Paris Match: A Rizzoli & Isles Fanfic

Capítulo 12

La rubia doctora no podía creer su suerte cuando la cerradura de las esposas que la sujetaban al caño cedieron. Jamás creyó que el sonido del clic al abrirse le causaría tanta alegría. Sin embargo no todo era para regocijarse. Aún seguía atrapada en ese cuartucho de mala muerte.

Probo con la puerta pero esta parecía de piedra y encajada, no para salir, sino para entrar al sitio. Fue entonces cuando lo vió: una tumba de piedra en el centro de lo que ella había creído era una pared destruida. ¿Cuánto tiempo llevaba allí? ¿Acaso Jane ya había recibido la foto de ella? No podía tener idea de cuánto tiempo había llevado encerrado. "Una noche y medio día ¿Quizás?" Maura decidió ocultarse detrás de la construcción de la tumba de piedra, de modo que si la puerta se abría ella no estaría mas atrapada y podría directamente saltar sobre el malvado psicópata. Necesitaba un arma. Tomó una roca del suelo y la apretó fuertemente en su mano. Con la aceleración correcta podría infringir mucho daño todo mientras contara con el factor sorpresa.

***

Mientras tanto Jane, en el hotel caminaba por las paredes. Le habían hecho la resonancia y la morocha había decidido regresar a donde se había iniciado el juego con Gabrielle Conte. La muchacha seguía sin poder emitir una declaración concreta. Había hablado de una muchacha que se le acercó en el bar, vestida de gótica, pero no sabía como la habían secuestrado y como había terminado allí. Eso le había confiado Calois por teléfono.

—No se preocupe, obtendremos algo para ayudar a Maura. Al menos sabemos que son dos y no uno. Eso cambia las cosas. Estamos ante dos individuos peligrosos y organizados. — Trató de razonar el policía.

Jane colgó el teléfono hecha una piltrafa. ¿Por qué no habían asesinado a Gabrielle Conte o acaso contaban con que no llegarían a ella? Para Jane, el objetivo siempre había sido Maura. Todo era parte del mismo juego retorcido para los dos psicópatas.

La herida de su cabeza hacía que pensar, le doliera físicamente. Se había hecho la resonancia mientras a Gabrielle le tomaban declaración y la examinaban en busca de evidencia forense. Un proceso bastante traumático para la víctima pero necesario. Repasaba en su mente la escena, los juegos, como las habían atraído a la trampa en Les Catacombs y se enfurecía por su ingenuidad. Ella debería haber sido mas astuta. Ella era una super policía ¡Por el amor de dios! Como había dejado que sus sentimientos nublaran lo obvio. Salvar a Gabrielle se había vuelto algo personal. No había otro modo de describirlo. Gabrielle y ella ahora con terror, pensaba, compartían la misma sensación de pérdida de la persona a la que mas querían. Ella a su novia ya no podría recuperarla, pero todavía había chances para Maura. Maura no moriría cruelmente a manos de un Psicópata.

Calois miraba la declaración de Gabrielle y sabía que no era confiable. Estaba teñida de temor pero pese a todo envió a los artistas para obtener una declaración ilustrada de la mujer misteriosa que la había abordado en el pub. Bond Street.

— ¿El equipo de reconocimiento pudo rastrear algo? — Dijo mientras miraba la placa con las fotografías de las víctimas del Titiritero.

—No señor pudimos rastrear un vehículo y señales de forcejeo en la salida norte pero luego perdimos la pista. Están analizando las marcas de neumáticos para ver el modelo pero es casi imposible. — Respondió el detective Beaumont.

Calois sabía que la verdad estaba allí, que se le escapaba. Las americanas siempre habían sido el objetivo del titiritero. Pero ¿Por qué dos americanas podrían llamar la atención de un asesino francés? Los crímenes habían comenzado tres semanas antes que ellas pisaran el país. No había relación aparente y sin embargo su intuición le decía que había mucho más. El asesino sabía dónde vivía la madre de la doctora Isles y que entre ella y la ex detective Rizzoli había mucho más que una larga amistad.