Soy del tipo de persona cliché que se crea metas para el año y a pesar de que la mayoría no las logra, al final del año se pone unas nuevas para caer en el margen de lo monótono. Porque así soy, monótona y hasta me atrevería decir que sempiterna.
Comienzo el año notando todos los defectos que quiero cambiar y diciéndome que voy a comenzar a cambiarlos para tal fecha, la cual postergo cada dos por tres. Aunque tampoco es que no quiera hacerlo, pero vivir en vnzla complica meterme en alguna actividad física o lo que sea cuando no tienes carro, el transporte es una cagada y aparte vives lejos de la ciudad.
Siempre me pongo a pensar como fuera mi vida si tuviera un carro, más dinero o más motivación para hacer las cosas, en como algún día deseo lograr todas las cosas que en el pasado no he podido y esa es mi motivación para querer salir del hueco que es vnzla o por lo menos del hueco en el que vivo.
No sé si es un defecto por ser tan cliché o una virtud por tener una gran proyección que me motiva a más en la monotonía. El punto es que probablemente siga haciendo esto hasta que en algún punto de mi vida logre más de una de las 12 metas que me propongo todos los años.
Por otro lado, el colegio.
Mis vacaciones navideñas no son largas; unos días más que un mes para ser exactos. Pero siento que duran un siglo considerando que paso la mayor parte del tiempo deprimida y comiendo bollos de chicharrón con bastante mantequilla que en el momento no me traen más que placer para luego convertirse en una tortura en enero al darme cuenta que mis piernas estan flácidas y mi abdomen pasó de ser un abdomen normal de alguien que no hace mucho ejercicio a la barriga cervecera de Homero Simpson. Bien, me desvíe. Lo que trato de decir es que siento que el mes de diciembre dura un siglo, por lo que cuando vuelvo al colegio, me siento como super insegura y super nerviosa como si nunca hubiese estado ahí.
Enero en mi dramático prospecto es como una rápida tormenta pero muy decisiva. Me planteo muchísimas cosas, pienso mucho (como siempre) y normalmente es un mes de cambios y decisiones que definen mi año en todos los aspectos. Y es algo bueno, a cambio de que seas una persona que desea con su alma cambiar pero le tiene miedo a los cambios por muy minúsculos que sean. Como yo.
