Capitulo 7

376 23 0
                                    

   El día domingo paso tan rápido como llegó; después de llegar a dormir me levante y termine el día viendo toda clase de películas y el día siguiente no fue diferente; terminamos el día comiendo comida chatarra y viendo películas viejas. Connor aun estaba molesto con la rubia pero sus ocurrencias me hacían reír; tuvo que volver a su casa porque su vecina lo llamo diciendo que su gato se volvió a meter en su casa otra vez. Finalmente llegó el día lunes un día de trabajo y de mucho estrés; volver a la rutina y eso implica volver a encontrarme con el señor Anderson. 

  A pesar que estoy completamente asustada pero no puedo detener mi vida solo por un sentimiento que quizás sea absurdo, tal vez no recuerde nada de lo que paso y yo estoy aquí toda nerviosa. Connor no paraba de preguntar lo cual aumentaba mis nervios, no quisiera ocultarle algo así pero solo fue una noche de copas no es que me fuera a casar con el; ademas sigue siendo mi jefe lo cual eso me mantiene aun mas nerviosa.

   Ya lista y maquillada me dispongo a salir de mi casa luego de haber alimentado a mi labrador quien no para de comer; una vez en el auto me dispongo a ir a mi trabajo poniendo a todo volumen la radio no es costumbre hacerlo pero un poco de ruido me ira bien para distraer mi mente mientras llego a la empresa; empieza a sonar una canción desconocida pero con un buen ritmo muy contagioso. 

   El ritmo me contagia y solo muevo mi cabeza de un lado a otro al ritmo de la música concentrada en el camino hacia la oficina. La vía esta despejada con un par de auto pero nada importante aun con el ritmo en mi cabeza sigo manejando hasta llegar al conocido estacionamiento. Luego de pasar el elevador y la recepción finalmente llego a mi oficina la cual se encuentra impecable como la deje. 

- Charlotte - la familiar voz de la secretaria de mi jefe se escucha a mis espaldas pero estoy ocupada ocupando mi lugar que no presto casi atención - el señor Anderson quiere verte.

  Aquella ultima frase hizo congelarme dejando mi accionar en ese instante, ella nunca lo llama por su apellido y tampoco se refiere a el como "señor"; gire mi vista hacia ella acomodando varios mechones detrás de mi oreja y por su rostro puedo saber que no solo me solicita también esta molesto y si no voy probablemente la situación empeoraría. No dijo nada mas solo se marcho dejándome consternada; desde aquella noche no lo he vuelto a ver hasta ahora y sinceramente no se como actuar delante de el sabiendo que me acosté y ahora recuerdo aquella noche cada vez que mi subconsciente puede.

  Llenándome de valor dejo aun lado todo mi trabajo como asistente y camino hacia la oficina de el hombre mas prepotente que he conocido y sin importar que mis nervios aumenten a cada paso que doy; no me interesa en absoluto el trabajo pero si me preocupa las medidas que tome contra mi, para nadie es un secreto en la empresa que no me tolera y que el único motivo  por el que sigo aquí es gracias a mi impecable hoja de vida y a las referencias de empresas como Ferrari, Chevrolet y Adidas. No entiendo aun otras cosos lo cual no vienen al tema, nunca fue mi jefe favorito y a pesar de sus encantos como el galán que es nunca me intereso como hombre.

  Doy un par de golpes a la puerta una vez frente a ella y luego después escuchar decir un "pase" al otro lado de ella la abro con precaución como si detrás de esta hay un campo de minas. Una vez abierta y dentro de la inmensa oficina lo primero que observo es un hombre robusto y trajeado detrás de un escritorio tan concentrado en lo que sea que sean esos papeles y al mismo tiempo atento a todo lo que pasa en su alrededor.

- cierra la puerta y toma asiento - dice sin dejar de mirar aquellos papeles 

  Automáticamente obedezco y temiendo lo peor camino hasta una silla cerca de su escritorio no puedo saber si esta concentrado o simplemente no quiere mirarme a los ojos, quizás tengo que estar feliz por eso pero no puedo evitar sentirme frustrada. Una vez estoy sentada sigue con su trabajo mientras que yo solo puedo jugar con mis dedos para no sentirme tan nerviosa y vulnerable  frente a el; pasan unos segundos mas cuando levanta su mirada hacia mi ocasionando que vuelvan aquellos recuerdos en mi cabeza haciendo que mi cuerpo reaccione al instante.

- quiero los contratos sellados - exige bruscamente mientras entrelaza sus dedos sobre su escritorio - no he podido terminar un par de cosas pendientes gracias a tu inexperiencia 

  Mi cuerpo se relaja al instante, al parecer su cabeza no recuerda lo ocurrido y es un alivio saberlo ya que no puedo ni siquiera imaginar como le vería a los ojos sabiendo que el sabe lo que paso; por otro lado los archivos se quedaron en mi casa luego de terminar de analizarlos. No puedo decirle que están   allá  ya que otro motivo para que siga pisoteando mi trabajo, quizás este feliz por su mala memoria pero siempre esta peleando por mi "inexperiencia" y eso me pone de mal humor.

- aun no he terminado con ellos - mentí - se los daré en 10 minutos

- que sean 5 - replico sin dejar de mirarme 

- de acuerdo - dije controlando mis ganas de golpearlo -¿desea algo mas? 

  Por un momento vi en sus ojos una mirada peculiar, algo que nunca he visto en el pero quizás fue imaginación mía ya que se levanto de su asiento para luego caminar por la gran oficina rodeada de ventanas inmensas, se voltea mirando la cuidad mostrándome su ancha espalda y su gran altura. No puedo dejar de pensar en lo que puede llegar a pasar si recordara algo de lo que paso, es mi jefe y el hombre mas insoportable que he conocido ademas de mi padre; parece pensativo y preocupado pero no puedo estar segura ya que no deja de mirar por el gran ventanal.

- que lo que paso quede entre tu y yo 

    Esa frase fue suficiente para que mi corazón se acelere y mis nervios aumenten a pesar de seguir mirando la ciudad se muy bien que espera mi respuesta sobre eso pero el problema es que no tengo que decir o quizás el nudo en mi garganta evita que pueda responder.

- no se de que habla señor

  Se gira hacia mi con ambas manos en los bolsillos mostrándose seguro de si mismo y el hombre mas importante de la cuidad; su mirada es oscura y quizás se sienta enojado por la manera como me mira, su mandíbula se tensa y sus hombros los endereza un poco.

- no me intentes engañar - dijo dando un par de pasos mientras que yo solo puedo tragar saliva por el cambio de voz - desde que entraste aquí tienes esa mirada de miedo y no paras de jugar con tus dedos e incluso pareces una niña a quien castigaron.

- señor yo...

- no quiero tu opinión - me interrumpe mientra vuelve a sentarse en su silla frente a mi - solo no quiero que esto se vuelva un chisme, tengo suficiente con la farándula que revolotea a mi alrededor. Ademas, no quiero que nadie se entere que me acosté con una simple asistente, dañaría mi reputación y seria un escándalo en mi familia.

  Sus palabras son como un balde de agua fría, si antes estaba ansiosa y nerviosa todo ese miedo poco a poco se convirtió en enojo; no puede hablarme así y ademas ni siquiera fue mi culpa. Lo único que le molesta es que fuera yo quien se acostó con el, una simple asistente; un pequeño dolor en mi orgullo es lo que siento. Aun no puedo creer que me humille de esa manera y no puedo creer que aun no se disculpe por lo que acaba de decir.

   Tengo pensado muchas cosas para responder pero como si fuera muda no puedo hablarle ni contestar nada por ahora ya que mi orgullo como mujer se siente humillado; siempre he sabido que el se siente mejor que yo solo por tener el dinero y el poder pero nunca imagine que fuera tan cruel y menos conmigo que siempre he estado ahí para lo que el necesite; soportando su mal genio y sus horas extras inesperadas.

- no me interesa que nadie se entere del error que cometí esa noche - dije dolida y enojada por sus mal genio. Parpadeo un par de veces sin poder creer mis palabras - fue el peor error de mi vida y no quisiera que nadie se entere de mis estupideces... me disculpo por mi actitud esa noche pero estoy de acuerdo con usted

- entonces no hay nada que decir - dijo una vez abriendo la carpeta y volviendo a su trabajo - quiero esos contratos, si no estoy aquí déjamelos en el escritorio... Puedes irte

   Sin esperar un minuto mas camine hasta la salida con paso rápido antes que pueda empeorar y termine llorando o incluso escupiendo su rostro, una vez fuera de esa oficina camine rápido hacia el baño el cual casi siempre esta solo. No soporto ese hombre, no soporto su maldito ego y no puedo soportar un minuto mas con el; me alarmo cuando me miro en el espejo y veo una mujer con los ojos rojos a punto de llorar, no voy a llorar por el y no quiero que nada de lo que salga de esa boca tan perfecta me afecte.

   tomando una bocada de aire y acomodando un  poco mi atuendo decido salir hacia mi oficina olvidando al fin todo lo relacionado sobre ese tema. 

SECRETOS EN TACONESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora