Capítulo 14

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 La rubia en su estado de somnolencia vió entrar a la enfermera entre sueños. Sintió como las barras laterales de su cama eran bajadas y sus equipos desconectados. Algo le dijo en su interior que esto no era un procedimiento usual. La enfermera le dedicó una sonrisa siniestra y sacó una jeringuilla de su bolsillo. Puso su índice en señal de silencio, mofándose de ella y le inyectó la sustancia. Entonces Maura se durmió y no pudo evitar pensar en Jane en esos últimos momentos de conciencia. Si su amiga llegaba y sorprendía a la intrusa, estaría en peligro como ella.

***

Calois comenzó a revolver todo lo que conocía de Jeunet. Su hermano era Michelle Jeunet y su novia una tal Violett Nice, que al contrario lo que su nombre indicaba no era buena para nada. No tenía antecedentes serios. Entonces lo impensado: ambos figuraban con cuentas falsas en la pagina de seguidores de Charles Hoyt. El cirujano.

Louis Calois no tuvo que hacer demasiado, habían capturado las computadoras personales de los sujetos en una redada rápida, Maura y Jane continuaban desaparecidas y los medios se habían hecho eco de que ambas consejeras habían sido víctimas de El titiritero. Por supuesto aun no se había filtrado el papel del oficial Jeunet en todo el asunto. Si no las rescataban con vida, el escándalo seria internacional y sin dudas acabaría con la carrera del lobo solitario.

Los técnicos informáticos habían cruzado la información obtenida y habían dado con correspondencia en cuentas de mail en donde Michelle y Violett discutían sobre Charles Hoyt como si fuera un verdadero héroe digno de admiración y como Rizzoli y Isles eran indignas de haber destruido el legado de un verdadero visionario. Enfermedad pura y dura. El motivo estaba claro. Otro criminal siniestro nacía a la sombra de ese ser enfermo y violento que tanta prensa había movido con su captura. ¿Qué había de glamoroso en un ser que se dedicaba a destruir vida tras vida solo por placer? Calois no lo comprendía. De alguna manera los tres se habían complotado para atraer y capturar a las dos americanas. Ahora veía los hilos delicados que habían tendido y que no había visto a su debido tiempo. ¿A dónde las habían llevado?.

El patrullero tenía GPS. Jeunet lo sabía pero no se arriesgaría a perder a Jane, así que era obvio que la llevaría hasta uno de sus cómplices, para entre los dos reducirla. Maura no necesitaba ser reducida. Supuso entonces que Jane se encontraría con los hermanos Jeunet a mitad de su destino final y que Maura sería transportada por Violett.

Comenzaron a investigar propiedades de la familia Jeunet y Nice. El tiempo estaba en su contra. Hasta ahora se habían manejado dentro de la ciudad, por lo que era posible que no se movieran al campo de buenas a primera. Ninguno de los tres se arriesgaría a perder la movilidad y la capacidad de esconderse de la ciudad.

"Esas lesbianas son una aberración, deberían morir y su muerte debería ser un símbolo para todas las que son como ellas...Deberiamos salir en todos los medios del mundo y ellas deberían ser el símbolo de la lucha de Hoyt por encontrar la belleza en la muerte de los inferiores."

Era repulsivo. La patrulla se detuvo en algún punto de Ille de la cité. Y entonces se quedó mirando el mapa. Tantos lugares que recorrer. Tantos posibles escondites. Entonces cuando menos lo esperaba, esa chispa de instinto se encendió en su interior.

—¡Beaumont! ¿Cuál era la zona de patrullaje usual de Jeunet? — Se puso junto al mapa y comenzó a señalar con cuidado la zona de patrullaje del pusilánime oficial. El patrullaba en Ille de la cité y el auto había sido dejado a mitad de camino del centro. Buscaba con su cara un símbolo, un símbolo para martirizar a seres inferiores y entonces lo supo: Nuestra señora de Paris. Si era un lugar de toda el área digno para exponer una de las "esculturas" del Titiritero, o los titiriteros, esa catedral era el último símbolo.

—Iremos a Notre Dame...— Anunció Calois a su equipo de trabajo.

***

Maura estaba sentada en una especie de taburete adolorida. Viollet le apuntaba con un arma.

—No tienes por qué hacer esto.

—Cállate perra idiota.

Apelar a sus sentimientos sería un gasto en vano de energía. La muchacha era una sociópata claramente.

— ¿Se creen muy hombres por reducir a una sola mujer? — Maura levantó la cabeza al escuchar la voz de Jane aproximándose.

—¡Jane! — Gritó adolorida pese a todo. Sus emociones estaban a flor de piel todo era un caos y probablemente este sería el final de todo.

—¡Maura! — gritó la morena al verla en el taburete con las muñecas atadas con soga. Habían aprendido de la inutilidad de las esposas. Jane se arrojó al piso a abrazarla y Violett gritó:

—Intenta algo y la lleno de plomo.

—Nos van a matar de todas maneras.

Los tres rieron maléficamente.

— Es cierto, ustedes no merecen vivir...después de lo que le hicieron a Hoyt. — La sangre de Jane y Maura se heló por completo al escuchar ese nombre. ¿Acaso nunca terminarían los males de Charles Hoyt?

—Hoyt se merecía morir como una rata. Era una larva destructora de vidas. — Dijo Jane y recibió un puntapié en las costillas de parte del más joven de los sujetos.

Una vez en el piso Jane hizo un movimiento rápido y tomó de las piernas a la mujer desarmándola. Pero ahora los dos hombres la apuntaban con revólveres. Ella se escudó detrás de Violett apretando su cuello con su antebrazo.

—disparen si se atreven y la tipeja muere.

Violett miró a Michelle y ambos asintieron. Michelle le disparó y Jane no tuvo mas remedio que soltarla. Estaban dementes. Violett había dejado de respirar.

—Y ahora tu amiga. — Dijo el policía.

—¡NO! — Jane abrazó a maura y la protegió con su cuerpo. Maura gritaba que la soltara y que luchara. Pero Jane simplemente la besó. Se estaba despidiendo de ella. Este, se dijeron ambas mujeres era el final.

De pronto un sonido a lata rebotando y una columna de humo apareció en el recinto abovedado de la iglesia. Los lasers de las mirillas apuntaron a los sujetos que tosían y disparaban al aire y los remataron en un abrir y cerrar de ojos, en una maniobra digna de un equipo Swat.

Cuando el humo comenzó a disiparse la imagen que reveló fue la de las dos mujeres abrazadas en el suelo de la iglesia. Jane tenía un tiro en la pierna. Maura había sido protegida por el cuerpo de su chica.

—No te dejaré nunca.

—Yo tampoco.

Calois y su equipo entro en la escena. La habían hallado a tiempo. Y el titiritero que en verdad había sido un equipo de psicópatas trabajando en conjunto había sido destruido. Abatidos por las balas de la justicia.

—Quiero decirte una cosa antes de que nos separen. — Dijo Jane seriamente.

—¿Qué? — Murmuró Maura con dulzura apoyando su cabeza en su hombro.

—Las próximas vacaciones las elijo yo.

Paris Match: A Rizzoli & Isles FanficDonde viven las historias. Descúbrelo ahora