Después de ese pequeño momento, Yoongi procedió en enseñarle otras canciones más en piano, que Jimin aprendió casi al instante.
Ya casi habían terminado cuando la señora Min se hizo presente en el cuarto de único hijo.
—Jiminie, la pizzería de aquí cerca no atiende hoy.—dijo la mujer desde el umbral de la puerta, con una mueca de tristeza en su rostro.—Pero, podemos preparar un pastel, ¿te gustaría?
En ese momento parecía que a Jimin le hubiese dicho que había ganado a lotería, pues se levantó de la banca y fue hacia la mujer, dándole un abrazo y luego separándose avergonzado.
—Y-yo, ¡me encantaría! Mi madre me enseñó a hacer postres hace años, aunque no soy muy bueno en eso, podría servir de ayuda en algo.—la mujer lo miró enternecida, aquel chico era demasiado tierno como para ser considerado legal.
Yoongi, por otro lado, miraba la escena sin poder creérselo. Su madre acaba de ofrecerlo, indirectamente, a preparar un pastel con Jimin, aún sabiendo lo mucho que él odiaba cocinar.
—Perfecto, iré por algunos ingredientes que faltan, pero tienen lo suficiente para empezar el trabajo mientras regreso. Yoongi te indicara dónde está todo y te ayudará en lo que sea ¿cierto, hijo?
—Sí, mamá.—Yoongi también se había puesto de pie y se posicionó detrás de Jimin, con el ceño ligeramente fruncido.
—Bueno, me voy. Hijo, sé educado con tu amigo ¿si?—volvió a preguntar y el mayor solo pudo rodar los ojos como respuesta.
Su madre se despidió de ambos y salió de la habitación, luego se escuchó el sonido de la puerta principal cerrarse y supieron que ya se había ido.
Una vez, habiendo analizado que ahora se encontraban completamente solos en la casa, el silencio se volvió incómodo.
Jimin fue el encargado de romper la tensión.
—¿V-vamos a la cocina, Yoongi?—preguntó con una tímida sonrisa.
—Claro, ¿puedes ir avanzando tú? Debo ir al baño.—mintió, pero Jimin no lo había notado así que asintió compresivo y salió de la habitación.
Cuando se no había rastros del pelinaranja, Yoongi se lanzó a su cama, escondiendo su cara en sus brazos y cerrando los ojos con fuerza.
Aún recordaba cómo lo había hecho sentir Jimin con lo que había dicho, ahora se preguntaba ¿cómo es que unas simples palabras lo habían afectado tanto?
Pensó que quizá era porque empezaba a pasar más tiempo en compañía del otro, incluso llegó a pensar en la loca teoría de que había algo existido "el efecto Jimin" y le estaba dando fuerte.
Esa podría ser una teoría aceptable teniendo en cuenta la cantidad de personas que parecían amar a Jimin, en la universidad todos siempre lo saludaban y no había persona que no conociera al pequeño chico.
Ahora se puso a pensar en ese detalle también y un sabor amargo llegó a su estómago, haciendo que frunza el ceño nuevamente.
¿Por qué todos querían a Jimin?
Él estaba haciendo una lista para desmentir esa teoría, por supuesto que lo hacía. Pero parecía que todo le estaba saliendo al revés, pues mientras más tiempo pasaba con Jimin, se daba cuenta de la cantidad de cualidades que hacían a Jimin una persona especial y agradable.
Y quizá, eso no era tan malo después de todo.
ESTÁS LEYENDO
10 razones para odiar a Park Jimin » Yoonmin [#1].
Fiksi PenggemarMin Yoongi odiaba a cierto chico de su universidad, así que decidió escribir una lista. ❀ No se permiten adaptaciones ni copias. ❀ Obra completamente mía. ❀ Estado: Terminada. ❀ Es mi primera historia, por lo que no es la mejor redacción; luego lo e...