-'̗❀ Lilili Yabbay ❀ ̖'-

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Capítulo Dieciocho: "Sé mi novio"

—Papá Soon, ¿cómo te le declaraste a mamá Hao?— ambos muchachos tenían gran parte de su concentración puesta en la televisión mientras hábilmente movían sus dedos en los controles para ganar la partida de Lego Batman.

—Es una historia muy graciosa y vergonzosa. Sólo con decirte que acabamos en urgencias luego de tal desastrosa confesión.— rio levemente— Pero a pesar de que el sedante lo tenía desvariando logró decirme un "sí quiero ser tu novio" antes de caer desmayado en la camilla. Y yo pude escucharlo antes de perder la consciencia igual.— la rapidez ejecutada en los botones para acabar con el "comité de bienvenida", como ellos le denominaron a los contrincantes malos que les esperaban en cierta parte del juego, enviado por el Acertijo era insuperable.

—Con razón ese día no llegaron a casa y la abue Kwon estuvo al borde del colapso cuando recibió la llamada del hospital.— Jun sacaba su lengua de lado para demostrar la máxima atención que profesaba a su videojuego favorito.

—Haha sí, mamá me regañó feo al siguiente día que nos dieron de alta, sin embargo, valió la pena eso y quedar hospitalizados porque el amor de mi vida aceptó estar conmigo.— luego de pasar una serie de obstáculos ambos cayeron en una fosa llena de ácido que los mató. Con esto decidieron ponerle pausa al juego para hablar seriamente sobre el tema— ¿Por qué me preguntaste eso? Si esa historia te la hemos relatado más de lo que me alcanzan los dedos para contar.

JunHui suspiró y tomó el valor necesario para proseguir— Quiero declararme a alguien.

—Uy, ¿es el chico que baila no? ¡Sabía que ustedes dos acabarían juntos!— hizo una mini celebración al enterarse de la verdad— Quise decir, tú no tienes permiso para tener pareja jovencito, ¿me escuchaste?

—Vamos SoonYoung, no te pongas en modo papá sobreprotector porque a ti no te sale.

—¿Quién dice que no? ¡Se las verá conmigo el que intente contradecirme!

—Pues entonces alista tu mejor defensa ante MingHao, padre. Yo que tú ya iba buscando el mejor cementerio para que me enterraran.— un escalofrío los recogió a los dos. Sabían a la perfección que nunca debían retar a Xu si no es que querían acabar mal.

—¡Se supone que deberías de apoyarme, no asustarme! Eres patético.— puchereó el mayor inflando sus mejillas pareciéndose a un hámster.

—¡¿Con qué derecho lo dices tú?! ¡Es más patético el que no sabe cocinar un simple pescado a sabiendas de que lo consume siempre!— se defendió el chino dando inicio a una guerra boba de desigualdades.

—Claro, ¡lo dice el que se cayó de las escaleras persiguiendo una mariposa!

—¡No hables porque al declararte terminaste en el hospital!

—¡Por lo menos yo recibí el "sí" que tanto deseaba, ¿tú para cuándo?!

—¡Retráctate!— lloriqueó el menor sabiendo que había perdido la batalla.

—¡Já! ¡Gané yo! Tráeme una cobija porque hace mucho frío acá en la cima del éxito.— dijo remarcando la última palabra y haciendo una pose de ganador.

—Ojos de alcancía.

—Susurrador de primera.

—MingHao no te quiere.

—Tú ni novio tienes.

—Pero lo tendré pronto.

—Cuando yo deje de bailar mejor que tú, o sea, nunca.