La apuesta (pearlnet) ~

"El Beso"

Pov perla

- ¿porque me miras así? - le dije con una sonrisa, ella solo se quedó ahí, viéndome con tanta dulzura - me comienza a dar pena - baje la mirada, ella me tomo del mentón y me levanto el rostro para que la volviera a ver, me beso y después me sonrió.

- me encantas.

En ese instante la puerta del departamento se escuchó, era ya tarde, ¿quién podría ser a esta hora? Dijo la chica algo intrigada.

Se levanto y fue a la puerta, yo me quede en la cama, solo esperando su regreso, no mucho después escuche unas voces y después la chica llamándome, apenas la escuche me levante ¿quién es tan interesante como para que ella me llame? Apenas salí de la habitación vi a la chica con los brazos cruzados y una indiferencia en la mirada, parecía molesta.

- ¿qué ocurre? - le dije, ella solo miro hacia la puerta, yo miré vagamente, solo para toparme con esos lentes bicolor - ¿garnet? - no pude evitar verla de abajo hacia arriba - ¿qué es lo que quieres ahora?

- ¿puedo hablar contigo? - dijo seria y calmada.

La chica me miro como esperando escuchar con ansías mi respuesta.

- claro... - apenas termine de decir la chica hizo cierto gesto de desagrado y fue a la cocina - pasa...

Garnet entro, muy apenas y cabía por la puerta por lo alta que era, hice que se sentara en el sofá de la sala y ahí se quedó, mirando a su alrededor, fui a la cocina con la chica que desde lejos note que estaba cortando una manzana con cierta ira.

- discúlpame, no puedo rechazarla, ella...

- perla - interrumpió - no necesitó explicaciones - dijo dejando el cuchillo en la mesa - solo ve y atiende a tu invitada - me sonrió o al menos eso parecía.

Le intente regresar la sonrisa, mas no pude, lo único que estaba en mi cabeza era el hecho de que garnet estuviera en la sala de este departamento, finalmente regrese con ella y me senté a un lado, garnet solo miraba la enorme ventana del lugar, yo no me atrevía a hablarle, tenía vergüenza, aunque la intriga me estaba ganando, ¿acaso viene a decirme que regrese? Como amatista antes.

- pensaba que era más grande este sitio - dijo garnet con la voz seria y profunda, mirando el lugar con detalle.

- qué curioso, amatista dijo algo parecido - reí levemente, apenas y se escuchó mi risa.

Después de eso, me miro - ¿cómo estás? - dijo con una leve sonrisa.

- em... ¿Bien? Yo.... ¿Que se supone deba contestar a eso? - le dije, ella solo ladeo la cabeza a un lado y se quedó en silenció - ¿amatista te dijo en qué departamento me encontraba?

- no, estuve tocando cada puerta de este edificio hasta que di contigo.

- ¡¿en verdad?! - me sorprendió escuchar eso - ¿porque te tomaste esa molestia? - le sonreí tímidamente.

- no me pareció molesto, al contrario, lo único que quería era encontrarte y lo hice - dijo acercándose a mí.

- bien... ¿Qué quieres? - dije fingiendo tranquilidad, pero mis manos comenzaron a temblar, quería tocarla, quería que me abrazara y me sostuviera entre sus brazos y jamás me soltara, pero... Eso jamás pasaría y menos en aquel departamento.

- tú sabes lo que quiero - dijo casi en susurro, estaba tan cerca mío, lo único que miraba era sus labios, cerré las manos haciendo un muño, en ellas sostenía esas ganas de quererme abalanzar hacia ella y besarla.

- no sé a qué te refieres - dije y voltee a otro lado, no puedo permitirme sentirme así, no por ella, no de nuevo, comenzaba a ir bien con la chica de cabello rosa, ¿porque tenía que venir garnet? Justo cuando intento olvidarla.

- perla - dijo y tomo mi mano que aún se encontraba en forma de puño - mírame, deja de hacer esto...

- ¿entonces ya se va? - dijo groseramente la chica que desde la cocina estaba viéndonos, apenas la escuche la mire - digo, ya es más de media noche y queremos dormir - se acercó a nosotras y mirando a garnet de una manera desafiante se cruzó de brazos.

Garnet se levantó y miro a la chica, como si estuviera aceptando su desafío.

- sí, ya se va - dije - vamos garnet, vayamos a la puerta - camine hacia la puerta, garnet no tardo en seguirme, abrí la puerta y ella salió, pero no se fue - bueno, adiós - le dije, pero ella solo se quedó ahí parada - ¿qué pasa?

- necesito que regreses al templo.

- no sé si te lo dijo amatista, pero no planeo regresar.

- ¿tanto me odias?

- solo vete...

- perla...

- garnet basta con esto, no voy a regresar, no hago falta, solo déjame ¿sí?

Garnet de una manera veloz se acercó a mí y me tomo de la cintura, me acerco a ella y me beso, al principio me quise negar, pero una parte de mi aún tenía esa esperanza de que garnet le importara y por más que me negué termine correspondiendo, para mi suerte la chica no nos vio.

Cuando me soltó, no me dejo ni decir una palabra, ya que ella comenzó a hablar.

- te necesito en el templo para poder hacer esto y más contigo - dijo acariciándome la mejilla, por mi parte solo me quede hipnotizada - es momento que te enteres que no puedo estar tranquila, solo pienso en ti y me molesta que prefieras estar aquí con esa chica que conmigo en el templo, pero tranquila no te voy a obligar a nada, si tú quieres quedarte aquí lo entenderé - su voz era seria, sus manos cálidas y su beso tan placentero, no podía hablar, solo me quede viéndola - tengo que irme, estaré esperándote perla, si es que decides regresar, adiós- dijo una vez más, me beso la mejilla y dio media vuelta, de una manera desesperada me acerque a ella y le tome la mano, ella se giró y me miro - ¿sí? - me quede viéndola, me invadió unas terribles ganas de irme con ella, pero no podía irme así como así, no pude asimilaba que ella no me quería, mucho menos asimilare el hecho de que ahora me quiere o más bien, siempre me quiso.

- solo quería decirte adiós - dije, ella solo volvió a decirme adiós y se marchó, cerré la puerta y me quedé recargada en ella, mirando a la nada - ¿que acaba de pasar? - parecía que era lo que quería escuchar, me sentí como una tonta de un momento a otro, pero ¿por qué? Garnet jamás me dijo algo así hasta ahora, todo este tiempo ella me...

- ¿estás bien? - dijo la chica parada frente a mi - ¿perla?

- yo... necesito hablar contigo.

De cierta forma dejar a esta chica me dolía, pero no podía seguir ilusionándola así, lo humanos son tan delicados, debemos ser gentiles con ellos, al menos era lo que rose decía.

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Gracias por leer.

Chao chao
💙