Capítulo 6

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Por supuesto, regresaron al hotel George V a la misma habitación que no habían devuelto a la espera de que alguna se hubiera desocupado para ese entonces. En efecto así fue. Maura entristeció un poco luego de colgar el teléfono del cuarto para recibir la llamada de la recepción que les avisaba del espacio nuevo. Era en el piso dos. Habitación 208.

—No te tienes que ir si no lo deseas. — Comenzó a decir Maura con cierta tristeza.

Jane le lanzó una mirada mientras doblaba su pantalón de chándal en el bolso.

—Yo tampoco quiero irme pero va a ser lo mejor, además si estás preocupada por tu seguridad siempre podemos llamar a Calois y que nos traiga una vigilancia policial, pero en un hotel es algo irrisorio.

Maura se sentó en la cama con delicadeza y acarició la colcha color manteca que cubría la misma.

—Es que lo del asesino realmente me ha puesto los cabellos de punta Jane. ¿Qué le vamos a contar a Calois? Es tan obvio que no se cree lo de nuestra relación. Y si nuestras sospechas son ciertas si va por mujeres que aman a otras mujeres como se lo diremos. Tenemos que, somos consultoras.

Jane se estaba haciendo la fuerte. Elegía no mirar a Maura porque entonces su actuación se descompondría en fragmentos infinitesimales.

—Todavía no está confirmado que seamos consultoras y en cuanto a lo otro. — Lo otro era tan gracioso no ponerle nombre a ocho años de amor pero eran lo que habían acordado ambas mujeres. Sin nombres y sin ataduras pero en alguna parte la ecuación había terminado por convertirlas en inseparables. No importaba cuantas veces Maura y ella hubieran intentado perseguir parejas masculinas. Su relación era la sobreviviente. Y ahora se debatía ante el escrutinio de una investigación policial y un sádico psicópata que quería meterlas en el juego. Un juego que parecía arrancado de la película Saw.

—No hay dudas que nos van a aprobar como consultoras Jane y tendremos que aportar algo a la investigación.

—Si nuestro conocimiento no nuestra privacidad, Maura. — Concluyó la ex detective de policía de Boston Jane Rizzoli. Cerró la valija y luego se sentó al lado de Maura, ofreciéndole la mano. Maura la estrechó con fuerza. Tenia las palmas frias. Se las llevó a la boca y las besó. Luego pasó su mano por su mejilla y le dio un dulce beso en la boca sujetando su mentón.

—Lamento que arruiné tus planes de novela. — Susurró Jane a pocos centímetros de su rostro. Maura podía sentir su aliento en el suyo. De pronto de la nada, quizás como resultado de la tensión acumulada Maura comenzó a llorar a todo pulmón.

Maura era llorona a criterio de Jane pero de ese modo ella lidiaba con las emociones con las que ella lidiaba insultando o golpeando cosas.

—No fuiste tú, ese bastardo metió dos cuerpos en la casa de mi madre. No se como va a reaccionar que su preciosa casa es una escena del crímen. Y ¡No es justo! Nunca tomamos vacaciones juntas y cuando lo hacemos es un caos. Nuestra despedida quedó arruinada. Olvídate de la novela. Ahora tu te vas a ir a Quantico en Virginia y yo voy a ser una novelista fallida. Da lo mismo que ya me entregue al alcohol y la vida bohemia.

Sin quererlo Jane comenzó a reir.

—Oh si, ya puedo verte toda una Hemingway con tu barba y una escopeta. ¡Por favor Maura! Eres tú no un escritor que se las da de macho alpha. A lo sumo te veo con un buen Malbec o un champagne meciendo la copa en la noche con cara de circunspecta y luciendo un atuendo alucinante de eso de revistas de moda. Eres material Daniel Steele no llores por tu vida de novelista aún.

—Tu creés— Dijo entre lágrimas la rubia. — siempre encuentras la forma de reírte de mi cuando estoy mortalmente angustiada, bastarda. — Dijo cariñosamente. Jane se puso de pie y fue al baño a buscar unos pañuelos descartables. Le trajo a la medica un paquetito de color blanco metálico. Maura se quedó mirando y finalmente preguntó.

Paris Match: A Rizzoli & Isles FanficDonde viven las historias. Descúbrelo ahora