Capitulo 9

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La cafetería estaba llena de los empleados de la empresa cada uno ocupado en su conversación mientras que otros solo se concentran en su comida, avanzo hasta una mesa cerca buscando con la mirada a Connor o Miguel quien me dejo sola en este lugar. He visto a varios de los que están aquí sin embargo no he tenido la posibilidad de hablar con uno de ellos ya que el trabajo me consume casi todo mi tiempo.

- La comida del lugar ha mejorado – escucho a Miguel a mi lado, me doy cuenta que en su mano lleva una bolsa y unas bebidas – traje un par de ensaladas y bebidas para acompañar

Las nauseas de hace un momento vuelven aparecer cuando una mezcla de olores invaden mis fosas nasales, aun no se porque pero las ganas de vomitar aumentan cuando Miguel acerca aquella bolsa y lo unico que puedo hacer es llevarme una mano a la boca.

- Charly, amor mio – escucho a Connor detrás de mi pero no pasa mucho tiempo cuando se sienta frente a mi – pensé que no te volvería a ver

Sonríe con sinceridad mientras coloca otra bolsa en la mesa y eso es suficiente para aumentar mis ganas de vomitar, la comida nunca la he despresiado pero hoy tal parece que no tengo apetito.

- Solo no te tenido tiempo pero ya estoy aquí

- Charly estas pálida – responde preocupado y es suficiente para que Miguel también se preocupe, ambos hombres me miran y yo solo sonrio evitando vomitar

- No es nada grave solo necesito descansar

Miguel de la bolsa saca un par de ensaladas cesar, salsa, papas fritas lo cual me dan repulsión en estos momentos. No quiero saber nada de comida y hasta ahora es lo único que me han ofrecido, solo quiero dormir y descansar hasta la mañana siguiente pero ahora estoy aquí en medio de ambos hombres que insisten en que coma; las nauseas aumentan pero ninguno de ellos se da cuenta que no quiero comer nada.

- No necesito comer muchas gracias – respondo mientras alejo todo lo relacionado con comida, estoy a pocos minutos de vomitar y sin poder aguantar más me levanto de la mesa con una mano en mi boca – no puedo, lo siento

Corro hacia los baños ignorando los constantes llamados de Connor y Miguel quienes quizás no entienden nada, una vez en los baños me acerco rápidamente hacia un cubículo desocupado evitando a la chica que está ahí. Justo cuando llego todo lo que contiene mi estomago que no es casi nada lo expulso una y otra vez, nunca me he enfermado y es la primera vez en mucho tiempo que vomito tanto

No se cuanto tiempo pasa cuando por fin dejo de vomitar y una vez mas tranquila me siento a un lado alborotando un poco mi cabello. Es posible que tenga un virus o quizás tanto trabajo bajo estrés no permite que digiera bien la comida.

- ¿Charlotte? – una voz familiar se escucha al otro lado del cubículo y tomo varias respiraciones antes de reaccionar. No me acordaba que estaba acompañada y para mi mala suerte la compañía no es muy grata en estos momentos - ¿estas bien?

- Dame un momento – respondo mientras me levanto del suelo dispuesta a salir

Una vez abro el cubículo frente a mi se encuentra Samantha Copert quien me mira preocupada y de pies a cabeza. Me siento acosada a su atenta mirada y no puedo ni suiquiera imaginar que es lo que pasa por su cabeza, no es una mala persona pero es muy insistente y entrometida cuando quiere.

- No te preocupes, estoy bien es solo el cansancio de toda la semana

- ¿Estas segura? Escuche que Max te dio el día libre porque tienes un virus

Y es en este momento cuando no soporto su insistencia tengo que tomar un poco de aire para no tener que insultarla, si no fuera por ser tan entrometida hasta sería una buena amiga. Los chismes en la empresa son como la gripe corren rápidos y la persona indicada para conocer cada chisme que se escucha es la mujer parada frente a mí. Es la mano derecha y casi es parte de la familia de los Anderson; no me mal interpreten es una excelente abogada pero no sabe mantener la boca cerrada y dejar de meterse donde no la llaman.

SECRETOS EN TACONESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora