dulzura, haciendole sentir protegida.
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Pasiones Ocultas [Serie Ice Daggers 4]
Roman d'amour"No ocultes quién eres" Un hombre con un secreto oscuro, una mujer con un pasado lleno de cicatrices, dos personas que en la compañía han sanado sus heridas... Pertenecientes a un linaje que se cree casi extinto, Aiden y Riley tienen que asistir al...