La apuesta (pearlnet) ~

"Dejar Las Cosas Así"

pov perla

- ¿garnet? - no podía creer que ella estuviera ahí frente a mí con los brazos cruzados, mirándome - te estuve buscando - fue lo primero que dije, pero ella no respondió más - ¿dónde estabas? - le cuestione, ella solo comenzó a caminar a un lado, ¿ella me ignoraba?

- comenzare a entrenar, es mejor que te vayas - dijo sin expresión alguna mientras me daba la espalda, comenzó a hacer estiramientos.

comenzaba a sentirme decepcionada, la estuve buscando tanto tiempo solo para que me ignorara - no me iré, necesito hablar contigo - tenía que intentarlo, no podía quedarme así, solo necesito que me escuche, solo eso.

- no tengo nada que hablar contigo, lo dejaste todo muy claro - decía con la voz entre cortada mientras lanzaba puñetazos al aire y patadas.

- garnet, espera - la intente detener de su entrenamiento, pero ella solo me ignoraba, comenzaba a sentirme una tonta, ¿porque me estaba haciendo esto? - ¡ga... garnet! - le grite, pero igual, a ella no parecía importarle, en ese momento garnet apareció sus guantes y siguió con sus entrenamiento, era oficial me estaba ignorando, no lo entiendo, yo pensé que ella estaría feliz en escuchar lo que le iba a decir, ahora solo me queda regresar al templo, probablemente a encerrarme en mi habitación, así fue, comencé a caminar hacia las escaleras y comencé a subirlas, me sentía tan mal, cuando salí de ahí y vi el portal note que amatista estaba ahí, lo cual me pareció algo extraño - ¡hey! ¿qué haces aquí?

pov amatista

- ¡sabía que estaban aquí! - le dije con una sonrisa - estuve buscándolas un tiempo, finalmente recordé que este era el único lugar que no habíamos buscado y... ¿qué pasa? - perla tenía la vista perdida, se veía triste - ¿no pudiste hablar con garnet?

- ella no quiso ni escucharme - dijo con los ojos llorosos - solo quiero volver al templo.

- no, tienes que hablar con ella, tú lo dijiste.

- ¡¿qué caso tiene?! - grito con la voz entrecortada - ella no, ella ni siquiera me escucho, ¿no lo entiendes? - se cubrió el rostro con las manos, comenzó a llorar inconsolable, yo aun no podía creer lo que me decía, no después de que garnet me preguntara por ella, tenía que hacer algo, bueno al menos eso quería, pero apenas quise ir hacia dentro de las ruinas perla me detuvo - no vayas - me tomo del brazo y me miro llena de tristeza - no quiero que se entere de esto.

- pero, perla...

- no, entiende, ya causaste muchos problemas, deja las cosas así, como debiste hacer desde un principio - dijo como ultimo mientras se quitaba las lágrimas de la cara, solo para subir al portal y desaparecer en él.

sé que ella dijo que no fuera con garnet, pero no podía evitarlo, no entendía porque se había comportado así, sin más fui dentro de las ruinas, solo para ver a garnet dando golpes al aire con gran fuerza, parecía estar enojada, me acerque a ella y la llame, mas ella jamás me hizo caso.

- bien, así lo quieres - le dije, invoque mi látigo y golpee con fuerza a garnet, ella cayo con algo de fuerza al suelo, no tardo en levantarse, lo único que hizo fue mirarme, no dudo en atacarme y golpearme, apenas me toco salí volando al otro extremo del lugar, me incorpore y la ataque de vuelta, ella me esquivaba, pero no fue por mucho tiempo cuando de un movimiento rápido termino enredada entre mi látigo, aun así no le tomo mucho romperlo, ella apenas lo destruyo fue hacia mí, me tumbo y ella quedo encima mío con una mano en mi cuello y la otra lista para golpearme - ¡vamos, hazlo! ¡termina conmigo! ¡desquita toda esa ira que sientes! - le dije con verdadero coraje, de la nada todo se quedó en silencio y junto con él una pequeña lagrima cayo en mi rostro desde la barbilla de garnet, me quedé viéndola, algo así me sorprendió, ella solo bajo la cabeza, traía los lentes puestos, era difícil ver su expresión.

- no lo soporto más... - dijo entre sollozo.

me soltó, ella poco a poco se acercó a mí y me abrazo, podía sentir sus lágrimas en mi hombro.

pov perla

cuando regresé al templo lo primero que vi fue a Steven que estaba sentado en el sofá, apenas me vio corrió hacia mí.

- deberías dormir Steven - le dije, estaba tan sensible, temía llorar frente a él.

- lo se perla, pero no podía dormir sabiendo que garnet no ha aparecido.

- entiendo - le dedique un mal intento de sonrisa - ella estuvo en las ruinas todo este tiempo.

- ¿en verdad? - dijo con sorpresa.

- sí, estuvimos buscando inútilmente - comencé a reír, al menos eso era lo que quería hacer, pero en lugar de eso, comencé a llorar.

- ¿qué sucede perla?

- no es nada, solo entrare al templo - le dije y le di la espalda, no podía controlar lo que sentía, era un dolor emocional grande.

- pero perla, quiero ayudarte - dijo.

- estaré bien, pequeño, ya se me pasara - le dedique una sonrisa antes de cerrar la puerta del templo.

pov amatista

- vamos G. esto es incómodo - aún estaba abrazándome, no mucho después de eso se levantó y se dejó caer de espaldas al lado mío, nos quedamos viendo el cielo, una vez que vi a garnet más tranquila pude preguntarle - ¿te desahogaste?

- eso creo...

- ¿me podrás decir que sucedió?

- me di cuenta de que debo dejarla en paz...

- ¿hablas de perla? - la mire, era algo que no esperaba escuchar.

- ¿de quién más hablaría? - ella no dejo de ver el cielo.

- ¿porque estás haciendo esto? - le dije con algo de enojo.

- termine entendiendo que ella no siente nada por mí, no debo forzar algo que no es y no llegara a ser jamás - suspiro.

- ¿fue por eso por lo que la buscaste?

- no era mi intención verla, yo llegue por casualidad, cuando la vi en este lugar pensé en regresar en otro momento, fue cuando escuche que dijo que yo la odiaba, no pude evitar corregirle algo así, lo único que quería era...

ella solo se quedó callada, mientras un par de lágrimas bajaban por sus ojos.

- garnet, yo... - pensé en decirle la verdad de todo, que perla estaba dispuesta declararse, que la quería, pero perla lo había dejado claro, tenía que dejar las cosas así, como debí hacer desde un principio, eso me llevo a pensar que nada de esto estuviera pasando si no se me hubiera ocurrido esa tonta apuesta, maldición, lo único que hice fue volver miserables a todos, ahora hasta yo me sentía triste.

garnet y yo nos quedamos viendo el cielo hasta que oscureció.

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¡Hey! Espero te haya gustado,
Gracias por leer.

Chao Chao
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