041.

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― ¿No vas a saludar a tu padre, Joshua?

― Tu puta madre ―lo miré incrédulo ¿como se atrevía a venir? Él sonrió de lado con aire superior, oh este quería iniciar la guerra.

― Hey, a mi me hablas bien. ―demandó como solía hacerlo cuando vivía aquí y cuando se acordaba que tenía un hijo.

― ¿Que quieres?

― Cálmate, sólo vine a verte.

― Ya me viste, puedes irte.

― No seas un orgulloso de mierda ―insistió tomándome del brazo, rapidamente me solté de su agarre―, quiero que hablemos, ven.

― Bien, hablemos ―me rendí sentándome en el sillón individual.

Bill observó lo que era la sala de estar, prestándole atención a los cuadros sobre la chimenea, y a Jim, quién se mantenía alerta por su presencia. Se me hacía raro verlo aquí después de dos o tres años? La última vez que pisó esta sala de estar, estaba con dos maletas en las manos, con la mirada en el suelo, y mamá con un odio impotente gritándole que se marchara, y por último yo, observando todo detrás de la figura destruida de mi madre, sosteniéndola de un brazo y mirando a Bill, iniciando un movimiento de negación, mirando hacia la puerta por donde salió unos segundos más tarde después de oír las palabras:

― "Si, Joshua, tu madre vale muchísimo y yo no tengo ningún derecho a hacerle lo que le hago. Pero ahora ya es tarde, me enamoré de otra mujer"

Mamá siguió gritando que se largara y me envío a mi habitación, donde lloré toda la noche.

― ¿No está ese perdedor que tu madre llama novio, verdad?

― ¿Eh? ―exclamé algo aturdido por los recuerdos recientes golpeando en mi cabeza, rápidamente reaccioné sabiendo que Bill hablaba de Chris― no, sólo está su hijo.

― ¿Ese flacucho con cara de virgen?

― ¿Viniste a criticarlos o a hablar conmigo? ―fruncí el ceño molesto.

― Ah, tienes razón, casi olvidaba a que vine ―se levantó del sofá― vamos afuera, este lugar me da náuseas.

Lo seguí con fastidio hasta llegar al patio delantero, donde el auto que había visto se encontraba estacionado. Bill abrió la puerta del vehículo y sacó de la guantera un sobre blanco, arrugué el entrecejo confundido en cuanto me lo extendió.

― ¿Que es esto?

― Bueno, te gradúas el viernes, considéralo un regalo adelantado.

― Pero qu.. ¿m-mil dólares? ―casi me atraganté con mi propia saliva cuando abrí el sobre y vi los malditos dólares.

― ¡Si! ¿Que esperabas que era uno de esos padres pobres que les desea suerte a sus hijos? Tú no necesitas suerte, ninguno de los Dun la necesita.

Miré a Bill con cara de asco por las estupideces que estaba diciendo ¿en serio yo era así antes de conocer a Tyler? ¿por qué nadie me pegó una cachetada y me hizo reaccionar?

― Joder, Bill ¿son falsos? ―entreabrí la boca con asombro, de verdad que no me lo creía.

― ¿Cómo van a ser falsos? ―me miró molesto― ¿también ves que ese auto que ahora es tuyo es falso?

― ¡No jodas, carajo! ¡Si es un sueño que alguien me de un golpe ahora!

Bill se encogió de hombros y me golpeó.

― ¿Que haces, idiota? Lo decía en broma.

― Perdón, quería hacerlo. En fin, cuidalo más que a tu propia vida, Joshua ―revolvió en sus bolsillos y me entregó las llaves de mi auto, joder, ¡mi auto!― tiene un estéreo genial, cuidalo también que hasta eso te roban por aquí.

• i hate you • [joshler] pt. 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora