-'̗❀ Lilili Yabbay ❀ ̖'-

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Capítulo Dieciséis: "¿Por qué me haces sentir así?

Bien dicen muchos que después de toda tempestad viene el momento de calma. Las cosas toman un rumbo más positivo con tal de hacerte olvidar las malas jugadas que pasaste. Era increíble ver como todo había mejorado últimamente en estos dos meses que habían transcurrido de la forma más normal posible que pude imaginar. Podía darme un respiro de aquellas cosas que amenazaban habitualmente con perjudicar la poca calma existente en mi cabeza y en mí. Les contaré un poco de cómo está la situación aquí entre nosotros. Resulta que el hermano de Chan, mi futuro cuñado; yo no dije nada, tuvo que hacer un viaje a otra provincia de Corea junto con su novio no novio para una exposición de flores de la más alta calidad, además de que habría algo como un mini desfile del Torneo de las Rosas, así también como talleres para elaboración de ostentosos ramos o recuerdos súper elaborados para implementar en su tienda, dándole un toque moderno y fresco a ésta. Por supuesto que ambos no se querían perder de ese festival y le preguntaron a Chan si no quería ir con ellos a lo que él respondió un cortés "no, quiero quedarme aquí con JunHui". Dios, tiene que ser un delito que ese niño pueda hacerme dejar de respirar y quedar sin habla con tan sólo una frase. Luego de explicarles una y mil veces que no sería molestia alguna para mí y mi familia dejarlo quedarse en mi casa su hermano aceptó haciéndole prometer que tendría que portarse bien y no perturbarnos en su estancia con nosotros.

En cuanto a mis padres puedo decir que su relación estaba mejor que nunca. Ambos aprovechaban cualquier rato que estuvieran desocupados de tareas, trabajos y estudios de la universidad y se proponían a salir en una cita mega romántica y empalagosa o bien, quedarse en casa mientras mamá Hao le enseñaba a cocinar a papá Young pastel de luna. Claro que una vez casi queman el microondas y es ahí donde me pregunto cómo pasó eso si tan sólo tenía que calentar una taza de agua. Misterios de la vida que nunca resolveremos. Por el otro lado no habían recibido alguna llamada o mensajes del padre de MingHao hyung por lo que podemos dar por entendido que las cosas están tranquilas hasta el momento. Se veían como la típica pareja de adolescentes enamorados a los cuales les vale poco lo que el mundo piense de ellos y me agradaba eso. Me agradaba ver que a pesar de todo seguían juntos.

Y, por último, pero no menos importante tenemos el caso de Chan y mío. Vamos a ver, ¿cómo conseguir las palabras correctas para describir nuestra relación? El incremento en nuestra cercanía era más que obvia, no a tal grado de andar pegado el uno junto al otro las veinticuatro horas del día, pero sí era notorio que en estas últimas semanas el acercamiento era mutuo y más que antes. A veces solíamos desvelarnos por quedarnos mensajeando hasta altas horas de la noche, ya sea mandando imágenes que producen risa, cantando una canción mientras el otro seguía la corriente o simplemente charlando de nuestras metas o sueños a futuro. Después de que vino a quedarse a mi casa veíamos series animadas, películas de acción o de princesas y repasábamos nuestro baile para la próxima presentación. Un par de veces me cachó con las manos en la masa...

Estábamos haciendo pan, por eso me cachó con las manos en la masa.

Bueno, ya le paro. Un par de veces me cachó observándolo detenidamente mientras danzaba. Claro que me excusaba en esos momentos diciendo que sólo quería ver si tenía una buena postura al bailar, pero la verdad era que quería grabar cada movimiento que daba con su cuerpo, la forma en que alzaba los brazos como si te invitara a fundirte en ellos, también cuando quedaba de perfil y admirabas ese hermoso rostro que lucía tan relajado al bailar; sus labios entreabiertos, sus ojos cerrados naturalmente sin lucir apretados y su pelo que se movía de un lado a otro creando pequeños remolinos en su cabeza. Las palabras no me alcanzan para lograr expresar como es él por completo y mucho menos me alcanzan para expresar qué siento con lo veo, cuando lo toco, cuando me abraza emocionado, cuando me da un beso en la mejilla, cuando hace que la tarde sea tan amena sin necesidad de acciones, sólo alegrándola con su presencia.