-'̗❀ Lilili Yabbay ❀ ̖'-

-'̗❀ O1 ❀ ̖'-

Capítulo Uno: “Una breve introducción a mi anormal vida”

Solo…

El cómo fue que paré en esta gran ciudad sigue siendo una de las cosas más confusas para mí. Hay días en los que quisiera recordar y hago el mayor esfuerzo posible por hacerlo, pero no consigo nada. No recuerdo mi niñez, no recuerdo si en algún momento viví feliz. Es como si mi mente haya olvidado y suprimido todos los recuerdos malos que tuve, porque si les soy sincero mi vida ha estado llena de desgracias. Nadie me quiso y pensaron que la mejor manera para que ellos vivieran tranquilos era deshacerse de mí. Y así fue como ya no veía nada de manera colorida, de manera positiva. Sólo había dolor y desconfianza en mi corazón.

Claro, hasta que los conocí a ellos.

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“—JunHui... JunHui... No te escondas que ya te vi...— esa voz sonaba muy bonita. Díganme loco, pero siento la necesidad de encontrar al dueño o dueña de ésta.

—¿Ah? ¿Quién eres?— veía para todos lados, pero no encontraba nada.

—JunHui... JunHui... No sigas huyendo...”

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—¿Jun?... ¡Otra vez te quedaste dormido, chino aprovechado!— damas y caballeros, les presento a MingHao hyung. Él tiene toda la custodia sobre mi persona así que prácticamente es mi padre… No, madre. Mi padre es SoonYoung.

—En mi defensa, puedo decir que necesitaba terminar un proyecto de la secundaria y si no lo entregaba hoy, te iban a mandar a llamar.

—Como por cuarta vez en la semana... ¿Qué tanto haces para meterte en demasiados problemas?— su mirada se volvió seria y se cruzó de brazos. Oh rayos, estoy muerto.

—¡Ellos son los que me molestan! Sólo... Les doy un pequeño susto con las técnicas que me has enseñado.— le guiñé un ojo y él suspiró frustrado.

—Apúrate a cambiar y alistar tu mochila. SoonYoung nos está esperando para irnos.— salió de mi habitación y me dejó nuevamente con ese silencio tan abrumador. No me gustaba para nada.

Ir a estudiar, vaya, mi actividad favorita de toda la vida.

Era obvio que no me gustaba ir al colegio y ver los mismos rostros de siempre, creyéndose la gran cosa y haciendo el mismo bullyng de siempre a las mismas personas de siempre. Lo único rescatable de ese horrible lugar era el magnífico y espacioso jardín que tenían en la parte de atrás. ¿Y adivinen qué? Nunca había nadie por allí. Muchos creían que esa área estaba llena de insectos y suciedad, y por supuesto que lo estaba, pero eso la hacía especial y única. Era perfecta para ir a pensar y reflexionar, además podía bailar sin que nadie me viera o juzgara.

Yo adoro bailar.

Puedes expresarte con tu cuerpo al compás de la música, cualquier canción que se te ocurra. Movimientos suaves o movimientos atrevidos, no importaba cuales fueran, siempre tenían el mismo objetivo: expresar. Eso es algo que también me unía con mi familia. A ellos les fascina bailar.

—Ahhh, receso, mi clase favorita… Mi favorita para dormir.— dije para mí mismo y me acosté sobre el césped del lugar. Sé que la hora del almuerzo no es una clase, pero mientras esté en el horario sí la consideraré como tal.