No supo como ni cuando sucedió, pero ahí estaba; admitiendo frente al espejo lo que sentía.
Karamatsu, estaba enamorado de su hermano mayor.Con el paso de los días sus salidas se hacían mas frecuentes y era de esperarse, pues Osomatsu confiaba en él como para revelarle sus trucos más sucios en el juego. Todas esas conversaciones sin sentido lo hacían reír, sus gritos repentinos y la forma relajada con la que veía todo le hacia sonreír sin esfuerzo.
Realmente apreciaba eso, pero al mismo tiempo se sentía cada vez mas vulnerable. Con una mirada,una sonrisa que solo encontraba cabida dentro de la hermandad, su corazón se aceleraba más y más.
Había perdido ese brillo característico suyo; ya no hablaba de si mismo ni usaba sus gafas oscuras. Permanecía callado pensando en el mayor,¡¿Es que, nunca dejaba su maldita mente?!No sabía como controlar sus sentimientos y peor aún, como eliminarlos.
Por que una cosa era segura,debía extinguirlos a toda costa.