• i hate you • [joshler] pt. 1

007.

• Josh:

Abrí el refrigerador en busca de ibuprofeno o algo que me quite el dolor de cabeza, Brendon no tenía un carajo en su refrigerador, me dirigí hasta su cuarto tomándome mi tiempo, tenía la boca seca y ganas de vomitar.

Abrí la puerta sin importar que estuviera desnudo en su cama con muchas chicas, pero sólo me lo encontré durmiendo junto a Dallon.

― Bien, ya han dormido suficiente ¡Arriba! ―le lancé una almohada gigante a Brendon pero este no movió ni un pelo. Mucho menos Dallon.

Comencé a sacudir a mi mejor amigo pero nada resultaba. Entonces como buen amigo que soy le quite las sabanas de encima y tomé su tobillo, Brendon estaba ahora en el piso, quejándose y deseándome la muerte.

― Es temprano, Josh ¿Que carajo quieres? ―murmuró tratando de levantarse.

― Son casi las cuatro de la tarde. Y me duele la cabeza como la puta madre ―le extendí mi mano para ayudarlo y él tomó.

― ¿Y por qué no agarraste una pastilla? Tarado.

― ¡Es lo primero que hice al levantarme! Pero ¿sabes qué? ¡No hay nada más que alcohol en ese puto refrigerador! Estúpido.

― Los medicamentos están en el botiquín del baño, imbécil ―un Brendon somnoliento caminó hasta el baño para lanzarme un frasco lleno de pastillas para el dolor de cabeza.

― Me siento como... como si hubiera atrapado a todos los pokemons en el Pokemon Go ―dije tomando tres pastillas. Brendon rió antes de cerrar la puerta del baño.

Dirigí la mirada hacia la cama donde Dallon dormía como una morsa y salí de la habitación en busca de un poco de agua, abrí el fregadero, metí las tres pastillas en mi boca y bebí el agua.

― Josh... ―murmuró Debby dando vueltas en el sofá donde dormimos.

― Hey, buenos días ―le sonreí a pesar del dolor de cabeza. Si, a veces puedo ser lindo con la gente que quiero.

― ¿Que hora es?

― Casi las 4 de la tarde ―me encogí de hombros―. ¿Quieres ir a desayunar? ―acaricié su bonito cabello, tan bonito como ella.

― Estoy hecha un asco ―ella rió―. Dejame ir a tomar un baño primero.

― Bien, pero no te tardes. ―toqué la punta de su nariz.

― Descuida, será rápido ―sonrió―. ¿Vamos? ―se levantó del sofá y acomodó su ropa.

― Si... Vamos, ah-espera debo avisarle a Brendon.

― Josh... uhg está bien ―Debby soltó un suspiro pesado. Le di un beso en la mejilla y corrí a la habitación de mi mejor amigo.

― Oye Brendon ―abrí la puerta y este seguía echado en la cama. En cambio Dallon ya no estaba. Él hizo un sonido indicándome que me estaba escuchando―. Me iré con Debby ¿Quieres que cierre todo antes de irme? Deberías agradecerme de que me preocupo por tu casa y las cosas valiosas que podrian llevar.

― Si... hazlo ―respondió dandose la vuelta para quedar boca arriba―. Oh Josh... Esto estaba vibrando en mi trasero, no tengo idea de que es ―me extendió mi celular. Diablos había olvidado que no tenía el celular conmigo.

― ¿Como llego mi celular a tu trasero? ―pregunté confundido, tratando de recordar algo de anoche.

― No lo sé, dejame dormir ―Brendon se volteó dandome la espalda. El ruido de la puerta del baño me sobresaltó, Dallon salió un poco más presentable de lo que estaba anteriormente.

― Ehm... Brendon, s-será mejor que me vaya... ―murmuró Weekes, nervioso y con ese jopo que lo caracterizaba. Era muy cool, le diré que me pase el secreto.

Brendon sólo respondió con un sonido raro con la boca. Yo reí y bajé junto con Dallon. Mi celular volvió a sonar, era la llamada perdida número 45 de Halsey, entonces caí en la cuenta de que algo andaba mal. Y que Tyler no estaba conmigo.

― Mierda.

― ¿Que pasa? ―preguntó Dallon.

No le contesté porque Halsey volvió a llamar. Rápidamente atendí, esperando un sermón de su parte, si, a veces Halsey parecía mi madre.

― ¡Hasta que finalmente te dignas a atender el puto celular! ―me gritó tan fuerte que tuve que apartar el celular de mi oreja.

― ¿Que mierda quieres? Estaba durmiendo y si me permites tengo que ir a desayunar con mi novia.

― Josh, no te rompo la cara porque estamos hablando por celular, pero te juro que si no estas en mi casa en 5 minutos te la parto cuando llegues.

― ¿Y por qué es tan urgente, a ver?

― Es Tyler, está aquí. Ven pronto. Y temo decirte que no tengo muy buenas noticias. ―Halsey cortó la llamada.

•••

Debby por poco me golpea cuando le dije que debíamos hacer una parada en la casa de Halsey. Le dije que era urgente pero eso no cambio el hecho de que seguía maldiciendo por lo bajo. Probablemente deseando meterme una patada en los huevos.

Llegamos a la casa de los Frangipane, dios no podía creer lo hermosa que era esta casa. Halsey me abrió la puerta de su mansión y miró a Debby sin ninguna expresión en su rostro. Mi novia sólo se coloco a mi lado cruzada de brazos, algo incómoda.

― ¿Donde est...

― Esta en mi habitación ―me interrumpió, aún mirándome con el ceño fruncido―. Llego a mi casa hoy temprano cuando volvía de la casa de Brendon.

― Oh menos mal, temía de que le pasara algo, ya sabes... No quiero regaños de su padre ―suspiré―. Cuando se despierte que vaya para mi casa ―tomé la mano de Debby para irnos.

― ¡¿Me puedes escuchar una vez al menos?! ―me gritó golpeando la mesa. Hasta pude notar como su voz se quebraba.

Me quedé quieto ante su comportamiento, también me sentí un estúpido por no haberla escuchado. Merecía todo este mal trato de su parte, me lo merecía.

― ¿Que s-sucede, Hals? ¿Por qué lloras? ¿Que hice? ―pregunté desesperado. Debby apretó mi mano.

― Era tu responsabilidad cuidar de Tyler y no lo hiciste. Te emborrachaste junto con esta e hiciste lo que se te plazca ―miró a Debby con desprecio.

― ¿Que pasa contigo? ―Debby avanzó molesta hacia Halsey, pero la tomé del brazo para no causar mas problemas de los que ya tenía.

― No le hables así a ella, dime todo lo que quieras, échame la culpa de lo que quieras pero a mi novia no. ―le dije ofendido.

Halsey rodó los ojos con fastidio.

― Josh...

― No. Josh nada. Deja de echarle la culpa a los demás de los "problemas" que supuestamente he cometido.

― Josh, lo estas haciendo de nu...

― Joder, Halsey, ¡Metete en tus asuntos! Eres mi amiga y te quiero pero si eres así de fastidiosa no te soporta ni tu madre.

― ¡Josh! ―gritó tomando mis brazos.― Jesse intento abusar de Tyler. ―dijo a medida que sus ojos se llenaban de lágrimas, mirándome con rabia.