43: All I want

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Jennie despertó en la inmensa cama y, como todas las mañanas, restregó su cara por las almohadas y las sabanas. Llamenla sucia pero de verdad no quería cambiarlas.

Hizo un puchero al no poder sentir la fragancia masculina de Yoongi asique suspiró y se levantó sin ganas.

Hoy era su graduacion. Tenia tiempo de sobra ya que debía estar a las dos de la tarde en el instituto para poder asistir a la ceremonia.

Juntó las sabanas y demas para meterlas en la lavadora de una vez. Caminó hasta la cocina y observó todo minuciosamente. Era cómo si Yoongi estuviera en la casa.

Un mes había pasado desde que despertó sola y desde ese entonces, no sabía nada de él. Nada. Ni un mensaje, una llamada, un mail. Seguramente cambió su celular para que no lo localizara.

Trató de no llorar mientras se preparaba un café y se frustró cuando lo probó y estaba hecho como a Yoongi le gustaba.

Se lo tomó igual mientras ordenaba un poco ese departamento que parecia hablarle cada noche y susurrarle palabras bonitas. Palabras que siempre creería si vinieran de él.

¿Pero cuanto podía aguantar? ¿Cuando volvería? ¿Es que nunca mas se pondría en contacto con ella? Nunca le dejó un número, o siquiera un mensaje para que le entregue su madre. Simplemente se esfumó.

Abrió el closet y tocó levemente la toga azul que tendría que usar hoy y que su -tal vez, aun- suegra había preparado para ella.

Desde que Yoongi se había ido, Sunhee y Youngsoo se hicieron cargo de ella. La llamaban a diario, la invitaban a comer y a pasar el rato, se preocupaban por su sueño y muchas veces la iban a buscar al colegio por el medio de que Jisung apareciera.

Hablando del diablo...

Jisung tambien desapareció de su vida. Tal vez la paliza que Yoongi le había dado fue suficiente como para no volver a aparecer. Ah si, y la orden de restriccion que puso con mucho esfuerzo y ayuda de sus suegros cuando lo vio esperarla en la escuela.

Jennie se convirtió en una mujer de dieciocho años, totalmente independiente y, los testimonios de sus amigas le habian servido para poder poner esa denuncia sobre el sargento de la policía.

Un gran revuelo se armó pero valió la pena. Jisung no podría acercarse mas a ella.

Estaba mas que agradecida con sus amigas. El dia despues de que Yoongi se marchara, Jennie decidió contarles la verdad a sus amigas aun sintiendo miedo por no saber como iban a reaccionar.

Para su sorpresa, se mostraron comprensivas y horrorizadas cuando les contó su historia con su padrastro. No dudaron un minuto en ayudarla y contenerla. Tambien lo hicieron en la secundaria, donde protegían a Jennie y se aseguraban de que no esté sola.

Y tal vez no eran sólo ellas... La castaña podría jurar que vio a Wendy amenazar silenciosamente a sus amigos cada que ella pasaba. ¿Sería cierto? Quizas nunca lo sabría pero aun asi, le agradecía el gesto.

Fue hasta el baño para ducharse y se tomó su tiempo. Desde que vivía sola empezó a vivir como quería y a comportarse como si fuera libre.

En realidad lo era.

Aunque no había momento en que no pensara en Yoongi. Siempre se perdía en las conversaciones y observaba lugares en los que su novio había estado. Nayeon y Dahyun siempre trataban de sacarla de sus pensamientos para que le sea mas leve pero siempre que volviera a su departamento lo recordaría latente.

Salió mojada y buscó la ropa que sus amigas le habían recomendado (y obligado a comprar) para aquella ocasión. Pocos dias despues de que el pelinegro se marchara, Jennie descubrió por su suegro que él había abierto una cuenta bancara para ella y que depositaba cada semana dinero que pudiera retirar del cajero.

¡Profesor Min! 《yoonnie》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora