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Su saliva pasó por su garganta como si quemara y su mano apretó la bolsa que llevaba en su mano izquierda, a la cual se aferraba como si fuera un salvavidas.

- Hey, relájate, no van a comerte.

- Eso dices tú.

Yoongi entrelazó sus dedos mientras caminaban por el cendero de piedras y flores que su madre tanto se preocupaba por mantener. En su mano, una bolsa de papel madera con un vino caro para almorzar y en la otra mano, Jennie.

La castaña llevaba una bolsa del mismo material y de una cara pastelería por la cual habian pasado temprano. Llevarían algunos bocadillos dulces y masas finas para la hora del té que, su familia religiosamente cumplía.

Una vez frente a la puerta, el mayor besó la naricita de su novia y le sonrió de forma tranquila.

- Lo haras genial, deja de preocuparte. -acarició con su pulgar su mano y luego la apretó.

Ambos se separaron y Yoongi tocó el timbre de la casa en la cual creció. Tomó aire, fingía estar relajado pero en el fondo los nervios se lo estaban comiendo aunque debia mostrarse impasible y darle apoyo moral a su chica.

La puerta abriendose lo distrajo y unos brazos graciles y femeninos lo abrazaron por el cuello.

- ¡Cielo! ¡Es tan bueno verte de nuevo!

- Mamá. -se quejó. -Nos vimos hace dos semanas.

- Callate, malcriado. -y golpeó su nuca con su mano. -Si yo no te llamo tu no lo haces. Yoongi rodó los ojos y quiso decir algo pero la atencion de su madre se volvió en torno a su acompañante.

No sabia que decir, no podía descifrar su mirada. Si le molestaba, si le parecía linda o si simplemente era una observacion extenuante.

Una sonrisa algo rara se formó en sus labios.

- Tu debes ser la novia de Yoongi.

Jennie hizo una reverencia perfecta de inmediato y saludo de forma respetuosa.

- Es un placer conocerla, se-señora Min. -no pudo evitar tartamudear.

La señora Min imitó la accion y se hizo para atras, dandoles espacio para entrar.

- El gusto es mio, cariño. Pasen, pasen, no se queden ahí parados.

Los dos entraron y Jennie pudo admirar la casa en la que su novio habia sido criado.

- ¿Taehyung esta aquí?

- En su cuarto con Rosie. -asintió. -Ve a bajarlos, asi conocen a tu novia. -sonrió y extendió su mano. -Ven conmigo, querida.

La nombrada miró a su novio y éste le guiñó el ojo en señal del apoyo. Ella caminó detras de su suegra y llegaron hasta la cocina. Vio que habia un poco de desorden y los cubiertos listos para ser puestos en la mesa.

- ¿Quiere que la ayude con algo, señora Min?

- Gracias, sería de mucha ayuda... -pregunto tacitamente su nombre.

- Jennie.

- Jennie, lindo nombre.

- Gracias. -volvió a reverenciarse.

- ¿Podrías poner la mesa, por favor?

- Por supuesto.

Jennie agarró lo que mas pudo con sus manos y caminó hasta la que, imaginó, sería la mesa donde almorzarian. Vio los individuales y los vasos ya puestos. Comenzó a ubicar los platos y cuando terminó, empezó con los cubiertos, todo bajo la atenta mirada de su suegra.

¡Profesor Min! 《yoonnie》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora