Capítulo 18: La chica de la Capa Roja

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James despertó en la camilla de la enfermería. Miró alrededor en busca de sus amigos, pero no encontró a ninguno. Le dolía la cabeza. Agarró sus lentes y miró a la gran ventana de la enfermería; ya era de día.

Escuchó como la puerta se abría, dejando ver a la profesora McGonagall caminando hacia él. James se sentó en la camilla y miró a la profesora McGonagall, que se sentaba al borde de la cama, casi rozando los pies de James.

James se tocó el cuello buscando el maleficio, pero no lo encontró. McGonagall rio suavemente y le sonrió a James. Se acomodó sus lentes y le acarició los pies.

-De seguro debes estar preguntándote que te pasó. Pues, es muy fácil. Cuando te pusiste esto en el cuello -explicó levantando el pequeño frasco con la cuerda-, se llenó de oscuridad tu interior. Pero lo más sorprendente es que la cantidad de luz que tienes sobre ti combatió aquella oscuridad y terminaste desmayándote, expulsando toda aquella oscuridad al exterior. Tus amigos te trajeron a la enfermería inmediatamente, junto a esto -dijo levantando la capa invisible del borde de la cama. James sonrió mirando a la directora McGonagall.

James se preguntaba si todo lo que había pasado era su culpa, si Zárifo se había enterado del Maleficio Anti-Amor por él o algo así.

-Profesora... ¿Cómo Zárifo se metió en mi mente para empezar?

La profesora McGonagall sonrió mientras dejaba la capa invisible y el maleficio anti-amor en una mesa al pie de la cama.

-Bueno... ¿te acuerdas de la historia que yo te conté? -James asintió-. Ese era un método que usa Zárifo para entrar a la mente de las personas. -James abrió los ojos mirando a la profesora-. La chica de la capa roja es... la hija de Zárifo.

James se sorprendió. ¿Zárifo tenía una hija? No entendía muy bien lo que estaba sucediendo.

-Bueno... literalmente no es su hija. Es la hija de la mujer que él amó hace muchos años. Él te tira ese polvo para que tu la veas en todas partes, junto a un lobo, tal vez. Muchas personas fueron hechizadas por ese polvo. Supe que tú eras una de ellas por tus ojos, James. Estaban brillantes y tenían un circulo rosado alrededor. Sabía que tu habías visto a la chica de la capa roja. Mientras sigas soñando con esa chica, Zárifo es capaz de entras en ti y en tus pensamientos, James.

James miraba a la profesora McGonagall aun muy confundido. Todo este tiempo él había estado viendo a la supuesta hija de Zárifo, no a Lucy. James se cruzó de piernas y miró a la profesora McGonagall, que comía de los dulces que había en la mesa cerca de la camilla de James.

-Pero profesora... ¿Por qué Zárifo usa a su "hija" como un supuesto hechizo para meterse en la mente de los demás? -preguntó James mientras compartía los dulces con McGonagall. La profesora tragó y miró a James.

-Yo creo que también te diste cuenta de que la hija de Zárifo es muy bonita. Yo le digo la hija de Zárifo, pero en realidad no lo es... La mujer que amó Zárifo se casó con otra persona. Ambos tuvieron dos niñas bellísimas, pero solo una de ellas Zárifo la consideraba como su hija, debido a que ella era una miniatura de su madre.

James pensó que la historia se parecía mucho a la de Lucy, pero decidió no comentarlo y seguir escuchando a la profesora McGonagall.

-Zárifo vio que aquella niña era tan bella que... la usó como carnada. ¿Cuándo veías a la chica de la capa roja, te despertabas?

James pensó que él siempre quería averiguar la cara de la chica.

-No, profesora

-Exacto. La hija de Zárifo era tan hermosa que pensó que ningún hombre resistiría a la belleza de aquella niña y nunca quisiera despertar de aquel sueño, por lo que le daba a él más tiempo de meterse en la mente de la persona. Obviamente, el hechizo tiene más efectividad sobre hombres... y niños -dijo la profesora guiñándole un ojo a James. James sonrió y jugó con sus dedos. Todavía tenía demasiadas preguntas y quería que la profesora McGonagall se las contestara.

James Potter y el maleficio anti-amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora