39: Hero

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El camino a casa del mayor fue silencioso y pesado. Yoongi sabia que Jennie se encontraba temblando en su asiento y su mirada perdida en el espejo retrovisor le avisaba que lejos estaban de volver a la calma que con esfuerzo habian recuperado.

Jennie miraba la calle pasar y a la vez, su rostros inmutable sobre el espejo del auto. No se encontraba, no se reconocía. No tenía ni idea quien era esa chica.

Había pasado de superar de a poco las heridas superficiales de aquel domingo a convertirse en una muñeca de trapo que todos pueden usar a su antojo.

Se sentía usada, asqueada, moldeable, voluble. Todo aquello con lo que siempre peleó superficialmente ahora la carcomía por dentro, haciendose uno con ella y tratando de domar su fragil corazon.

El auto estacionandose la hizo salir de sus pensamientos pero aun asi conservo su mirada al frente. Escuchó el suspiro de Yoongi y cargó con la culpa de haber arruinado a alguien tan bueno y maravilloso como él.

Lo vio caminar por delante del auto para llegar a la puerta y abrirla, tender su mano y ayudarla a salir porque sabía que su cuerpo se encontraba tan tembloroso que podría caer en cualquier momento.

Agradeció de nuevo el venir directamente a su casa y no pasar por un hospital o una estacion de policia. Tal vez era egoísta pero no quería que la verdad se supiera y fuera separada de Yoongi. No, nunca podría sobrevivir sin él.

Cuando salió de sus cavilaciones, se dio cuenta que habian llegado al departamento y que Yoongi estaba quitandole el abrigo masculino que había puesto en sus hombros al salir del colegio.

Ella se mantuvo quieta y hasta tensa en el momento que sus manos tocaron sus hombros.

Aquellas manos masculinas, que la amaban mas de lo que un corazon humano lo habia hecho en mucho tiempo, la hicieron reaccionar.

Se dio vuelta para ver a su novio dejar el abrigo negro en el perchero y volver hacia ella con una expresión preocupada. Ella no queria eso.

Volvió a sentirse asqueada, manoseada y utilizada. No le gustaba, no quería volver a sentir eso de nuevo.

De pronto, su respiracion se agitó cuando lo vio un poco asustado y poco a poco los dedos de Jackson volvieron a hacer presencia en su piel, ensuciandola y sacando provecho de su vulnerabilidad.

Sus dedos grotescos y poco gentiles se clavaban en su piel mientras ella se desmoronaba mentalmente. Jaló sus cabellos con fuerza y cerró sus ojos tratando de volver al presente pero fue peor, el rostro de Jackson aparecia encima de ella, haciendo de su cuerpo lo que quisiera.

- ¡Jennie! ¡Jennie tranquilizate! ¡Soy yo!

Yoongi trató de apartar sus manos ya que habia comenzado a rasguñar sus brazos y morder sus labios al punto de hacerlos sangrar. Jennie estaba teniendo una crisis y el unico que podia pararla era él.

La abrazó fuertemente aunque ella trató de removerse y librarse de su agarre. La aprisionó entre sus brazos y la guió hasta su habitacion.

Allí, la recostó sobre la cama y elevó sus muñecas por encima de su cabeza, asi no podría lastimarse.

Jennie lloraba sin parar y con sus ojos cerrados. Estaba teniendo problemas con su mente y él no podía hacer mas que estar a su lado y calmarla.

- Shhh, shhh, ya estamos en casa, cariño. -susurró en su oído. -Estamos aquí, en nuestro departamento. Nuestro hogar, ¿recuerdas?

Jennie continuó llorando pero esta vez, abrió los ojos y sus labios temblaron.

- ¿Nuestro... hogar?

¡Profesor Min! 《yoonnie》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora