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El timbre sonó luego de dos horas de clases y todos se levantaron para dirigirse a almorzar, ya eran las 12 y media del mediodia.

Jennie suspiró un poco sin animarse a seguir a Nayeon y sus amigas, era muy timida como para tocar su hombro y preguntarle si podia acompañarla.

Nayeon la miro expectante pero Jennie bajó la mirada y no pudo ver la mueca en el rostro de su compañera pelinegra.

Sintió una mano llamandola de su amiga Dahyun y salió del salón dejando a Jennie en su banco.

La castaña nunca llevaba comida hecha al colegio ya que debería pasar mas tiempo abajo en la cocina -indefensa- asique siempre compraba en la cafetería porqué si, Jisung era una mierda pero le dejaba una buena suma de dinero cada que salía de la casa. Ganaba muy bien y se lo atribuyó el hecho de tener una buena imagen y resolver cualquier problema que se le presentará con aquel dinero pero de cualquier forma no cambiaba nada.

Siguió unos minutos sentada hasta que la puerta del curso se abrió y se volvió a cerrar, esta vez con pestillo.

- Creí que irías a almorzar con tus compañeras.

- No se si puedo.

Yoongi se acercó a ella y corrió los mechones de su rostro para verla bien. Preciosa.

- ¿Vas a perderte la primera oportunidad que te dieron para poder conocerte?

- Pero...

- ¿Pero? -siguió peinando sus cabellos.

- ¿Y si no lo hacen con buena intencion?

- Yo estaré siempre para ti.

- ¿Lo prometes? -sus grandes ojos hicieron contacto con los del hombre y éste le sonrió transmitiendole tranquilidad.

- Lo prometo, estaré allí si me necesitas... y si no lo haces, tambien.

- Oppa. -sonrió dejando sus ojos en pequeñas lunitas y mostró sus lindos dientes. Se abrazó a su cuerpo con fuerza y lo besó de la misma forma.

- Ve y haz amigas. -se separaron pero antes, besó su frente.

- ¿No te sentirás solo almorzando? Siempre lo hacemos juntos...

- No te preocupes por eso, cariño. -besó su mejilla. -Ve a la cafeteria. Nos vemos a la salida.

- De acuerdo, te veo afuera.

- Diviertete y no te encierres en ti misma, comparte un poco. -le guiñó un ojo y la volvió a besar un poco mas exigente para luego soltarla.

Jennie salió con una sonrisa boba en su cara y Yoongi caminó hasta la sala de maestros para almorzar tranquilo.
No se lo diría a su novia pero cuando ella no estaba cerca, varias alumnas de distintos años se le acercaban para hablar cuando almorzaba solo y fuera del salon de profesores.

Rió un poco. Jennie parecia muy tranquila pero era una celosa de primera.

🎹

Caminó un poco por la cafetería como siempre se mostraba, seria e impasible. Buscó disimuladamente a su compañera con la mirada, tratando de no ser obvia.

Tenia su charola con el menú del día en las manos y caminaba lento. Suspiró, tal vez ni estaban allí, tal vez había sido una broma ironica.

Se cansó de buscar en el gran comedor asique se dispuso a sentarse sola en una de las mesas mas alejadas.

Lo hizo y a su vez una mueca se instaló en su rostro, podría estar con su novio ahora aunque se molestaría mucho si supiera lo que habia pasado. Ya qué.

Se encogió de hombros y se decidió a comer pero un grito le llamó la atencion.

- ¡Jennie! ¡Viniste!

Nayeon la miraba con dos charolas vacias, de seguro en camino hacia la tienda.

- Ah... si...

- ¿Qué haces aquí sola? ¿No quieres venir con nosotras? Las chicas son algo... especiales pero no son malas. -paró un segundo. -A menos que no quieras venir y prefieras estar sola, si es asi... lo siento por molestar. -se avergonzó un poco.

- ¡N-no! No es asi. Y-yo... -tartamudeó. -En realidad vine para aceptar tu oferta pero no las en-encontre.

Nayeon la miró con ojitos brillantes y le sonrió.

- ¿Entonces querías venir conmigo?

- Bueno, si...

- ¿Te gusta este lugar?

- Uh, si, me gusta.

- Bien, esperame aquí.

Nayeon corrió prácticamente hasta una de las mesas mas alejadas del otro extremo y la vio señalarla. Todas las chicas en la mesa se levantaron con sus charolas y caminaron por toda la cafetería hasta llegar a su mesa. Jennie estaba rojisima.

- Espero que no te moleste que vengamos a interrumpir tu paz. -dijo algo risueña una de ellas. La conocía, era Jihyo, cantaba en el coro de la iglesia todos los domingos y todos adoraban su voz.

- No hay... problema... -respondió timida y bajito.

- Iré por las bebidas, Momo. Ya vuelvo.

- ¡De durazno, por favor! -gritó. -Hola Jennie, ¿sabes quién soy verdad? -preguntó. -Guardamos las pelotas para la feria juntas. -sonrió comiendo de su ensalada.

- Si, se quien eres. Gracias por la ayuda esa vez. -dijo retomando su voz normal y todas allí la miraron.

- No fue nada. -movió su mano desinteresadamente. -Vamos juntas desde primaria pero creo que no nos hemos presentado como se debe, ¿verdad?

- Verdad. -dijo Jihyo. -Deberíamos presentarnos todas.

- ¡Si, si! -Nayeon llegó con los jugos y se sentó al lado de Jennie.

- ¿Siempre tienen que ser tan escandalosas? Sus gritos se escuchan desde la entrada.

- Oye, ya nos conoces, no puedes quejarte.

Nayeon rodó los ojos. -Lo siento, Jennie. No te lo advertí.

- No hay problema. -sonrió por primera vez, algo divertida por la situacion.

- ¿No iban a presentarse? Ya todos nos conocemos por ir juntos cada año pero nunca esta de mas una introduccion mas completa. -dijo Nayeon.

- ¡Yo primero! ¡Hola, soy...!

- Hola, soy Hirai Momo, es un gusto poder hablar contigo.

- ¡Oye!

- Muy lenta, Dahyun.

- Bien, ahora si voy yo. Soy Da...

- Soy Minatozaki Sana, es un placer, Jen. ¿Puedo decirte Jen?

- Cla-claro. -se ruborizó.

- ¡Iba yo!

En ese momento un serio, joven y apuesto profesor de música entraba al casino por simple aburrimiento y curiosidad. Si claro, solo quería ver como le estaría yendo a su pequeña.

Sonrió al verla reír con Nayeon y Momo sobre como peleaban todas con Dahyun y una sensacion calida se instalaba en su pecho. Jennie por fin podía relacionarse con los demas, Jennie por fin podría tener amigas.

Estaba muy feliz.

¡Profesor Min! 《yoonnie》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora