Almuerzo en el olimpo

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En el olimpo, se encontraban los dioses en el comedor esperando el almuerzo.
Como siempre la mesa esta lista, repleta de manjares y delicias. Aunque claro, también tenían néctar y ambrosía.

El primero en aparecer fue Zeus, el cual no podía esperar a zamparse los brawnis de Hera.
El segundo fue Ares, que apareció con su pijama color rojo sangre con estampados de llamas y lanzas rotas que tenia escrito "Viva el baby metal".
La tercera fue Demeter, que se encontraba ocupada revisando el clima perfecto para la cosecha de ese día.
El cuarto fue Hefesto, que enseguida se planto en su silla y empezó a arreglar un autómata.
La quinta fue Atenea, que entro con las narices metidas en un libro de álgebra.
El sexto fue Apolo, el cual apareció armando un escandalo y vistiendo una sudadera amarilla que tenia escrito "Apolo, el dios mas guay del olimpo".
La séptima fue Artemisa, que entro afilando un cuchillo de casería, lo que la hacia aun mas intimidante.
La octava fue Afrodita, que tenia un aufit perfecto para concursar como modelo mundial, aunque creo, no tendría mucha competencia.
El noveno fue Poseidon, que apareció con su atuendo de playa y el tridente en una mano, listo para comer un buen festín antes de pasear.
La décima fue Hestia, que solo se dirigió para agarrar un pan y volver al fuego central.
El onceavo fue Hermes, que en pocas palabras tarareaba una canción mientras se quitaba la baba que tenia pegada en la barbilla, sin contar que estaba desconcertado y con un calcetín rosa chillón en la cabeza.
El doceavo fue Diosinio, que solo tenia una camisa de manga corta morada (con uvas pintarrojeadas a la mala gana) y una sonrisa nerviosa mientras sostenía una pantalla con... Fotos extrañas (ejem ejem vergonzosas ejem ejem) de cuando era chico.

Una vez todos reunidos, y servido el desayuno, Zeus empezó a zamparse las tortitas de miel que Hera había preparado.
Todo iba bien, hasta que Atenea hablo;
- y... ¿Que tal tu Almuerzo, Poseidon?- pregunto con mirada maliciosa
Poseidon se percato que algo estaba raro, normalmente Atenea se dedicaba a leer con trozos de brawnies en la boca, o cuando no lo hacia le dedicaba muecas y caras de desagrado a Poseidon, pero nunca le preguntaba por su comida. Por si acaso Porseidon examino su platillo, parecía normal.
Atenea señalo el platillo con los ojos y luego lo apunto;
- Tienes suerte, Barbas de percebe. Acepte hacerte el platillo, con delicioso P-E-S-C-A-D-O.
Poseidon dejo caer el tenedor y miro su platillo, a simple vista parecía res, pero se fijo mejor y abrió los ojos.
Atenea esperaba gritos de guerra o que le lanzaran comida, por que saco un escudo y se preparo para defenderse, pero nada paso, salvo que Poseidon se puso como loco y empezó a querer dar respiración de boca a boca al pez, cosa que de lejos veo que funcione.
Poseidon se dirigió corriendo (con el plato en la mano) a un estanque con agua y soltó al pez, al verlo flotar en el agua saco un dracma y rezo a Hades: «Oh Hades, hermano mio, por favor permite que lafrede regrese conmigo, aunque sea te pido que baya a los elíseos y sea feliz, yo se que me debía cartas de monopoli y varias bolsas de papas..., pero por favor, ¡que vuelva!»
O Hades se compadeció de su hermano... O se río sin parar de aquella estupidez y le regreso al pescado, una de dos, pero el pez volvió a nadar (y vivir en pocas palabras). Supongo que Hades tenia una licencia en resurrección de pescados.
El caso es que Poseidon se alegro.
- Atenea eso fue mucho, ¡te pasaste la raya!- exclamo el dios irritado.
Atenea se paro de golpe y señalo culpable a Poseidon;
- ¿Disculpa? ¡querías quemar mi biblioteca!
Poseidon puso cara de confusión.
- ¡¿que yo hice que?! Ni en sueños, no tengo intensiones de pisar nada que diga "Atenea" por que vómito.
Atenea quería echarse encima de Poseidon, pero la diosa menos esperada se interpuso, Afrodita;
- ¡callense los dos! ¿Vale? He sido yo la que que casi la quema.
Atenea la miro con incredulidad
- ¿tú? ¡¿Por que?!
Afrodita puso los ojos en blanco.
- la respuesta es obvia, querías separar Percabeth, y Nea, con eso no se juega.
Ahora Atenea quería jalarle los pelos a aquella diosa, pero vale que a esa parte mejor no contarla, abra muchos espaguetis y brawnies en el suelo, y eso no es nada bueno de contar. Solo diré que la ultima palabra de Atenea fue «Corre diosa de lo cursi, que muy pronto ese labial no sera carmesí, sera carmín»
Si tienen buena memoria, a las diosas del amor no les sienta nada bien el Carmín, en termino de que no confunden los colores.

Hola hola, lo se cuanto tiempo verdad. Perdonad mi falta de actualizaciónes y todo eso, pero he estado ocupada mejorando mi forma de escritura (¡a que si se nota!) y espero eso mejore los blogs, por que si no... Me dará un patatús.
¡Bueno bye!



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